Un viaje de altura por la cuna mundial de las vías ferratas
Para los amantes de la montaña, realizar una vía ferrata es una de las experiencias más emocionantes que existen. Si sumas que las Dolomitas son el lugar de nacimiento de la vía ferrata y Cortina d'Ampezzo es la capital de la aventura de las Dolomitas, seguro que llegas a la misma conclusión que nosotros: Cortina es el paraíso de las ferratas.
Por "vía ferrata" entendemos un itinerario en la montaña que cuenta con conjunto de equipos colocados sobre la roca para facilitar la marcha: cables metálicos, escalones y otros puntos de anclaje fijos, junto con caminos de madera y puentes colgantes destinados a facilitar el progreso en terrenos que, de otro modo, sólo serían seguros con técnicas de escalada con cuerda.
Una vía ferrata es un itinerario en la montaña equipado con un conjunto de equipos colocados sobre la roca para facilitar la marcha: cables metálicos, escalones y otros puntos de anclaje fijos, junto con caminos de madera y puentes colgantes destinados a facilitar el progreso terrenos que solo serían accesibles mediante la escalada
A través de las ferratas es posible abordar rutas rocosas verticales expuestas, admirar vistas espectaculares y experimentar la emoción de alcanzar los picos más altos de los Dolomitas, con total seguridad.
Cortina, el origen de las ferratas
En Cortina la tradición montañera nació en la antigüedad y de forma natural, como parte de la vida cotidiana en el valle.
De hecho, los cazadores fueron los primeros en escalar las paredes más inaccesibles para capturar a sus presas. Con el tiempo, la necesidad se convirtió en ambición apasionada, hasta convertirse en un hito en la historia e identidad del pueblo.
Las vías ferratas tal y como las conocemos hoy en día, fueron “inventadas” durante la Primera Guerra Mundial en las Dolomitas. La necesidad de facilitar el transporte de materiales y el movimiento de tropas con seguridad motivó el equipamiento de muros, chimeneas rocosas y cornisas en diversas zonas del frente.
Aquellos cables metálicos, peldaños y escaleras de madera clavadas en la roca que usaban los soldados recibieron una nueva atención alrededor de la década de 1930, particularmente en la vasta área alrededor de Cortina d'Ampezzo, donde comenzaron a ofrecer un nuevo atractivo, especialmente para el área de Tofane.
La Segunda Guerra Mundial interrumpió temporalmente los trabajos de recuperación, retomados con renovado ímpetu con vistas a los Juegos Olímpicos de Invierno de Cortina en 1956, por lo que las vías ferratas se incluyeron entre los nuevos elementos de atracción para la puesta en valor turístico de las zonas de montaña.
Más adelante se reequiparon estos itinerarios para uso deportivo y montañero. Luego se han extendido por todo el mundo.
Más de 30 ferratas
Cortina se encuentra entre los puntos con mayor número de vías ferratas del mundo, ¡con más de 30!, todas con diferentes longitudes y dificultades. Desde la más dura Punta Anna, hasta la más corta Ra Bujela, que casualmente parten del mismo sitio.
A principios de verano algunas vías ferratas aún no son practicables debido a la presencia de nieve en altura.
Las vías ferratas se suelen recorrer durante el verano, con algunas excepciones (existen vías ferratas en invierno), pero con la llegada de la primavera nos centraremos en las primeras.
“Sentieri attrezzati” familiares
Si no has escalado nunca y quieres empezar a sentir la emoción de hacer una ferrata lo mejor es elegir una ruta fácil y sin demasiados desafíos.
Son los llamados “sentieri attrezzati” (senderos equipados), que no comprenden tramos verticales, pero en cualquier caso están provistos de cables metálicos que sirven de anclaje para los tramos más expuestos o inaccesibles.
Gracias a estos anclajes instalados en la roca y el equipamiento adecuado -casco, arnés, guantes, kit vía ferrata- todo el mundo que no tenga vértigo puede disfrutar de una experiencia inolvidable con total seguridad.
Si bien puede existir algún tramo expuesto, siempre estás enganchado al cable metálico, por lo que los “sentieri attrezzati” son adecuados para todos, desde principiantes y familias hasta gente que ya tenga conocimientos y experiencia en ferratas.
Algunas de las rutas que propone Cortina d’Ampezzo nos llevarán por caminos de la Primera Guerra Mundial, otras hasta la cruz en la cima, lo que le permitirá saborear la belleza indescriptible del Valle de Ampezzo.
Ra Bujela
¿Os suena el nombre? Lo hemos citado más arriba. Ra Bujela es una ferrata que ofrece una vista particularmente evocadora de Cortina, con una panorámica de todo el valle, incluido el imponente monte Tofana.
Apta para casi todo el mundo, con dos pasarelas suspendidas, de 7 y 3 metros, respectivamente, como principal dificultad.
Ra Bujela fue construida en colaboración con el Grupo Cortina de Guías de Montaña y tiene una longitud de 150 metros en la pared de roca y 100 metros en la arista, con un ascenso total de 100 metros y un tiempo total de aproximadamente una hora y media.
Esta ferrata fue diseñada para proporcionar un "área de entrenamiento" para las personas que intentan este tipo de vía ferrata por primera vez. Eso lo dice todo.
Túneles de Lagazuoi
La vía ferrata de la Galleria del Lagazuoi es una parte esencial del portafolio de un amante de la montaña, porque es única en su categoría y en ciertos puntos brinda la oportunidad de vivir episodios de la Gran Guerra en los Dolomitas.
El itinerario te permitirá comprender el enorme trabajo y sufrimiento de las tropas en el mismo escenario de los enfrentamientos entre italianos y ejércitos austrohúngaros.
Más larga que la primera (3 h 30 min) es también fácil e incluye el famoso túnel helicoidal, que data de la Primera Guerra Mundial cuando los soldados italianos, partiendo del saliente de Cengia Martini, excavaron túneles en el interior de la montaña Piccolo Lagazuoi para sorprender a los soldados austriacos apostados en la cima.
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Ferratas “only” expertos
Si has llegado hasta aquí es porque las vías ferratas “fáciles” de Cortina d’Ampezzo te han seducido y quieres más.
Lo bueno es que existe un sistema de clasificación, que se rige por la nueva escala Hüsler, que te ayudará a no confundirte y saber qué tipo de ferrata se adecua a tu nivel y tus expectativas: K1 (fácil), K2 (poco difícil), K3 (algo difícil), K4(difícil), K5 (muy difícil) y K6 (extremadamente difícil).
Punta Anna
La vía ferrata Olivieri Punta Anna no es excepcionalmente larga (4 horas), pero está considerada como una ferrata para expertos, por algunas secuencias técnicas y expuestas. La vía ferrata asciende por el contrafuerte del extremo de la Tofana di Mezzo y, tras tramos espectaculares, asciende hasta los 2.731 m. La vista que te brinda esta vía ferrata es espectacular: un panorama de 360 grados de las montañas Dolomitas que te dejará sin palabras. Esta vía ferrata está considerada como una de las mejores de los Dolomitas.
Apunte final
Las vías ferratas son una buena manera de familiarizarse con la altura; una actividad increíble y aventurera que puede ser realizada incluso por no escaladores y una excelente manera de llegar a algunos lugares de Cortina d’Ampezzo que, en algunos casos, serían imposibles de alcanzar.
Sin embargo, hay que recordar que incluso en las ferratas mas fáciles siempre hay que tener cuidado y que es aconsejable contratar un guía, principalmente quien no cuente con experiencia.