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Arabia Saudí sigue adelante con su estación de esquí pese a las alertas ambientales

Mié, 28/05/2025 - 12:47
Arabia Saudí sigue adelante con su estación de esquí pese a las alertas ambientales
Los trabajos avanzan día y noche para completar las presas del lago de agua dulce de 2,8 kilómetros en Trojena. (Foto: Saudi Projects)
Finalizan un túnel estratégico hacia el lago artificial de Trojena, mientras climatólogos alertan que The Line podría modificar corrientes de viento y tormentas de arena en la región.

La primera estación de esquí de Arabia Saudita, situada en las montañas de Sarawat, en pleno desierto del megaproyecto Neom, continúa avanzando con la finalización del túnel B3, una galería de 680 metros que conectará la carretera de acceso con La Bóveda, la futurista aldea esquiable excavada en la montaña.

Con el calendario en la mano, el objetivo se mantiene firme: que Trojena sea sede de los IV Juegos Asiáticos de Invierno, previstos para febrero de 2029, un hito sin precedentes en la historia del deporte continental.

El túnel B3, cuya ejecución está a cargo de la empresa italiana Webuild, será la vía subterránea principal para el transporte de visitantes y suministros hasta el lago artificial de 2,8 km², concebido como epicentro de actividades recreativas y acuáticas.

“Cada piedra movida y cada metro excavado reflejan meses de planificación y sacrificio en uno de los entornos de construcción más desafiantes del mundo”, señaló Tomasso Ciancio, director de construcción del consorcio.

Saudi Projects
Foto: Saudi Projects


Trojena abarca casi 2.250 km² a más de 2.500 metros de altitud, en una región donde las precipitaciones de nieve son prácticamente inexistentes.

Para hacer frente a esta realidad, los promotores han proyectado 30 km de pistas mixtas, repartidas entre exteriores y la estructura cubierta conocida como "La Bóveda", cuya construcción comenzó esta primavera.

Durante el invierno, las temperaturas descienden ocasionalmente por debajo de los 0 °C, pero la estación dependerá en gran medida de nieve artificial y pistas secas especialmente acondicionadas para el esquí.

El lago central, con una capacidad estimada de 56.780 millones de litros de agua desalinizada, será alimentado por un sistema de bombeo parcialmente impulsado mediante energías renovables. No obstante, tanto el proceso de desalinización como el transporte de grandes volúmenes de agua implican un elevado consumo energético.

Para la construcción de la infraestructura inicial ya se han utilizado 7,3 millones de metros cúbicos de hormigón y 130.000 toneladas de acero.

Estudios preliminares apuntan a que la fase constructiva podría generar más de 1,5 millones de toneladas de CO₂, principalmente por la producción de cemento y acero, antes de que llegue el primer esquiador.

El Fondo de Inversión Pública de Arabia Saudita ha prometido que Trojena funcionará como una operación neutra en carbono, aunque por ahora no ha detallado las estrategias concretas de mitigación o compensación.

Organizaciones como Greenpeace Oriente Medio y Norte de África han calificado el proyecto como "profundamente irresponsable", señalando tanto la enorme huella de carbono como la presión sobre los recursos hídricos en una región con escasas precipitaciones.

Además, grupos de derechos humanos han denunciado desplazamientos forzosos de comunidades locales, vinculados al desarrollo general del megaproyecto Neom.

Saudi Projects
Foto: Saudi Projects

 

El precio ambiental del esquí en el desierto

Paralelamente a los retos hídricos y de emisiones, expertos en climatología advierten sobre el posible impacto de las macroestructuras de Neom —incluida la megaciudad lineal The Line— en los sistemas meteorológicos de la región.

El profesor Donald Wuebbles, asesor climático del proyecto, ha alertado de que barreras urbanas de cientos de metros de altura podrían desviar las corrientes de viento procedentes del mar Rojo, alterar las rutas de las tormentas de arena y modificar los puntos de convección que generan las escasas lluvias en el desierto.

Aunque Trojena es un desarrollo más localizado, su red de túneles, presas y cúpulas también podría provocar microcambios en la dinámica del polvo y la nubosidad, según han apuntado climatólogos independientes.

El megaproyecto Neom da empleo actualmente a más de 140.000 trabajadores en sus distintas fases. La primera fase de Trojena, cuya inauguración está prevista para mediados de 2027, incluirá hoteles, restaurantes y zonas de ocio con capacidad para alojar hasta 50.000 visitantes diarios.

Después de completar la cúpula de La Bóveda, el siguiente gran hito será la finalización de la presa que dará forma al lago artificial para actividades náuticas.

Por delante queda un calendario ambicioso: apenas cuatro años para concluir las obras civiles, los sistemas de producción de nieve, la infraestructura hidráulica y las redes de transporte, antes de entonar el himno nacional saudí en la ceremonia inaugural de los Juegos Asiáticos de Invierno 2029.

 

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