Carros de fuego: la mítica ruta de los Pirineos
El concepto de alta ruta nació en los Alpes a finales del siglo XIX de la mano del Alpine Club (Reino Unido) que planteó un itinerario de verano entre Chamonix (Francia) y Zermatt (Suiza) al que llamaron “The High Level Route“.
Hubo que esperar hasta 1911, cuando se completó el recorrido con esquís por primera vez, para que cuajaran tanto el concepto como el nombre. Desde entonces se conocen por alta ruta todos los itinerarios de montaña de varios días y de refugio a refugio.
Si hay una zona en los Pirineos que pueda albergar una alta ruta, esta es el Parc Nacional d’Aigüestortes i Estany de Sant Maurici, y si hay un itinerario que se pueda catalogar como alta ruta, este es la “Carros de foc”.
El parque atesora todos los elementos que caracterizan la alta montaña pirenaica y tiene como protagonista el agua, ya sea en forma de nieve, ríos, cascadas o lagos. Con su variada orografía salpicada de refugios guardados, es el escenario ideal para una alta ruta.
La historia de la “Carros de foc” empezó hace poco más de veinte años con las visitas de cortesía entre los guardas de los refugios del parque, pero ya se ha convertido en toda una clásica de los Pirineos.
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