Encuentran el segundo cadáver en el Ariège donde desaparecieron Txell Fusté y Esteve Carbonell
Seis meses después de su desaparición en el Pico de Rulhe, la Gendarmería francesa ha localizado un segundo cuerpo sin vida en la misma zona donde ya fue hallado el primero. Todo apunta a que se trata de Txell Fusté, montañera catalana desaparecida junto a su pareja Esteve Carbonell durante un temporal en diciembre.
Las autoridades francesas han confirmado el hallazgo de un segundo cuerpo sin vida en la cara sur del Pico de Rulhe, en el departamento de Ariège, donde el pasado 7 de diciembre desaparecieron los montañeros catalanes Txell Fusté, de 52 años, y Esteve Carbonell, de 47. El descubrimiento se produjo este martes durante un reconocimiento aéreo en la misma zona donde, once días antes, había aparecido el primer cuerpo.
Aunque la identificación oficial está pendiente, todo indica que se trata de la joven de Terrassa, cuya desaparición, junto a su pareja, conmocionó a la comunidad de montaña.
El deshielo permitió localizar los cuerpos
Ambos cuerpos han sido hallados gracias al retroceso de la nieve en la vertiente francesa, en torno a los 2.650 metros de altitud, en una zona próxima al itinerario previsto hacia la cima del Rulhe (2.783 m). Según fuentes de la Gendarmería, los cadáveres se encuentran a unos 200 metros de distancia entre sí.
El primer cuerpo fue localizado por un grupo de alpinistas el domingo 2 de junio. En ese momento, se estimó con un 80 % de probabilidad que se trataba de Esteve Carbonell, aunque la identificación definitiva aún no ha sido comunicada oficialmente. Los restos fueron trasladados al Instituto Médico Forense de Toulouse, donde se encuentra también el segundo cuerpo hallado esta semana.
Una tragedia marcada por el ‘torb’
Txell y Esteve, montañeros experimentados, se encontraban realizando una ascensión clásica al Rulhe cuando fueron sorprendidos por un violento torb, un fenómeno típico del Pirineo que combina viento huracanado, temperaturas extremas y visibilidad nula. Aquella jornada se registraron rachas superiores a los 80 km/h y temperaturas por debajo de –15 °C. La pareja no logró regresar al refugio de Rulhe, donde tenían prevista su estancia.
Durante semanas, se sucedieron los operativos de búsqueda, que fueron suspendidos en enero ante la acumulación de nieve y el alto riesgo de aludes. Desde entonces, el deshielo progresivo ha permitido finalmente la localización de los cuerpos.
Pendientes de la confirmación oficial
Las autoridades francesas no han ofrecido por el momento confirmación forense, pero la familia ha sido informada del hallazgo. Las muestras biológicas se compararán en las próximas horas para cerrar definitivamente la investigación. Si se confirma la identidad, el trágico caso quedará resuelto casi seis meses después de la desaparición.
