Gran Canaria, aventuras deportivas en la isla de los contrastes
Para esta aventura en Gran Canaria, fantástica isla volcánica de desniveles y barrancos, hemos elegido barranquismo y escalada, dos actividades emocionantes y contrastadas: descenso y ascenso en entornos muy distintos, como los propios paisajes de Gran Canaria. Esta isla, llena de sorpresas geográficas, nos brinda un sinfín de posibilidades deportivas, de esas que nos hacen sentir bien.
Hacia el Barranco de los Cernícalos, en el centro este de Gran Canaria
Como su nombre indica, en el desfiladero encontramos muchos cernícalos. No paran de dar vueltas en el cielo. Podemos verlos y escucharlos.
Dejamos el coche en la entrada de un camino y nos encontramos con nuestro guía Víctor. Nos da el material: neopreno de dos piezas con protecciones, un arnés también con protección para poder sentarnos y resbalar por las rocas; casco; y dos cintas con mosquetón, una larga y otra más corta, que serán nuestros anclajes de seguridad.
Empezamos andando unos 15 minutos hasta llegar al inicio del Barranco de los Cernícalos, uno de los tres barrancos de Gran Canaria que tienen agua todo el año.
Ayer estuvimos en la playa. Recordamos la arena dorada y el olor a sal. Hoy, nos encontramos en la Reserva Natural Especial de los Marteles. El agua proviene de una mina y nos provoca una sensación bien extraña. Nos desconcierta. Más contrastes, minas en una isla volcánica… El entorno es fabuloso. Nos envuelve un paisaje selvático lleno de musgo y con olor a bosque húmedo.
El inicio del barranco es un riachuelo pequeño. Empezamos a andar entre los árboles. La vegetación es frondosa. Avanzamos siguiendo el cauce del rio.
El recorrido se vuelve cada vez más angosto y las caídas de agua van marcando el desnivel. Nos vamos encontrando rocas erosionadas que nos permiten utilizarlas de tobogán. Cascadas que tenemos que descender en rappel, nuestro guía nos va equipando para todas las exigencias de la aventura.
Es una actividad que no requiere experiencia previa, y menos si vas con Víctor de “Climbo”. Te lo ponen todo fácil. Los guías explican en cada momento el qué y el cómo hacer las cosas o. al menos. así lo hizo Víctor, y nos encantó.
No es la primera vez que nos encontramos en un barranco acuático. De hecho, ¡nos encantan! Se trata de una actividad divertida que te hace sentir muy inmerso en el entorno. En barranquismo, la experiencia varía muchísimo según cuál sea el paisaje.
El Barranco de los Cernícalos nos agudiza los sentidos
Todo lo que sentimos nos hipnotiza. El olor, el verde de la vegetación, el sonido del agua, las cascadas, ¡el agua frrressssquiiiita! No se oyen coches, ni población cerca. Estamos envueltos en la naturaleza salvaje de Gran Canaria.
Además, a medida que seguimos avanzando, cada nuevo tramo del barranco nos deja con la boca más abierta. Se ve la fuerza con la que el cauce del agua ha erosionado las paredes de roca que limitan el barranco y es impresionante. Con este paisaje, el valor de la actividad se multiplica por mil.
Pasamos varios saltos y rappels que nos hacen vibrar. Las explicaciones de Víctor no cesan, las agradecemos. Reímos sus bromas. Genera un buen ambiente en el grupo. Nos encanta la confianza que nos da y esto nos permite jugar más.
- Un precioso regreso
El barranco acaba con una cascada de agua fría. Salimos por la parte más angosta y de paredes más altas y andamos a través de un sendero que rodea todo el descenso que hemos hecho. Hay tramos del camino en que la vegetación es tanta que no deja ver el fondo del barranco. Es algo que lo hace inquietante, pero nosotros sabemos que no lo es.
En primavera, se ven muchos tajinastes blancos y azules, preciosos y floridos ya que su época de floración va de febrero a abril.
Vía Ferrata de Lady Tamambo ¡Nos vamos al sur!
Nos desplazamos hacía el sur en dirección a Fataga. Cruzamos la carretera y desde ahí empezamos la vía de Lady Tamambo.
