Verano en N’Py: 8 destinos del Pirineo francés para disfrutar la montaña todo el año
Este verano, el grupo N’Py convierte ocho emblemáticas estaciones de los Pirineos en auténticos parques de aventuras donde la naturaleza, el deporte y la cultura se entrelazan para ofrecer experiencias inolvidables.
Más allá del esquí invernal, Peyragudes–Loudenvielle, Piau Engaly, Grand Tourmalet (La Mongie–Barèges), Pic du Midi, Luz Ardiden–Luz Saint-Sauveur, Pont d’Espagne–Cauterets, Gourette y La Pierre Saint-Martin despliegan un abanico de actividades para toda la familia, grupos de amigos o viajeros en solitario.
En el Valle de Louron, el moderno remonte Skyvall une Loudenvielle con Peyragudes en apenas diez minutos, descubriendo un territorio salpicado de lagos, bosques y senderos que suman más de 500 km.
Tirolinas sobre cascadas, pumptracks de última generación, trineos sobre raíles y rutas señalizadas para bicicleta de montaña enduro o paseos tranquilos junto al agua conviven con la posibilidad de estrenarse en vuelo en avioneta o parapente.
Noche tras noche, Balnéa –el mayor centro termal de los Pirineos franceses– redibuja el concepto de relax familiar con piscinas, saunas y espacios pensados para todas las edades.
El ritmo estival incluye citas tan destacadas como la Copa del Mundo UCI de BTT Enduro a finales de mayo, la etapa 13 del Tour de France en julio y el gran festival de vuelo libre a principios de septiembre.
No muy lejos, Piau Engaly se adentra en la Reserva Natural de Néouvielle, con sus lagos turquesas y bosques de pinos centenarios.
Aquí, el mundo se siente salvaje: recorridos interactivos, tirolinas, golf en las alturas y circuitos de barranquismo, rafting e hidrospeed para los más intrépidos; vía ferrata, escalada y BTT eléctrica junto al telesilla de Mouscadès para quienes buscan emociones intensas, y un circuito de aventura de 35 talleres para familias.
El Centro Edeneo, con sus spas y restaurantes, completa la oferta, mientras la Fiesta de las Marmotas y el Grand Raid des Pyrénées dan color al calendario de agosto.
En Grand Tourmalet, el dominio esquiable más extenso de la cordillera se transforma en un paraíso ciclista con su Bike Park en Barèges: doce rutas, 37 km de senderos y 600 m de desnivel accesibles en telesilla o bike bus.
Quienes prefieran el agua pueden lanzarse al rafting o la pesca, mientras que los cielos invitan a probar el parapente o pilotar drones. Y para los amantes de las alturas, el ascenso al Pic du Midi, a 2.877 m, regala la experiencia de caminar entre las nubes antes de sumergirse en los secretos de su observatorio y su planetario.
Precisamente el Pic du Midi es uno de los hitos del verano pirenaico: no solo por su terraza panorámica 360º, sino por sus “Noches Galácticas”, en las que astrónomos guían paseos estelares, y por un cartel de conciertos al aire libre que va del jazz al DJ set. Pierre Réach, Véronique Sanson o Bakermat ya están confirmados, garantizando puestas de sol inolvidables.
A apenas media hora, Luz Saint-Sauveur ejerce de campamento base para explorar los grandes Sitios Occitanie: Gavarnie, Pont d’Espagne, Lourdes y, por supuesto, los puertos míticos del Tour de France como Luz Ardiden o el Tourmalet.
El Paseo de la Fama del ciclismo recuerda a Indurain y Hinault, mientras la tirolina más larga de Francia, el rocódromo y las rutas de alpinismo aseguran diversión ininterrumpida.
Después de la aventura, Luzéa –su moderno centro termal– invita a relajarse bajo el calor del agua mineral.
Cauterets, con su arquitectura decimonónica y sus aguas termales en los Bains du Rocher, abre la puerta al GR10 y al espectacular Lago de Gaube, con vistas al Vignemale.
Senderismo nocturno bajo uno de los cielos más limpios de Europa, parapente sobre el Circo del Lys y festivales de circo y fotografía-completan un verano donde la historia y la adrenalina conviven.
En Gourette, a los pies del Col d’Aubisque, el circo natural despliega rutas de senderismo y BTT para todos los niveles, escalada y tirolinas, además de gimnasios de roca interior y exterior.
Los amantes del juego digital se sumergen en Terra Aventura, mientras la Fiesta de las Flores y la jornada “On s’y col” cierran rutas ciclistas en septiembre.
Finalmente, en La Pierre Saint-Martin, un bosque de abetos y el imponente Pic d’Anie rodean al mayor macizo kárstico de Europa.
El telesilla Arlas, el tubbing, el trampolín bungy y la espeleología ofrecen emociones a todas las edades, y las excursiones guiadas para escuchar el silbido de las marmotas sellan un verano de descubrimientos.
