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Tocando el cielo en el Zugspitze, la montaña más alta de Alemania

Jue, 05/10/2023 - 10:58
Visitamos el Zugspitze, la montaña más alta de Alemania
Teleférico Zugspitze. Foto Ivan Sanz Tusell
El pasado 20 de septiembre visitamos el Zugspitze (2.962 m), la montaña más alta de Alemania, que destacaba altiva entre paisajes de verde intenso por encima del lago Eibsee.

Un día de sol y cielo azul nos permitió disfrutar de panorámicas impresionantes desde esta espectacular atalaya. Debajo de este emblemático pico, está la estación de esquí y el glaciar de Schneeferner, en acelerado retroceso.     

 El Zugspitze (2.962 m) es la montaña más alta de Alemania y comparte frontera con Austria. Por la parte austríaca, vertiente del Tirol, se puede acceder a su cima con un teleférico desde Obermoos, mientras que por la parte alemana, vertiente bávara, se hace también por el teleférico Zugspitze, o combinando un tren cremallera y un teleférico desde el lago Eibsee, dentro del distrito de Garmisch-Partenkirchen.

En nuestro caso lo hicimos por la vertiente alemana, accediendo con el nuevo teleférico Zugspitze, estrenado el 21 de diciembre de 2017. Los trabajos para su planificación y construcción duraron seis años. El transporte se realiza mediante dos cabinas panorámicas con capacidad para 120 personas y el trayecto es vertiginoso y espectacular. Salida desde los 1.000 metros de altitud y llegada a los 2.962 en algo más de 10 minutos.

Zugspitze
Foto Ivan Sanz Tusell

 

Zugspitze
Foto Ivan Sanz Tusell

 

Un destino de montaña de éxito

Entre los atractivos que hacen que esta montaña sea muy visitada los 12 meses del año (500.000 personas de media por año) está el hecho de que en su parte alta hay varias plataformas con miradores y varios puntos gastronómicos (Restaurant Sonnalpin, Gletschergarten y Panorama 2962).

Zugspitze
Foto Ivan Sanz Tusell

 

Zugspitze
Foto Ivan Sanz Tusell


Las panorámicas, si hace buen tiempo, son un mar infinito de cimas de los Alpes y eso, junto con el aliciente que supone visitar el pico más alto del país, hace que sea motivo de gran afluencia. Para poner al lector en contexto, la montaña de Montserrat, en 2022, recibió 1.594.000 personas, mientras que en verano de 2022, la Vall de Núria recibió 91.178 visitantes.

Zugspitze
Foto Ivan Sanz Tusell

 

Zugspitze
Foto Ivan Sanz Tusell


Además, existe una tradición histórica de peso en toda Alemania, ya que la montaña la hicieron accesible por cremallera hace casi 100 años: en 1926 desde la vertiente del Tirol y en 1930 desde el Bávaro. Pero no es solamente un reclamo turístico de verano, cuando la visitamos nosotros, también lo es deportivo y de ocio el resto del año.

Zugspitze
Foto Ivan Sanz Tusell


En otoño, en invierno y en primavera, la visita a la montaña más alta de Alemania también es alta gracias a su estación de esquí, y a los tres glaciares Schneeferner Nord, Hllentalferner y Schneeferner Sur (todos en regresión acelerada) y, sobre todo, porque la cima es un objetivo muy codiciado por los montañeros y alpinistas del país.

Zugspitze
Foto Ivan Sanz Tusell

 

Zugspitze
Foto Ivan Sanz Tusell


La cumbre real, algo apartada de los miradores, se identifica por la cruz dorada que la corona. Fue instalada en 1851 y fue sustituida por una réplica en 1993. Una serie de equipamientos, cadenas/cables y grapas facilitan su acceso. La cola para acceder algunos días puede ser importante, y eso que a pesar de los dispositivos que facilitan la llegada, no significa que se convierta en una cumbre de fácil en su acceso final. El Zugspitze fue pisado por primera vez el 27 de agosto de 1820.

Además, se organizan actividades de alta montaña con guía en los alrededores de la cima y los glaciares. En resumen, el abanico de propuestas y actividades a realizar en la montaña es generosa.

Zugspitze
Foto Ivan Sanz Tusell


La estación de esquí

Algo más abajo de la cima, se encuentra la estación de esquí del mismo nombre, con epicentro en el pequeño altiplano de la cota 2.500. Se puede acceder por tren cremallera desde Eibsee o por el teleférico Gletscherbahn desde la cima.

Zugspitze
Plano de pistas de la estación de esquí de Zugspitze


Es una zona con restaurantes, servicios, una pequeña iglesia, tienda de ropa, material y souvenirs, una especie de iglú-hotel que se construye en temporada de nieve…

La temporada de esquí alpino en esta estación, de unos 20 km de pistas entre las cotas 2.040 y 2.710, va de principios de diciembre hasta el 1 de mayo. Una parte de la estación de esquí y de los remontes están ubicados en uno de los glaciares antes mencionados, pero hace años que la posibilidad de practicar esquí de verano ya no es viable.