Un paisaje totalmente distinto. Aquí no hay tajinastes ni bosques frondosos y húmedos. Aquí, el terreno es árido. La vegetación es más espinosa. Destacan los cardones (Euphorbia canariensis), endémicos de las islas canarias, y las tuneras rebosantes de frutos.
A por la Vía Ferrata de Lady Tamambo
- ¿Qué es una vía ferrata?
- Las vías ferratas son itinerarios tanto verticales como horizontales equipados con clavos, grapas, presas, pasamanos, cadenas, puentes colgantes..., que hacen de algunos tramos del camino más dificultosos o expuesto, tramos seguros y más acomodados.
Tampoco es la primera vez que nos encontramos en un terreno vertical, nos gusta movernos por ellos. El guía nos garantiza que la actividad es de nuestro nivel. Ya nos ha visto desarrollándonos en el barranco y nos dice que, en caso de querer abandonar la vía, podremos hacerlo más o menos en la mitad y volver a terreno llano. Es importante ser honestos con nuestro nivel ante un guía, ya que la exposición de la actividad nos puede poner a prueba si sobrepasa el nivel real que tenemos.
- A pie de vía. Nos ponemos a punto
Vamos a empezar. Llevamos puesto un arnés, dos líneas de seguridad, una más corta que otra con mosquetones adecuados para vía ferrata, casco y buen calzado. Hacemos un repaso de técnica: cómo tenemos que utilizar los anclajes, que nos iremos encontrando, y cómo debemos asegurarnos en todo momento. Y es que la gracia de llevar dos líneas de vida es poder estar, por ejemplo, prácticamente todo el transcurso del recorrido anclado en un lugar u otro.
Los contrastes entre una actividad y la otra son radicales. De una zona de caudal de agua natural permanente, verde y de vegetación tan frondosa que no deja ver el cielo, a una zona árida de vegetación carnosa y, en comparación, de vegetación casi inexistente.
Cómo se gradúa una vía ferrata
- La graduación de nivel en una vía ferrata se mide según la escala de Hüsler, escala alemana de medición de dificultad de esas verticales. Este sistema de medición se denomina con “K”, ya que “Klettersteigkreuz” significa vía ferrata en alemán y los mosquetones para esta modalidad se marcan con una “K”. Este sistema también proporciona características sobre el nivel de fuerza, experiencia, fortaleza psicológica y resistencia que exige la vía.
Lady Tamambo está clasificada entre los niveles K2 o “poca dificultad” y K3 o “algo difíciles”. Esto nos asegura la diversión en la actividad. Vamos con el mismo guía, Víctor de la empresa Climbo en Gran Canaria, ya nos conocemos y depositamos nuestra confianza en él.
Lo tenemos todo claro y empieza la vía. Serán unos 400 m. de vía en horizontal prácticamente, excepto la parte final que es más vertical. Vamos pasando pasamanos y grapas, que forman escaleras a lo largo del recorrido, acompañados de cadenas. Las cadenas, en muchos tramos, acompañan los pasamanos para liberar la carga de peso que reciben estos.
Antes de empezar el tramo más completo y vertical y el que podemos asegurar que es K3, percibimos perfectamente el eco del Barranco. Es increíble. No es fácil escuchar un eco tan limpio y fuerte como este.
Hay algunos tramos más expuestos, pero recordamos en todo momento que vamos cogidos a la pared con material del que nos podemos fiar. Nuestro guía nos espera y atiende nuestras dudas. Todo se hace más fácil y menos aparatoso si contratas un guía con experiencia y motivación.
En Gran Canaria, mires hacia donde mires, encuentras sorpresas. Como ver una playa de dunas impresionantes desde una vía ferrata. Contrastes que nos sorprenden ahora sí, ahora también.
Es una isla cambiante. Dependiendo de dónde estemos varía nuestra percepción de la isla. La diversidad grancanaria nos fascina y, por supuesto, nos motiva.
Lo que no varía es nuestra constatación, tras cualquiera de nuestras muchas aventuras en Gran Canaria, de que es una isla perfecta para practicar casi todos los deportes y vivir un sinfín de experiencias.
¡Nos vemos por las islas!
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