El tiburón blanco más grande visto en años se acerca a destinos turísticos de EE. UU.
Su nombre es Contender, mide más de 4,2 metros y pesa 750 kilos. Ha sido localizado a pocos kilómetros de la costa de Carolina del Norte, donde veranea parte del turismo norteamericano.
Un nuevo gigante recorre las aguas del Atlántico y ha despertado tanto el interés científico como la inquietud en zonas costeras de Estados Unidos. Se trata de Contender, un tiburón blanco macho de 13 pies y 9 pulgadas (más de 4,2 metros de longitud) y unos 750 kilos de peso, considerado el ejemplar masculino más grande jamás etiquetado en el océano Atlántico.
La criatura fue marcada con un dispositivo de rastreo en enero de 2025 por el equipo de investigación marina OCEARCH, una organización que estudia grandes depredadores oceánicos mediante tecnología satelital. El primer avistamiento se produjo frente a la costa entre Florida y Georgia, a unos 70 kilómetros de tierra firme. Desde entonces, Contender ha recorrido cientos de kilómetros rumbo norte, siguiendo su patrón migratorio estacional.
Rastreo satelital en tiempo real
Gracias a una etiqueta SPOT instalada en su aleta dorsal, los investigadores pueden seguir los movimientos del tiburón cada vez que emerge a la superficie. Esta tecnología no solo permite ubicar al animal en tiempo real, sino que también recopila datos sobre temperatura del agua, profundidad y patrones de desplazamiento. Se espera que la etiqueta funcione durante al menos cinco años.
"Contender es el tiburón blanco más grande que hemos etiquetado en el Atlántico", afirmó el doctor Harley Newton, jefe científico de OCEARCH, en declaraciones a medios estadounidenses. Aunque las hembras de esta especie pueden llegar a medir hasta 6 metros, es muy poco habitual encontrar un macho con estas dimensiones. “Es un hallazgo fuera de lo común, que desafía las estimaciones previas sobre el tamaño máximo de los machos”, añadió.
Cerca de zonas turísticas
Durante las últimas semanas, Contender ha sido detectado cerca de Pamlico Sound y los Outer Banks, en la costa de Carolina del Norte, a menos de 35 kilómetros de playas muy frecuentadas por turistas en verano. Esta región es conocida por sus tranquilas aguas, ideales para practicar kayak, surf o paddleboard, por lo que la presencia del tiburón ha generado cierta alarma entre visitantes y locales.
Sin embargo, los científicos insisten en que no representa un peligro inmediato. "Los tiburones blancos no buscan humanos como alimento y rara vez se acercan a zonas de baño", explicó Newton. Según OCEARCH, el animal se está desplazando en busca de presas como focas, atunes o rayas, deteniéndose en zonas estratégicas para alimentarse antes de proseguir hacia el norte.
Un viaje de más de 1.500 kilómetros
La trayectoria de Contender forma parte del patrón migratorio típico de los tiburones blancos en el Atlántico occidental. Cada año, estos animales se desplazan desde las aguas cálidas del sur hacia el noreste de Estados Unidos y Canadá, donde encuentran alimento abundante y temperaturas más frescas para el verano.
“En este momento, Contender se encuentra a unos 22 kilómetros de Cabo Hatteras y todo indica que continuará su ruta hacia la región de Nueva Escocia”, señalan desde OCEARCH. Este trayecto puede superar los 1.600 kilómetros y proporciona datos esenciales para comprender los hábitos migratorios de la especie.
Clave para la conservación marina
El seguimiento de tiburones como Contender no solo alimenta la curiosidad científica, sino que desempeña un papel clave en la conservación marina. Como depredadores tope, los tiburones blancos regulan la salud de los ecosistemas oceánicos, controlando las poblaciones de otras especies.
Estudiar su comportamiento ayuda a identificar los impactos del cambio climático, la sobrepesca y la pérdida de hábitat, amenazas crecientes en los océanos del mundo. “Cada dato que recogemos nos acerca a entender cómo viven estos animales y cómo podemos protegerlos”, concluyen los investigadores.
Un coloso bajo la superficie
Con sus 4,2 metros de largo y su potente presencia bajo las aguas del Atlántico, Contender se ha convertido en un símbolo de la majestuosidad y el misterio del océano. A diferencia de otras especies que habitan en las costas templadas o tropicales, el tiburón blanco prefiere los grandes espacios oceánicos y las aguas frías, razón por la que su presencia tan cerca de playas habitadas no deja de sorprender.
El seguimiento de este ejemplar, que ya es considerado el más grande de su categoría jamás registrado en el Atlántico, continuará durante los próximos años. Y con cada nuevo ping satelital, los científicos esperan desentrañar un poco más los secretos del rey del mar.