Un influencer pone en peligro una tribu que ha permanecido aislada durante 60.000 años
En una de las islas más misteriosas y protegidas del mundo, ubicada en la Bahía de Bengala y parte del archipiélago de Andamán y Nicobar, una comunidad ancestral ha logrado resistir el avance de la civilización moderna durante decenas de milenios.
Los sentineleses, habitantes de North Sentinel, viven aislados desde hace aproximadamente 60.000 años, siendo posiblemente los descendientes directos de los primeros humanos que emigraron desde África. Sin embargo, hoy se enfrentan a una amenaza insospechada: los influencers.
Hace pocos días, Mykhailo Viktorovych Polyakov, un turista y creador de contenido estadounidense de 24 años, protagonizó un episodio que ha encendido las alarmas en la comunidad internacional y en organizaciones dedicadas a la protección de pueblos aislados.
Polyakov, armado con una GoPro y convencido de que su hazaña le daría notoriedad en redes sociales, se lanzó a la aventura de alcanzar la costa noreste de North Sentinel, una isla que está estrictamente vedada al contacto humano.
Según informaron varias fuentes, el pasado sábado alrededor de las 10 de la mañana, Polyakov navegó en una pequeña embarcación hinchable hasta llegar a la zona de exclusión establecida a 5 kilómetros de la isla.
Con la intención de llamar la atención de los sentineleses, pasó cerca de una hora haciendo sonar un silbato desde su bote.
Al no recibir respuesta, el influencer desembarcó en la isla durante aproximadamente cinco minutos, tiempo en el que grabó un video y dejó sobre la arena un coco y una lata de Coca-Cola, supuestamente como “ofrendas” para la tribu.
Este acto, lejos de ser un gesto inocente, puso en riesgo no solo su integridad, sino también la de toda la comunidad.
Los sentineleses, conocidos por su feroz hostilidad ante cualquier contacto externo, podrían haber reaccionado de forma violenta.
La policía india, encargada de preservar el modo de vida de esta tribu milenaria y de protegerlos de enfermedades externas a las que no tienen inmunidad, detuvo a Polyakov poco después de su desembarco.
Organizaciones como Survival International han condenado estas prácticas, calificándolas de “profundamente perturbadoras” e “imprudentes”.
North Sentinel es mucho más que una simple isla en el océano Índico. Con una superficie de apenas 72 km², este territorio se ha convertido en una cápsula del tiempo donde la historia humana parece haberse detenido.
Los sentineleses han mantenido un estilo de vida basado en la caza, la pesca y la recolección, sin las influencias de la agricultura o la tecnología moderna.
Su aislamiento ha permitido que su cultura y tradiciones se conserven intactas, en contraste con el mundo globalizado.
Desde hace siglos, diversas expediciones y aventureros han intentado, sin éxito, entablar contacto con esta comunidad.
El intento del misionero estadounidense John Allen Chau en 2018, quien buscaba evangelizar a los sentineleses, terminó trágicamente cuando fue asesinado con flechas.
La intervención de las autoridades indias, que han establecido estrictos protocolos de no contacto, resulta fundamental para salvaguardar la integridad de una de las últimas tribus no contactadas del mundo.