4 playas de la Costa Brava donde “volar” sobre el mar
Llegan los últimos retazos del verano, pero el agua aún está caliente, el sol acompaña y hay ganas de seguir yendo a la playa y probar, ahora ya sin masificaciones en la arena ni en el agua, el nuevo deporte náutico que empuja con fuerza y que permite “volar sobre el mar”.
El “wing foil” ya no es un rara avis y en apenas dos años se ha hecho un hueco entre los practicantes de surf, windsurf, paddle surf y kitesurf. Y la Costa Brava se ha convertido en el epicentro de la costa catalana donde aprender y progresar.
Situada en el norte de Catalunya, Sant Pere Pescador, la bahía de Roses, L’Estartit o El Port de la Selva son playas que ofrecen buenas y diferentes condiciones para todos los que quieran aprender a “volar sobre el mar”.
En verano normalmente encontramos la marinada SE. Si el día está despejado, hay bastantes opciones de que entre Garbí SO que, en septiembre, suele ser el viento más habitual. Y en invierno la tramuntana (N) o Mestral (NO) es el viento que más olas genera en los spots y el más fuerte, por lo que ¡mejor haber aprendido!
Así que primero vamos a conocer que es el wing foil.
Consiste en el manejo de un ala (Wing) con las manos sin estar unida a la tabla y tampoco precisar de líneas. La tracción que nos genera el ala con el viento la utilizaremos para deslizarnos de varios modos: Hydrofoil, SUP, Skate, esquí … Siendo el hydrofoil -tabla de surf que sobresale del agua cuando se eleva la velocidad, gracias a una aleta o quilla submarina- una de las mejores elecciones debido a la poca resistencia que ofrece.
El porqué de la explosión de esta nueva modalidad nos lo cuenta Abert Ayerbe, director de kitecostabrava.com, en la playa de La Rubina en Castelló d’Empúries. “El wing foil nos da libertad y en verano no está limitada su práctica como otros deportes como el kite”. “Se puede volar en cualquier playa, sin importar que haya edificios, que sea de rocas o que exista vegetación”.
La playa de La Rubina es una de las preferidas para los practicantes de wing foil, ya que en ella se puede navegar tanto con vientos de componente norte como sur y el fondo es arenoso.
Un poco más abajo, siguiendo la línea de la costa, encontramos la playa de Sant Pere Pescador, famoso spot de otras disciplinas como el windsurf o el kitesurf y en la cual empezó uno de los pioneros del wing, Sergi Sánchez, director de Kiteexperience.com.
Sergi recuerda: “en 2019 lo vi claro, el wing foil tenía muchas posibilidades, mucho rendimiento, material que ocupa poco espacio y practicable en cualquier playa o cala.
Por su inmediatez y facilidad de aprendizaje, en poco más de una hora la persona ya está en el agua y navega. Luego hacen falta algunas horas más para “volar” y experimentar la sensación de deslizamiento”.
Sergi y Albert coinciden en que el wing foil está solo en sus inicios y que aun así ya empieza a haber un “boom”. El último año, en las escuelas que imparten también kite, el wing foil ya supone casi el 40% de la demanda.
En el extremo norte de la Costa Brava, donde los Pirineos desembocan en el mar y hay la frontera con Francia, se halla el pequeño pueblo de El Port de la Selva, el tercer spot con nombre propio para la práctica del wing foil. No se entiende, sino que en una playa de apenas un kilómetro existan dos escuelas.
Allí, cuando sopla la tramontana, los wing foilers se reúnen en akelarre y hacen la competencia a los windsurfs tamizando el mar con el colorido de sus “alas”.
Es en el Port de la Selva donde hallamos la escuela adosveles.com y a su director, Albert Perelló, quien le augura a este nuevo deporte un futuro “muy prometedor” porque además de en el mar puede practicarse en lagos, como en Suiza, y porque "el esfuerzo lo realiza el ala, de manera que cuando se aprende la técnica es fácil”.
Con las Illes Medes de fondo, hacer “wing-foil” en L’Estartit es sinónimo de “volar” en unas condiciones muy especiales, donde la ola gana en importancia sobre el viento y permite surfear. Delfo Pascual es el responsable de la escuela Eolis Kite, donde ha enseñado todo tipo de deportes náuticos, desde windsurf hasta paddle y en la que el “wing” gana adeptos días sí día también.
“Quizás no tengamos las mejores condiciones de viento, pero sí mucho mar y olas. Podemos dejar la vela plana y surfear las olas. Lo que otros deportes como el kite no nos permiten porque hay “huecos” de viento, con el “wing” no hay problemas, ya que da mucho juego”, explica Delfo.
Perelló refuerza esta idea y nos cuenta que con el wing foil se puede además navegar en un rumbo que es muy marginal en el kite y en el windsurf, la empopada y cree que en un futuro inmediato veremos como el ala ya sólo se usa para impulsarse y a partir de ahí se vuela con las corrientes que generan las olas del mar. Es lo que se denomina down wind y se han perpetrado ya algunos tramos memorables como Portbou-El Port de la Selva, con una distancia de 6 millas náuticas.
Los dos Alberts, Sergi y Delfo coinciden que a pesar de su fulgurante irrupción en el panorama náutico el precio del material es todavía alto (en torno a los 1.000 euros), pero que poco a poco cuando exista mercado de ocasión y se lancen nuevos productos el wing foil se irá democratizando. Para muestra un botón: a pesar de ser un deporte totalmente nuevo, Decathlon ya lo incluye en su catálogo de productos.
Lo que tienen claro es que el "wing foil" ha venido para quedarse y como ocurre en el resto de la península -Tarifa, Canarias... les está robando protagonismo al kite y al windsurf porque "es la fusión de ambos y permite muchos más días en el agua".
¿Te animas a probar?
Más info en:
La Rubina - Castelló d'Empúries: kitecostabrava.com
Sant Pere Pescador: Kiteexperience.com
El Port de la Selva: Adosveles.com
L'Estartit: eoliskite.com