Colapso y largas esperas para entrar al Parque Nacional de Ordesa
El Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido ha vivido un colapso sin precedentes durante el inicio de este largo puente del Pilar, con largas colas desde primera hora para ingresar al parque y muchos visitantes desafortunados que se quedaron sin acceso.
La razón detrás de este caos ha sido una combinación de condiciones meteorológicas favorables y el aumento de turistas que deseaban disfrutar del paisaje natural.
El valle de Ordesa tiene una capacidad máxima de 1.800 visitantes simultáneos
El acceso principal al parque, que se encuentra en la localidad de Torla, tuvo que cerrar temprano en la mañana del jueves 12 de octubre después de que se alcanzara el límite de 1.800 visitantes permitidos en el área protegida. Los trabajadores del parque informaron que nunca habían presenciado una afluencia tan masiva.
El centro de visitantes de Torla, donde se venden los boletos para el servicio de autobuses que lleva a la Pradera de Ordesa y donde se encuentra el estacionamiento, experimentó largas colas desde las primeras horas de la mañana, con hasta 500 personas esperando su turno. Durante este puente del Pilar, se había reanudado el servicio de autobuses lanzadera para hacer frente a la previsión de una gran afluencia, lo que impedía a los visitantes ingresar con vehículos particulares.
Los visitantes que esperaban pacientemente en las colas tenían la esperanza de abordar los autobuses, pero no todos tuvieron éxito. Alrededor de las 8:30 de la mañana, ya había 600 personas en la Pradera de Ordesa, y alrededor de las 9:45 se alcanzó la capacidad máxima de 1.800 personas permitidas en el área protegida. Esto llevó a informar a aquellos que aún esperaban que no podrían ingresar.
El colapso no se limitó solo al centro de visitantes; la carretera desde Torla hasta el puente de los Navarros también estaba congestionada, con numerosos vehículos estacionados en la carretera. Esto obstaculizó el tráfico de los autobuses lanzadera y resultó en retrasos significativos.
La única alternativa para ingresar al parque era caminar aproximadamente 8 kilómetros
El personal del parque controló la cola y, una vez que se alcanzó el límite máximo de visitantes, informó a aquellos que esperaban que no podrían tomar el autobús. Dado que la circulación en vehículo particular estaba prohibida, la única alternativa para ingresar al parque era caminar aproximadamente 8 kilómetros por el camino de Turieto, un trayecto que lleva unas dos horas. Esto generó frustración entre muchos visitantes que se vieron obligados a abandonar sus planes.
Este aumento en la afluencia de visitantes en otoño se ha convertido en una tendencia creciente en los últimos años. Además, el acceso a otra sección del Parque Nacional, el cañón de Añisclo, se complicó debido a obras en la zona, lo que contribuyó a concentrar aún más las visitas en el valle de Ordesa.
El servicio de autobuses a la Pradera de Ordesa desde el centro de visitantes de Torla se reanudó antes del puente del Pilar y continuará operando hasta el 15 de octubre, además de los fines de semana posteriores de ese mes. Los autobuses tienen horarios regulares desde las 6 de la mañana hasta las 8 de la mañana, y luego cada 15 o 20 minutos.
Es importante destacar que el valle de Ordesa tiene una capacidad máxima de 1.800 visitantes simultáneos, y una vez que se supera este límite, el servicio de acceso en transporte público se suspende temporalmente para preservar la integridad del Parque Nacional. El colapso durante este largo puente del Pilar sirve como recordatorio de la necesidad de gestionar de manera más efectiva y sostenible la afluencia de visitantes a áreas naturales protegidas.