¿Dónde están los cuerpos de los primeros escaladores que subieron al Everest?
Desde su desaparición en 1924, George Mallory y Andrew "Sandy" Irvine han sido figuras centrales en uno de los mayores misterios de la historia del himalayismo.
Ambos formaban parte de una expedición británica con el objetivo de ser los primeros en alcanzar la cima del Monte Everest. Su último avistamiento, a unos 243 metros de la cima, dejó el mundo preguntándose si lograron su objetivo antes de sucumbir a los implacables elementos de la montaña.
En 1999, el escalador estadounidense Conrad Anker descubrió el cuerpo de George Mallory a unos 600 pies de la cumbre. Este hallazgo reavivó la esperanza de localizar a Irvine y obtener respuestas definitivas sobre su destino.
Sin embargo, en los años posteriores, tanto el cuerpo de Mallory como el de Irvine han desaparecido misteriosamente, lo que ha generado especulaciones y teorías sobre una posible intervención de las autoridades chinas.
Recientemente, han surgido acusaciones de que China podría haber trasladado los cuerpos de Mallory e Irvine para proteger su afirmación de ser los primeros en alcanzar la cima desde el lado tibetano en 1960.
Esta afirmación ha sido un pilar de orgullo nacional y propaganda desde entonces, y cualquier evidencia que sugiera que Mallory e Irvine llegaron primero podría socavarla.
Mark Synnott, guía de montaña y escritor experto en los Himalaya, ha sido una de las voces más prominentes en esta controversia.
En una expedición en 2019, Synnott y su equipo utilizaron drones para buscar los restos de Irvine en la ubicación registrada donde Anker encontró a Mallory.
No encontraron rastro alguno. Synnott concluyó: "Siento que, si el cuerpo de Mallory todavía estuviera allí, lo habríamos visto. No tiene ningún sentido. ¿Por qué retirar el cuerpo?"
Jamie McGuinness, otro experimentado escalador, también sostiene que los cuerpos fueron retirados en algún momento de la década de 2000. McGuinness comentó: "Hicimos una buena búsqueda con drones y detectamos varios cuerpos más, así que sabemos que no nos faltaba nada del tamaño correcto".
La teoría de la manipulación china se apoya en múltiples testimonios y evidencias indirectas. Jake Norton, miembro del equipo que encontró a Mallory en 1999, regresó al Everest en 2001.
A pesar de encontrar más restos de la expedición, no hallaron rastro de Irvine. Norton sugirió que las autoridades chinas pudieron haber actuado para proteger la narrativa oficial antes de los Juegos Olímpicos de Beijing en 2008, cuando llevaron la antorcha olímpica a la cima del Everest.
McGuinness recibió información de un funcionario de la Asociación China de Montañismo del Tíbet (CTMA) indicando que el cuerpo de Irvine había sido "arrojado de la montaña mucho antes".
Synnott, en su libro "El Tercer Polo: Misterio, Obsesión y Muerte en el Monte Everest", también cita a fuentes anónimas que afirman que los restos de Irvine y Mallory fueron trasladados a Lhasa, donde estarían guardados junto a otros artefactos de la expedición.
A medida que nos acercamos al centenario del intento de Mallory e Irvine de alcanzar la cumbre del Everest -8 o 9 de junio-, las teorías sobre la desaparición de sus cuerpos siguen generando debate.
Si bien no hay pruebas concluyentes de que China haya manipulado los restos, la acumulación de testimonios y la falta de evidencia clara sobre su paradero actual mantienen viva la sospecha.