Buscan aventureros que quieran ir a contar pingüinos y repartir correo al Polo Sur
Se ofrecen seis meses de trabajo en la bautizada como la Oficina de Correos de los Pingüinos, un edificio construido en 1945 que ahora funciona como museo y que se encuentra en la Antártida, en el puerto Port Lockroy de la isla de Goudier, en territorio británico.
Esta particular oferta de empleo la ha lanzado la organización benéfica británica Antarctic Heritage Trust, que busca personas dispuestas a pasar seis meses en el Polo Sur, durante el verano austral, realizando como principal tarea el conteo de pingüinos.
Cada año contrata a cuatro personas para trabajar. Ahora está en pleno proceso de selección y van camino de alcanzar las cerca de 2.500 solicitudes que reciben cada temporada.
En concreto, se ofertan cuatro puestos de trabajo: un jefe, un responsable de la tienda de recuerdos y dos asistentes. El sueldo oscila entre 1.250 y 1.800 libras al mes. Es decir, entre 1.485 y 2.135 euros en función de la responsabilidad. La oferta incluye todos los gastos de desplazamientos y alojamiento, desde la comida hasta la ropa de abrigo.
Aparte de gestionar las 80.000 cartas y postales que llegan cada temporada a la oficina, los escogidos deben recibir a los turistas que visitan la isla, que tiene las dimensiones de un campo de fútbol, o bien realizar informes medioambientales. Esto incluye el recuento de los cientos de pingüinos que viven allí.
Entre los requisitos para los aspirantes destacan que deben saber hablar inglés, no tener “frío” y tener buenas aptitudes para las matemáticas, ya que las personas seleccionadas pasarán la mayor parte del día contando pingüinos en esta oficina de correos que tiene desde hace décadas el Reino Unido en Port Lockroy, en la Antártida.
Dream of waking up & seeing Antarctica in all its glory? Penguins plodding around, the sun peeping over snow topped mountains. A job like no other. Join us & help protect Antarctica's heritage & conserve its precious environment. Apply by 25 April. https://t.co/NPSf6dKLdi pic.twitter.com/GmJYIq5w1m
— UK Antarctic Heritage Trust (@AntarcticHT) April 4, 2022
Aceptar el trabajo supone estar cerca de medio año a temperaturas de entre 5 grados bajo cero y 10 grados positivos, que es la media del verano austral. Además, en la isla no existe agua corriente, ni electricidad, ni antenas de telefonía móvil, ni Internet.
También advierten que, en caso de emergencia médica, se pueden tardar hasta siete días en llegar al hospital más cercano.
Asimismo, especifican que no está permitido fumar y que no pueden ofrecer ningún tipo de actividad de ocio. Y los cuatro ocupantes duermen en literas y deben compartir el mismo aseo.
Por todo ello, la directora de la fundación, Camilla Nichol, advertía en una entrevista en The Washington Post: "Vivir allí es un trabajo bastante duro." Y añade: "Quizá vas a trabajar 12 horas diarias. No hay mucho tiempo para descansar y relajarse."
Unas 18.000 personas visitan cada año Port Lockroy, mayoritariamente desde Estados Unidos. La oficina de correos se construyó en 1945 y, después de décadas funcionando como centro de investigación, en 1996 se rehabilitó y abrió como museo.
También se conoce como Base A. Se estableció el 11 de febrero de 1944, durante la Segunda Guerra Mundial, como parte de una operación secreta del gobierno británico llamada Operación Tabarín. El objetivo era reforzar la soberanía británica en la Antártida, abriendo bases en la zona, ocupadas de forma permanente.