Insólito espectáculo de KiteSurf, entre montañas, junto a la Val d'Aran
Una mañana primaveral impecable en Bagergue, un encantador pueblo de la Val de Aran, ya es premonitorio de espectáculo. El Valle siempre lleno de contrastes, esta primavera parece que incluso más; más fauna, más flora, menos gente. Una jornada prometedora en la que nos espera una aventura improvisada, distinta y "nueva".
Coordenadas para tener en cuenta
Décimo día en “fase 1” de desconfinamiento de la COVID-19. Entre los vecinos de Bagergue, se encuentran muchos amantes del deporte. Entre ellos, los tres involucrados en esta aventura. Son instructores de esquí, snowboard y telemark, que este año no han podido terminar la temporada en pistas debido al cese de esta misma actividad, a causa de la pandemia. El verano, para los tres, consta de actividades acuáticas marinas. Son gente de piel salada.
Anhelo de yodo, sal y pies descalzos
Los que nos dedicamos al deporte de temporada no podemos evitar estar pensando, ya, en el verano, el pelo mojado, la piel salada y tostada por el sol. No podemos parar de hablar en los objetivos deportivos de esta temporada y el calor del sol, el agua fresca de la costa, el viento y las olas.
El impulso de la inquietud deportiva
Cuando te despiertas con impulso por practicar deporte de manera insaciable, a veces salen ideas alocadas que te llevan a hacer cosas que quizás no te habías imaginado que harías nunca. El “qué” que se nos presenta en este caso es el KiteSurf. El “cómo” es más bien un “dónde” y en este caso va a ser en agua dulce. La mejor opción que valoramos, a raíz de estas épocas de limitaciones, es el embalse de Senet. A pocos kilómetros del túnel de Vielha, justo en las puertas de la Val d'Aran.
¿Podremos?
Sí, poder se puede. En la fase de desescalada en la que se encuentra el Alto Pirineo y la Val d'Aran están permitidos los desplazamientos y tres personas -que es nuestro caso- pueden compartir vehículo. Además, con la realización de un formulario de declaración de responsabilidad, podemos practicar esta modalidad de deporte. Todo bien. Lo formalizamos. Todo funciona. Todo fluye. ¡Perfecto! Ya juntos, recogemos el material y nos ponemos rumbo al embalse de Senet. La cuestión es: ¿Tendremos viento?
El Oasis
Desde las curvas del puerto que nos lleva hasta allí, se divisa el embalse de Senet, también conocido como de Baserca. Se encuentra en el río Noguera Ribagorzana, en la frontera entre Aragón y Cataluña, orientado de norte a sur. Tiene dos kilómetros de longitud máxima y una profundidad media de 23,8m. Un privilegiado escenario para poder navegar con la cometa entre montañas aún nevadas.
Borreguillos y espumillas en el embalse de Senet
A medida que las curvas nos dejan apreciar mejor el agua, se pueden ver borreguillos y espumillas que indican viento, igual que los árboles que no paran de moverse. Estamos emocionados y nerviosos.
El efecto Venturi es el "culpable" de que podamos hacer esta actividad. Es algo que la orografía de la zona hace inevitable. Las montañas canalizan el viento y también influyen en su fluidez. Como muestran las fotos, estamos rodeados por ellas, y es fácil intuir que el viento no nos lo pondrá fácil. Así que habrá que analizar bien el terreno y tomar buenas decisiones para no derivar a las rocas y perjudicar el material.
La playa
Encontramos una casita de información de la flora y fauna del embalse. En la orilla se define una playa de roca digna de la Costa Brava. Es un sitio perfecto para montar todo el equipo y poder valorar la actividad.
Vela montada y al agua
Montamos la vela de 10 metros, la más grande que tenemos. Àlex se prepara y se mete al agua. Todos estamos expectantes. ¿Se levantará la cometa? ¿Navegaremos? Empieza una racha de viento, esta levanta la cometa y con ella a Àlex. Empieza a navegar. Era la racha perfecta y ha sabido aprovecharla. Ciñe la vela y navega de lado a lado entre gritos de emoción y euforia.
El agua debe estar a unos 7-9ºC. Hace una semana nevó en la Val d'Aran, en cotas no muy altas, y estamos en uno de los embalses donde llega el deshielo de las montañas, por lo tanto, sí, el agua está "fresca".
Espectáculo para los sentidos
Hemos navegado. ¡Qué espectáculo! Mi dedo no puede parar de disparar fotografías. El paisaje es precioso y parece que el sol y el cielo azul lo hacen aun más vivo y auténtico. Las montañas verdes, los prados coloridos por las flores silvestres y, en el centro del valle, el azul.
Y, en medio de ese azul, la cometa danza de lado a lado del embalse. La estela de la tabla de surf da brillo y traza la trayectoria de Àlex, que navega como si fuera ¡la última vez!
La intensidad del día, la actividad, el sol, el viento, la emoción, el agua parecen haber atenuado esa necesidad de experiencia en el agua. ¿O la ha avivado...?
En todo caso, ya nos queda menos para llegar a las costas y poder practicar en el mar, el gran azul, con su implacable horizonte.
Si un día pasas por el embalse de Senet…
Recuerda, por un momento, a los tres soñadores que prescindieron de la salinidad del agua y se lanzaron a navegar entre montañas.
@juliamlarregola @julieentrevitres - Àlex Coloma @alex_coloma_artes - Miquel Tubau @miki_tubau2