Esquían las cuatro caras del Mont Blanc en menos de 24 horas
Si bajar esquiando el Mont Blanc a la mayoría ya nos parece un gran logro, imaginad lo que es hacerlo por sus cuatro costados y en menos de 24 horas.
El pasado lunes 9 de junio, coincidiendo con el lunes de Pentecostés, Benjamin Védrines y Nicolas Jean firmaron una de las páginas más alucinantes del esquí extremo alpino: en apenas 21 horas ininterrumpidas, los dos alpinistas encadenaron el descenso de las cuatro caras clásicas del Mont Blanc, sumando casi 7.900 metros de desnivel positivo y recorriendo sin tregua el “techo de Europa” desde la salida en Les Houches hasta su regreso al valle de Chamonix.

La aventura comenzó el domingo 8 de junio a las 22:30 h en Les Houches (1.010 m), donde Védrines y Jean arrancaron el ascenso con los esquís a la espalda.
Tras un tramo nocturno, alcanzaron la cumbre (4. 806 m) y, ya con los esquís calzados, inauguraron la jornada descendiendo por la arista de Peuterey (E4, 5.4).
A continuación, realizaron el primer descenso esquiado jamás enlazado con la cara norte de la Aiguille Blanche de Peuterey, siguiendo después por una variante del Éperon de la Brenva y la vertiente italiana del Miage.
Para rematar, subieron de nuevo al Mont Blanc y enlazaron la arista de los Bosses con la arista norte del Dôme du Goûter, antes de volver a Les Houches a las 19:30 h del lunes.

La gélida nieve helada, convertida en “cemento” bajo los esquís, solo cedió en los 300 metros finales de descenso, donde unas pieles ya inservibles sirvieron para amortiguar la falta de nieve en los valles bajos.
El balance: casi 8.000 m de desnivel positivo en 21 horas, sin descanso y bajo un sol implacable al alba y crepúsculo.

Lo más destacado de la hazaña fue la primera combinación documentada de la arista de Peuterey con la cara norte de la Blanche, una línea soñada por Védrines y hasta ahora inédita en esquí. “Tuvimos un poco de miedo, sobre todo bajo los seracs de la cara este… estuvo muy justo. Nos reímos mucho y nos asombramos con la belleza que nos rodeaba. Un terreno con aire de Himalaya”, relató Védrines tras descender por una pendiente que, según sus palabras, rozó lo “atemorizante” por los bloques de hielo suspendidos.

Por su parte, Nicolas Jean describió entre risas las condiciones extremas: “Fue un día largo: noche, luego día; nieve durísima, luego una papilla; tuvimos frío, luego calor. La única constante fue la belleza (y lo lento que iba yo)”.
Este descenso integral de las cuatro caras del Mont Blanc llega apenas dos semanas después de que Védrines batiera el 24 de mayo el mejor tiempo de ascenso y descenso de la montaña en esquís —4 h 54 m 41 s—, superando por tres minutos la referencia de Kilian Jornet de 2013 con esquís en ambas direcciones.
Sin embargo, ese récord duró apenas una semana: el italiano William Boffelli lo rebajó el 31 de mayo hasta 4 h 43 m 24 s en la misma modalidad.