El ADN Identifica a un alpinista alemán desparecido en los alpes austríacos durante 58 años
Un misterio de casi seis décadas ha sido finalmente resuelto. Los restos de un alpinista alemán, desaparecido desde 1967 tras un accidente en los Alpes austríacos, han sido identificados gracias a pruebas de ADN.
El hallazgo de partes del cuerpo, realizado en el verano de 2024 en la región de Sölden, pero que no se han podido identificar hasta ahora, marcan el cierre de una de las búsquedas más prolongadas en la historia del montañismo en el Tirol.
El excursionista, un hombre de 30 años originario de Baden-Württemberg, desapareció en marzo de 1967 mientras practicaba esquí de montaña en la zona de Wasserfallferner, a unos 3.200 metros de altitud.
A pesar de las intensas labores de rescate realizadas en su momento, las limitaciones tecnológicas y el terreno accidentado impidieron localizarlo.
En agosto de 2024, un excursionista descubrió restos óseos, incluyendo la parte inferior de una pierna y un pie humano, a 2.459 metros de altitud en el distrito de Gurgl, Rotmoostal.
Junto a los huesos, también se encontró un esquí de travesía rojo, perteneciente probablemente al alpinista desaparecido.
La mujer que realizó el hallazgo alertó a las autoridades locales, quienes trasladaron los restos al Instituto de Medicina Forense de la Universidad de Innsbruck.
Tras exhaustivos análisis, los expertos confirmaron que los restos correspondían al alpinista desaparecido, utilizando modernas técnicas de comparación de ADN.
Los resultados también indicaron que parte de los huesos encontrados eran de origen animal, pero la parte inferior de la pierna y el pie eran claramente humanos.
La investigación reconstruyó el trágico destino del alpinista. Se concluyó que el hombre cayó en una grieta en el glaciar Wasserfallferner durante su travesía, un accidente que le costó la vida.
Las corrientes de hielo y el derretimiento de los glaciares en las últimas décadas desplazaron los restos aproximadamente 700 metros desde el lugar del accidente hasta donde finalmente fueron hallados.
Las autoridades confirmaron que no buscarán otras partes del cuerpo debido a las dificultades del terreno y al tiempo transcurrido. Además, indicaron que el alpinista no tiene familiares vivos a quienes informar sobre el descubrimiento.
La colaboración entre las autoridades austriacas y alemanas permitió esclarecer la identidad del alpinista y brindar un cierre simbólico a una tragedia que marcó la historia del montañismo en los Alpes.
