El Pirineo recupera el tren Montréjeau-Luchon tras diez años de silencio
Este pasado domingo, la pequeña línea ferroviaria de 36 kilómetros que une Montréjeau con la estación termal y de deportes de invierno de Bagnères-de-Luchon (Haute-Garonne) volvió a prestar servicio tras más de una década de suspensión.
Cerrada por la SNCF y RFF en noviembre de 2014, tras las graves inundaciones de 2013 y el deterioro progresivo de su infraestructura, esta reapertura se ha convertido en un símbolo de la revitalización de un territorio rural de los Pirineos franceses golpeado por la despoblación y la crisis de varios sectores tradicionales.
Desde primera hora, los habitantes de la comarca y los visitantes comprobaron que la reapertura no es un simple gesto nostálgico, sino una apuesta firme por la movilidad sostenible y el desarrollo económico de la región.
La presidenta de la región Occitanie, Carole Delga, subrayó durante la inauguración que «es un servicio público más para un valle que ya ha perdido muchísimo, y un instrumento de desarrollo económico para el turismo».
Lo verdaderamente singular del proyecto es que, por primera vez en Francia, una región ha sido la única responsable de la reconstrucción y gestión de una línea secundaria.
Occitanie movilizó 67 millones de euros para rehacer la vía y deseletrificar el trazado, además de 2 millones para renovar la estación de Bagnères-de-Luchon, sin contar la nueva señalización ni las obras complementarias de terraplenes y drenaje.
Ante el desinterés del Estado, que no financió la obra, la región asumió también la gestión operativa, incluyendo los costes de explotación y mantenimiento.
Esta decisión forma parte de una estrategia más amplia de la región Occitanie, que en los últimos años ha impulsado la reapertura de cinco líneas secundarias, tras una concertación ciudadana iniciada en 2016.
El objetivo es preservar 984 kilómetros de trazado en peligro dentro de Occitanie y contribuir al rescate de unos 4.000 kilómetros de vías secundarias en toda Francia.
La nueva oferta de transporte incluye seis trayectos de ida y vuelta diarios, con un tiempo de recorrido aproximado de 35 minutos entre ambos extremos. Uno de estos servicios conecta directamente Toulouse con Luchon en 1 hora y 50 minutos, favoreciendo la intermodalidad con la red de alta velocidad y las conexiones regionales.
Durante 2026, la SNCF probará en esta línea los primeros trenes de pila de hidrógeno encargados a Alstom por cuatro regiones francesas, convirtiendo el trayecto en un auténtico «teatro de innovación» en materia de descarbonización del transporte ferroviario.
Mientras tanto, los trayectos se realizan con unidades Régiolis bimodales, capaces de circular tanto en modo eléctrico como térmico, alimentadas con biocarburantes. Esta fase intermedia permite mantener un servicio inmediato y, al mismo tiempo, experimentar con nuevos sistemas de propulsión antes de la transición definitiva al hidrógeno.
La reapertura no solo restituye un medio de transporte, sino que pretende convertirse en un motor de reactivación local. El municipio de Bagnères-de-Luchon, conocido como la reina de los Pirineos, ha apostado en los últimos años por infraestructuras clave: en 2023 renovó su telesilla hasta Superbagnères con una inversión de 27 millones de euros, y en 2024 amplió y modernizó sus termas por valor de 38,6 millones, gracias a la colaboración entre el Consejo Regional y la Banque des Territoires.
Estas inversiones refuerzan la oferta turística, con vistas a las temporadas de esquí y al turismo de bienestar, dos pilares fundamentales de la economía local.
El alcalde de Luchon, Éric Azémar, celebró el retorno del tren como un «factor esencial de atractivo» para turistas, curistas y esquiadores, y destacó su papel en el desenclavamiento de la región.
Para fomentar el uso del ferrocarril, se han diseñado paquetes combinados que incluyen billete más forfait de esquí o acceso a las termas, con precios competitivos orientados a recuperar a los clientes perdidos durante la década en que la línea permaneció inactiva.
