Crece la polémica en el Annapurna: denuncian alpinistas sin preparación y evacuaciones cuestionables
El Annapurna vive una temporada marcada por el récord de permisos y las evacuaciones en helicóptero. Testigos directos como Warren Eva y John Black denuncian una preocupante falta de preparación entre algunos alpinistas y un uso abusivo de los rescates aéreos tras la avalancha que costó la vida a dos trabajadores nepalíes.
La temporada de primavera en el Annapurna —uno de los ochomiles más técnicos y peligrosos del Himalaya— deja más que cifras récord de permisos y cumbres. También expone una creciente preocupación entre alpinistas experimentados por el rumbo que está tomando el montañismo comercial en la región. Así lo han expresado los sudafricanos Warren Eva y John Black, quienes participaron en la reciente expedición y decidieron abandonar el campo base antes de lo previsto por el clima de descontrol que aseguran haber presenciado.
Ambos montañeros, conocidos por haber logrado la primera cumbre sudafricana en el K2 en 2022, criticaron abiertamente la falta de preparación de parte de los aspirantes. “Había gente que no sabía ni cómo usar los crampones”, denunció Black en declaraciones a ExplorersWeb. A ello se suma —según Eva— un notable número de alpinistas sin la forma física adecuada para una montaña de más de 8.000 metros.

Uno de los puntos más delicados que destacan fue el uso temprano de oxígeno suplementario, incluso desde el Campo 2, así como el acceso directo en helicóptero al campo base. Pero lo más preocupante para ellos fue la avalancha de evacuaciones aéreas tras el alud que costó la vida a dos trabajadores nepalíes. “No todas eran evacuaciones justificadas —afirma Black—, algunos simplemente no deberían haber estado allí”. También cuestiona cómo se decidía por radio qué rescates serían cubiertos por los seguros y cuáles no.
El propio John Black estuvo cerca de verse arrastrado por la avalancha, mientras que Warren Eva consiguió coronar el Annapurna el pasado 7 de abril, acompañado de su sherpa Kaji, antes de abandonar la montaña voluntariamente por la situación.
Ambos coinciden en una advertencia: la falta de regulación y la permisividad frente a expediciones con poca preparación técnica está poniendo en riesgo la seguridad y el futuro del alpinismo en el Himalaya. “El Annapurna se está convirtiendo en un espacio para coleccionistas de cumbres”, lamenta Eva, quien defiende un modelo basado en la experiencia, el esfuerzo y el respeto al entorno.