El espectáculo de las Navidades en Nueva York

El sueño de muchos turistas y viajeros es, al menos una vez en la vida, visitar la ciudad de los rascacielos.  A ritmo de la famosa canción de Sinatra, todo un himno, la idealización sobre lo que es Nueva York, forma parte de la cultura de varias generaciones. El cine ha contribuido en gran medida a convertir Nueva York en lo que es: el destino turístico más deseado, soñado e idolatrado del mundo.

Nueva York apetece en cualquier época del año y ciertamente, la ciudad no pierde encanto, haya nieve o altas temperaturas. Pero si hay un momento especialmente intenso, en el que esta gran urbe brilla como nunca, es en Navidad. Y lo interesante es que, a finales de noviembre, los neoyorkinos se toman muy en serio lo del espíritu navideño, que va más allá de decorar calles y escaparates. Nueva York entera destila Navidad y todos disfrutan con ello. ¿Consumismo? Es Nueva York y a nadie le supone un problema ni es un debate a tener en cuenta. La Navidad se celebra y no hay más que hablar, es un tema donde no hay debate posible.

El espíritu navideño

La gente en esta gran metrópoli es muy independiente, va a la suya, a toda velocidad, no se te ocurra parar a nadie por la calle para preguntar algo, lo más probable es que seas ignorado como si fueras parte del mobiliario urbano -en el mejor de los casos- o seas mirado como si de un trilero te tratases. Nada bueno en todo caso.

La época de la Navidad es el único momento del año, que todo esto cambia y es que los neoyorkinos cambian. La necesidad intrínseca del ser humano, de necesitar ese contacto con los demás, es motivo suficiente para unirlos en Navidad, hasta tal punto que incluso son amables y te hablan en la calle si les preguntas. Muy curioso el cambio.

Es que todo lo que nos rodea es Navidad, una magia que no es solo para niños, porque, al fin y al cabo, todos los mayores quieren volver a ser niños en algún momento de su vida y la Navidad crea ese ambiente propicio para ello. No es hipocresía, es simplemente motivación y en la Gran Manzana os aseguro que la encuentras. De hecho, en el fondo, son gente muy solidaria, no hay que olvidar que la mayoría de sus habitantes son de origen inmigrante. Por todo esto, podemos decir que el auténtico espíritu navideño reside aquí en Nueva York.

Viajar en esta época del año tiene otro componente que hace especial la visita: además de las tradicionales atracciones turísticas, que están ahí todo el año, en Navidad hay otras actividades que añaden aún más encanto y magia al viaje, especialmente si se hace con niños o con adultos con un marcado espíritu navideño.

Una semana será escasa, faltará tiempo y se sacrificarán horas de sueño para poder ver cuantas más cosas mejor. Nueva York es inagotable, una ciudad vibrante y la Navidad solo viene a confirmar que, aunque solo sea por un segundo, a uno le gustaría ser un neoyorkino más.

Mercados de Navidad

Si hay una estampa que define a Nueva York en Navidad es las de sus muchas pistas de patinaje sobre hielo. Es quizás la fotografía que todos tenemos en la cabeza y será, sin duda, una de las actividades que realizamos para sentirnos parte de ese micro mundo navideño que se genera en Manhattan. Porque para muchos visitantes Nueva York es Manhattan, aunque en realidad Manhattan no es Nueva York, pero bueno, ese sería otro tema a tratar en otro artículo.

La pista de patinaje del Rockefeller Center es quizás la más popular y los días previos al famoso encendido de luces de su inmenso árbol, está muy concurrida. Pero en Central Park o Bryan Park también podemos alquilar unos patines y unirnos a la fiesta. Es precisamente en los parques y no tanto en los centros comerciales, donde se organizan los espacios navideños. A pesar de las bajas temperaturas, la Navidad se vive en la calle y sus parques se convierten en su eje vertebral.

Los mercados navideños están repartidos por los parques de la ciudad y más allá de Manhattan, hay otros que, sin ser tan populares, organizan sus paradas y puestos de venta para el público local. Nueva York está dividida en 5 distritos: Bronx, Manhattan, Brooklyn, Queens y Staten Island. Todos ellos tienen mercados navideños.

Centrándonos en Manhattan, los mercados empiezan a funcionar a todo gas el último fin de semana de noviembre (algunos empiezan ya la semana anterior) siendo los imprescindibles los de Union Square, el Columbus Circle Hollyday Market, el Winter Village Bryan Park, Westield Market en el World Trade Center, el mercado de Central Park, el de Chelsea o el que está dentro de la Estación Central. Todos distintos y con su propio encanto.