Zugspitze
Foto Ivan Sanz Tusell

 

Zugspitze
Foto Ivan Sanz Tusell


Los telesquís Schenneefernerkopf I y II ya no conservan hielo bajo todo su trazado, como tampoco las dos pistas a las que dan acceso. Así pues, el esquí alpino ya no es posible en el Zugspitze los 365 días del año, como lo había sido bastantes años atrás.

De las actividades de nieve en verano ya únicamente queda el testimonio de una pequeña pista de trineos, estrecha y corta, que precisamente hace de punto de unión entre los edificios comerciales de la cota 2.550 con el pie del glaciar.

Zugspitze
Foto Ivan Sanz Tusell


Ya no se considera un glaciar

De hecho, los expertos ya no lo consideran un glaciar como tal. La Academia de Ciencias de Baviera la considera una masa de hielo muerto. La decisión se adoptó tras publicar un primer informe sobre los glaciares bávaros en el 2012 y contrastarlo con un segundo terminado en 2021.

Y lo peor es que la regresión es constante en el tiempo si se tiene en cuenta que hace 150 años había una extensión de 300 hectáreas frente a las 26 hectáreas actuales. Según el informe de la academia del 2021, el hielo tenía entonces un grosor medio de 6 metros, pero de menos de dos metros en la mayoría de la superficie. La predicción para este glaciar es que, viendo la evolución actual y de seguir igual el ritmo de regresión, en 20 años o menos podría desaparecer por completo.

Zugspitze
Foto Ivan Sanz Tusell

 

Zugspitze
Foto Ivan Sanz Tusell


Destacar que durante algunos veranos se llevó a cabo un intento de frenar la regresión del glaciar cubriéndose con lonas. Finalmente, se abandonó el proyecto porque el deshielo en las partes no cubiertas era tan elevado que después el problema era nivelar toda la superficie con la nieve que sí había quedado protegida. Al final acababa apareciendo otro problema.

Según algunos estudios, el grosor medio que pierde es de 80 cm por año, que puede ser más o menos en función de variables como las cada vez más habituales nevadas acompañadas de polvo del Sáhara.

Este tipo de nevadas últimamente son bastante frecuentes y con ellas se ha acelerado la regresión. Cuanto menos blanca es la nieve o el hielo, más rápidamente se derriten y evaporan. En resumen, pues, el esquí de verano, que también hace décadas fue posible en el Zugspitze, es ya una historia del pasado.

Zugspitze
Foto Ivan Sanz Tusell


Sin embargo, esto no quita que la visita en los meses veraniegos siga siendo algo más que recomendable para todos los que nos gusta el mundo de la montaña y el de la nieve en particular.

Lo que más nos gustó y lo que menos

Empezaremos por lo que menos: la alta afluencia, bordeando la masificación, que encontramos a pesar de ser un miércoles del mes de septiembre.

Lo que más nos gustó: las panorámicas desde la cima, las exposiciones que se pueden visitar en la terminal de llegada, la oferta gastronómica, la experiencia de remontar casi 2.000 metros en pocos minutos u observar la obra de ingeniería que ha supuesto la construcción de este teleférico.

Zugspitze
Estación de llegada a la cima del teleférico Zugspitze. Foto Ivan Sanz Tusell


Tres observaciones

Dos días antes de la visita, el día 18, estuvo lloviendo en la zona. Por esta razón esperábamos encontrar nieve fresca en lo más alto del pico, pero no fue así. Por la latitud y época del año, debería haber sido más probable precipitación en forma de nieve que de agua.

A pesar de la afluencia de turistas, en momentos bordeando la masificación, se trata de un visitante de comportamiento cívico. Ningún papel ni envoltorio en el suelo. Todo limpio, todo ordenado y sin griterío de fondo.

Zugspitze
Foto Ivan Sanz Tusell


Y finalmente: a veces hemos leído críticas sobre las instalaciones tipo teleférico o similares que existen en varias cimas de los Alpes. Tienen razón cuando dicen que la montaña sería más bonita y estaría mucho más tranquila, sin instalaciones rascando el cielo.

Aun así, acercar y facilitar el conocimiento de la belleza de la naturaleza de la alta montaña a la sociedad es, también, una forma directa sobre el terreno, de concienciarla sobre su fragilidad. Difundir y dar a conocer es lo que después permite concienciar y proteger.

Zugspitze
Foto Ivan Sanz Tusell

 

Zugspitze
Una visita imprescidible:la espectacular población de Garmisch-Partenkirchen. Foto Ivan Sanz Tusell

 

Fuentes en la información del glaciar:

Zugspitze
Foto Ivan Sanz Tusell

 

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