El Aneto perderá su icónica cruz este invierno
Uno de los hitos más icónicos en la cumbre del Pico Aneto, que ostenta el título de la montaña más alta de los Pirineos con sus imponentes 3.404 metros de altitud, no estará presente para los montañeros durante la temporada invernal de este año.
Nos referimos a la majestuosa cruz que desde 1951 ha sido un distintivo emblema en la cima de esta montaña, la cual será retirada temporalmente por motivos de seguridad.
Después de soportar cinco años en un estado de deterioro y mantenerse en pie gracias a una serie de tensores, la Cruz que corona el Aneto descenderá esos 3.404 metros de altitud para someterse a un tan necesario proceso de reparación.
Esta decisión ha sido tomada por el Ayuntamiento de Benasque, al considerar que la cruz representa un potencial peligro para los alpinistas que buscaban conquistar la cima.
Manuel Mora, el alcalde de Benasque, subrayó que debido a la rotura, la Cruz había perdido gran parte de su altura, midiendo ahora apenas 2 metros.
Para llevar a cabo esta operación de restauración, se ha convocado al GREIM de Benasque y a varios experimentados guías de montaña. Juntos, se embarcarán en la ardua tarea de ascender hasta la cima del Pico Aneto, siempre que las condiciones climáticas lo permitan, acompañados por Miguel Ángel Plaza, un herrero de Villanova especializado en la reparación de estructuras metálicas.
Una vez bajada, comenzará el proceso de restauración, con la expectativa de que regrese a su ubicación original en la cima del Aneto en la primavera del próximo año 2024, pasado el invierno, una época complicada para llevar a cabo este tipo de trabajos, según detalló el alcalde.
Esta cruz, que pesa más de 90 kilogramos y cuenta con una envergadura de cuatro por dos metros, sufrió daños hace algunos años.
Como solución temporal, se implementó un sistema de tensores para mantenerla firme frente a los fuertes vientos, lo que la redujo en altura.
Esta situación ha llevado a que los montañeros puedan fácilmente asirse de ella y escalar sobre la estructura, lo que supone un evidente riesgo.
La idea principal detrás de esta iniciativa es eliminar cualquier riesgo potencial asociado a la cruz en la cima, ya que pueden ocurrir situaciones impredecibles, como fuertes vientos que podrían derribarla y poner en peligro a quienes se encuentren cerca.
Con esta iniciativa, el Ayuntamiento no solo busca velar por la seguridad de los montañeros, sino también aprovechar la ocasión para reafirmar la propiedad aragonesa del Pico Aneto, un tema que a menudo genera controversia. Manuel Mora, alcalde de Benasque, comentó al respecto: "Siempre hay alguien que intenta estirar el mapa por algún lado".
Es importante señalar que, aunque la entronización de la cruz se atribuyó principalmente al Centro Excursionista de Catalunya, en realidad, contó con la colaboración de montañeros de toda España y de la vecina Francia, quienes contribuyeron económicamente a través de donaciones y la cuestación popular, además de aportar elementos como cantimploras de aluminio para la construcción de la cruz.
Este proyecto conmemorativo se llevó a cabo el 12 de agosto de 1951, en una hazaña que involucró a una cordada de unos 80 montañeros que cargaron piezas de más de 18 kilogramos hasta la cima.
En la cumbre, a pesar de los vientos huracanados, lograron ensamblar las partes y celebraron una misa conmemorativa, oficiada por el sacerdote francés prêtre Lefranc, acompañado por dos seminaristas españoles.
Esta historia rica en colaboración y dedicación muestra la importancia cultural y simbólica de la cruz en el Pico Aneto, y refuerza la determinación de preservar su integridad y seguridad para futuras generaciones de montañeros y amantes de la naturaleza que buscan desafiar las alturas y conquistar el majestuoso Pico Aneto.