Un paseo completo de mercados navideños puede ser una excelente manera de pasearse por la ciudad y contagiarse de la energía que desprenden los newyorkers. Y es que estos mercados no son solo un reclamo para turistas. Ahí es donde el visitante entra en contacto con el ciudadano local y charla, ríe y participa del ambiente.

Recordemos que, durante la Navidad la gente suele ser abierta y es fácil comenzar una conversación espontánea, por increíble que parezca. Ellos saben que viven en una ciudad admirada, deseada, idealizada y que encarna el “sueño americano”. Y eso, les encanta y más si eres visitante europeo.

Los escaparates de las tiendas, sobre todo los de la famosa Quinta Avenida, son un gran espectáculo en Navidad. Hay incluso tours organizados para visitar los más emblemáticos y famosos. Las marcas más reputadas, sobre todo en moda, son las que ostentan los escaparates más espectaculares. Algunos son auténticas obras de arte realizadas por exclusivos diseñadores escaparatistas. Aunque los precios sean también espectaculares, merece la pena perderse por Macy’s o acercarse a ver el ambiente en la puerta de Tiffany’s o Barney’s.

Por allí y en muchos otros rincones comerciales de la ciudad nos encontraremos a los famosos voluntarios del Ejército de Salvación, pidiendo donativos para la causa. Es otro de los clásicos navideños de la ciudad: las campanitas y el bote para dejar algunas monedas o billetes, forma parte de los rituales navideños por excelencia en todo Estados Unidos. En el área de Manhattan son especialmente pintorescos: canciones, bailes, discursos y hasta gritos. Todo vale para llamar la atención y conseguir recaudar algún dinero para esta legendaria institución.

Durante este periodo navideño hay disponibles multitudes de tours relacionados con esta fiesta: ruta por las calles mejor decoradas, visita a los puntos más emblemáticos de la ciudad relacionados con la Navidad y hasta tours en castellano para descubrir la historia de la Navidad en Nueva York. Quizás el más original sea el tour que visita el popular barrio de Dyker Heights, en el que los vecinos compiten cada año -de forma obsesiva- con decorar sus casas de la manera más ostentosamente navideña. Rozando lo friqui (o llegando sobradamente), gastan miles de dólares en transformar sus jardines y fachadas para ser la casa más llamativa del barrio.

Moverse en metro por Nueva York

Moverse por Nueva York es fácil con un plano del metro cerca. Si durante el año, el metro ya es una atracción turística más, en Navidad gana protagonismo, ya que se organizan conciertos improvisados en las estaciones y es normal quedarse unos minutos disfrutando del show de los músicos, cantantes o bailarines que, con la excusa de la Navidad, organizan espectáculos y performances para atraer público y propinas. Las líneas M y F del metro hacen paradas especiales en las estaciones donde hay conciertos.

Espectáculos en la ciudad

Si el metro organiza sus shows navideños improvisados, los teatros de Nueva York no se quedan atrás. Los espectáculos de Broadway son otro de los grandes atractivos de la ciudad y uno de los motivos por el que muchos viajeros repiten y regresan a NYC. La cartelera teatral aquí es la envidia de cualquier gran ciudad, ya que siempre ofrece espectáculos de una calidad suprema, con actores, bailarines y cantantes de muchísimo nivel y talento sobre el escenario.

En Navidad además hay un show especialmente entrañable e icónico que consigue atraer a la mayoría de turistas y público local; el Radio City Christmas Spectacular que se celebra en el Radio City Music Hall desde el año 1933. Este es el show navideño por excelencia y sus rockettes, las bailarinas más famosas de la ciudad. Al margen del espectáculo, es recomendable contratar el tour que te pasea por los recovecos de este teatro legendario de 49.000 m² y considerado el más importante del país.

Visitas genuinas

Otro edificio cargado de historia (y que es un referente) es el Mercado de Cheelsea. Es interesante acercarse y pasear por sus tiendas y pequeños comercios de alimentación, talleres de diseñadores locales y restaurantes que ofrecen una buena oportunidad de acercarse a la variadísima gastronomía de la ciudad.

Si quieres comerte un bogavante o una crepe de chocolate, comprar quesos frescos o ver dónde está la sede de Youtube y Google, todo está en Cheelsea. El edificio es historia viva de Nueva York, ya que allí nacieron las populares galletas Oreo (en las paredes del mercado aún hay antiguas publicidades de la marca). En Navidad, Chelsea es un buen sitio para probar el típico pastel de manzana y beber la hot apple cidar, sidra de manzana caliente (sin alcohol). El pastel y la sidra están por toda la ciudad, pero en Chelsea serán de calidad. El donut de sidra cubierto de canela y azúcar es otra de las delicias más populares en Christmas, además de los muffins de calabaza.

