Gerard Olivé, el amante del vivac extremo, fallece en un accidente en el Aneto
La Guardia Civil localizó este sábado, a las 13:30 horas, el cuerpo sin vida del montañero catalán Gerard Olivé, de 41 años, quien estaba desaparecido desde el 31 de diciembre. El hallazgo tuvo lugar en una zona de difícil acceso del valle de Salenques, dentro del término municipal de Montanuy (Huesca).
Según las autoridades, Olivé habría sufrido una caída desde la parte alta de la cresta de Salenques, uno de los puntos más técnicos y peligrosos de la ruta hacia el Aneto, la cumbre más alta de los Pirineos.
Olivé, natural de Tivissa (Tarragona), había sido visto por última vez en las cercanías del Refugio de Coronas antes de emprender su ascenso en solitario al Aneto. Su vehículo permanecía estacionado en el aparcamiento de Senarta, lo que despertó la preocupación de sus familiares al no regresar a casa tras varios días.
ET BUSQUEM GERARD
— Ajuntament de Tivissa (@ATivissa) January 4, 2025
El tivissà Gerard Olivé localitzat per última vegada al Refugio de Coronas (per a pujar al pic de l'Aneto) el dia 31 de desembre.
La família demana qualsevol informació que ens pugui ajudar a localitzar-lo l'abans possible. pic.twitter.com/H5vCNy38s7
La alerta de desaparición fue activada el pasado jueves 2 de enero, cuando un familiar contactó con la Sala de Emergencias 112 SOS Aragón. La Guardia Civil de Huesca movilizó un dispositivo de búsqueda compuesto por efectivos del GREIM (Grupo de Rescate e Intervención en Montaña) de Benasque y la Unidad Aérea de Huesca. Las condiciones meteorológicas adversas y la orografía dificultaron las labores de búsqueda.
Una vida marcada por la montaña
Gerard Olivé era conocido por su pasión por el vivac extremo, una forma de montañismo que consiste en pernoctar al aire libre en parajes desafiantes. Tras una destacada trayectoria en el mundo de la gastronomía, trabajando en restaurantes como el prestigioso El Bulli, decidió enfocar su vida en el deporte y la naturaleza, siguiendo las recomendaciones de una psicóloga para canalizar el estrés laboral.
Olivé había escalado más de 50 cumbres, entre ellas Monte Perdido, Besiberri Sur y el Aneto, donde ya había pasado una noche colgado en una hamaca en la cresta de Salenques, una experiencia que compartió en redes sociales con una frase que refleja su espíritu aventurero: “Bendita locura que te lleva más allá de tus sueños y capacidades.”
Un Aneto peligroso y mortal
El Aneto, con sus 3.404 metros de altura, no solo es un símbolo para los amantes de la montaña, sino también uno de los escenarios más trágicos del Pirineo. En los últimos 25 años, al menos 18 personas han perdido la vida en sus rutas debido a caídas, avalanchas o condiciones meteorológicas extremas. Los expertos destacan la necesidad de una adecuada preparación, equipamiento técnico y conocimiento del terreno para minimizar los riesgos en una montaña que, a pesar de su popularidad, sigue cobrando vidas.
El cuerpo de Olivé fue trasladado en helicóptero hasta la helisuperficie de Benasque y, posteriormente, al Instituto de Medicina Legal de Aragón en Zaragoza. La tragedia deja consternada a la comunidad montañera y a sus allegados, que recuerdan a Olivé como un apasionado del deporte y un ejemplo de superación personal.