Eventos

El pistoletazo de salida de la Navidad en Nueva York es el día después de Acción de Gracias, el 24 de noviembre y además coincidente este año con el Black Friday que anima a la compra en oferta mientras la Gran Manzana empieza a transformarse para ser un parque temático de la Navidad. Cualquier local o comercio, por pequeño que sea, se decora con algún detalle que recuerde que la Navidad ha llegado a la ciudad. De hecho, siempre es decoración cargada o sobrecargada.

Es una tradición acudir a las zonas cercanas al Rockefeller Center para asistir al encendido de luces de su enorme árbol navideño. Verlo en directo es emocionante y uno se da cuenta de por qué los americanos son los reyes del show business. Este acontecimiento es transmitido por televisión desde las 19 h a todo el país, además de ser presentado siempre por alguna estrella o personaje popular. Todas las calles adyacentes quedan cortadas. Este año el encendido de las más de 50.000 luces led que tiene instalado el espectacular árbol fue el 29 de noviembre a las 21h57, como manda la tradición. Un encendido progresivo que culmina con la iluminación de la estrella que lo corona, de más de 400 Kg de peso y hecha con 3 millones de pequeños cristales de Swarovski.

El ambiente festivo y de compras sigue vivo hasta el 24 de diciembre, cuando sobre todo por la tarde, bajo el arco de triunfo de Washington Square, se celebra un concierto de villancicos organizado por la Asociación Washington Square. Se reparten partituras y todo el que quiera está invitado a unirse al coro. Esos días es fácil que se celebren misas góspel y eventos con cantantes, así que los turistas podemos acercarnos a la Times Square Church, una iglesia con aspecto de teatro que, ubicada en el corazón de Broadway, acoge cada día a cientos de fieles y turistas para disfrutar de sus misas cantadas. ¡Son todo un espectáculo góspel! La entrada es gratuita y se aceptan donativos. Como son misas largas, es mejor sentarse en las últimas filas y así desaparecer cuando haya que seguir con la ruta de visitas por la ciudad.

El 25 de diciembre todo está cerrado en la ciudad. Es uno de esos escasos días al año en el que los neoyorquinos se quedan en casa, con sus familias y amigos, comiendo algo distinto al fast food y descansando de sus ajetreadas vidas. Esa tarde Nueva York es para pasear por sus parques y tomar dulces o patinar, sobre todo porque el día 26 la ciudad vuelve a su habitual prisa, estrés y ajetreo.

Hasta el 31 de diciembre Nueva York conserva algo de ese cuento de luces, villancicos, regalitos con lazos y buenos deseos, sobre todo en las tiendas y grandes almacenes. Pero lo cierto es que la Gran Manzana da por finalizada su Navidad el mismo 25 de diciembre y aunque el fin de año está cerca, es un evento que se desvincula de lo estrictamente navideño.

Esta fecha señalada, la de la última noche del año, muchos la aprovechan para escaparse a un destino de sol y playa o se van a esquiar lejos de la ciudad. Sin embargo, Nueva York ofrece a los que se quedan una Nochevieja divertida y movida. Los locales se agrupan en fiestas privadas con amigos, pero una gran multitud se queda en Times Square para asistir al evento de la caída de la gran bola luminosa que anuncia el año nuevo. Desde media tarde ya hay espectáculos musicales para ir animando la fiesta.

Algunas calles se cortan al tráfico y se instalan controles policiales por las zonas cercanas a la plaza. Es bueno llegar a la zona con bastante tiempo, ya que es fácil que se acumulen muchas personas. Los restaurantes esa tarde están especialmente concurridos y sin reserva previa de varios días será difícil y carísimo sentarse en una mesa. Lo más práctico es comer cualquier cosa que encuentres por ahí o llévate un sándwich para comerlo cerca de Times Square. ¡La experiencia lo merece! Una vez pasadas las doce de la noche, la fiesta sigue en las calles.

Otras formas de recibir el año son participando en la mignight run, una carrera para entrar en calor durante las primeras horas del año (hay otra para ciclistas). Otros asisten a los espectáculos de pirotecnia de Times Square o Central Park o asisten al tour de Nochevieja sobre el puente de Brooklyn (el tour explica la historia del puente para luego recibir el año desde allí).

Un recuerdo de tu viaje

De entre todas las tiendas que se pueden visitar esos días, hay una que merece especialmente la pena, ya que es un templo del adorno navideño abierto todo el año. Se llama It’s always Christmas in New York shop y en ella se pueden comprar adornos para el abeto, objetos de decoración para mesas y todo tipo de artículos relacionados con la fiesta más mágica del invierno. Muchos de ellos pueden ser divertidos souvenirs para llevar a casa, ya que son temáticos de la Navidad, pero a la vez, relacionados con Nueva York.