Nima Rinji, el prodigio adolescente de los 8.000 metros, acepta un desafío inédito junto a Simone Moro
Apenas una semana después de coronar el último de las catorce cimas de más de 8.000 metros, el sherpa Nima Rinji, de tan solo 18 años, se prepara para embarcarse en un nuevo desafío.
Invitado por el legendario alpinista italiano Simone Moro, el joven escalador intentará una ascensión invernal en estilo alpino al Manaslu, una empresa sin precedentes en el montañismo.
La invitación fue confirmada a través de redes sociales, donde Nima Rinji, entusiasmado, respondió a Moro con un contundente “¡Sí!”.
Para Rinji, este proyecto representa mucho más que una aventura de alto riesgo: es la oportunidad de consolidarse como un alpinista técnico, un papel que rara vez se le concede a los sherpas, quienes suelen estar limitados al rol de guías o porteadores en grandes expediciones comerciales.
Moro, consciente de las barreras que tiene la comunidad sherpa en el alpinismo técnico, expresó sus intenciones en una reciente entrevista con *ExplorersWeb*:
“Quiero ayudar a Nima Rinji a convertirse en un futuro alpinista profesional. Los sherpas son fuertes, pero su función se ha restringido. Nima tiene el apoyo económico de su familia, y yo quiero darle el entrenamiento adecuado para que logre destacarse en el alpinismo técnico”.
Este apoyo y mentoría son la base de un proyecto que, sin embargo, llega con un alto grado de dificultad y riesgo.
La escalada en estilo alpino exige que los alpinistas asciendan con total autosuficiencia, sin oxígeno suplementario ni ayuda de cuerdas fijas o campamentos previos.
En el Manaslu, esta modalidad se convierte en un desafío único, ya que la montaña está sembrada de cuerdas después de la reciente temporada de ascensiones comerciales.
Sin embargo, como apunta Moro, él y Rinji deberán evitar cualquier asistencia externa o material previamente dispuesto para cumplir con el rigor del estilo alpino.
¿Por qué nadie lo ha logrado antes?
El Manaslu ha sido objeto de intentos invernales desde hace décadas, pero ninguno ha logrado cumplir con los estrictos requisitos del estilo alpino en invierno.
Incluso los mejores alpinistas que han intentado el ascenso invernal, como los japoneses Yamada y Saito en 1985, tuvieron que recurrir a técnicas que permiten descansos y reintentos en una misma temporada, lo cual queda fuera de los estándares de Moro.
“La fantástica ascensión de Yamada y Saito en 1985 fue en dos intentos y no sigue las normas estrictas del estilo alpino, aunque fue ligera para su época,” apuntó Moro.
El propio Moro, conocido por sus ascensiones invernales en el Himalaya, destaca la diferencia: en 2009, junto con Denis Urubko, alcanzó el Makalu en invierno en un único intento tras haberlo intentado previamente en otro punto de la montaña. Sin embargo, él nunca reclamó que fuera en estilo alpino.
Ahora, con la colaboración de Nima Rinji, pretende cumplir con esta meta en una ascensión continua y rápida, una hazaña que exige experiencia y un compromiso absoluto, especialmente para un joven sherpa que, hasta ahora, ha escalado rodeado de apoyo logístico.
Un cambio en la percepción de los sherpas
Rinji, oriundo de la región de Makalu y miembro de una influyente familia sherpa, ha demostrado ya ser un prodigio.
Bajo la dirección de su padre, Tashi Lakpa Sherpa, y sus tíos, Mingma y Chhang Dawa Sherpa, ha completado su lista de catorce ochomiles a una edad que otros alpinistas solo podrían soñar.
Pero sus objetivos van más allá de romper récords de juventud: “No quiero ser visto solo como un sherpa que carga peso. Mi éxito es un homenaje a todos los sherpas que sueñan más allá de las expectativas limitadas de nuestro papel”, comentó Rinji a la agencia EFE tras alcanzar la última cima.
Hasta el momento, su corta pero intensa carrera en el alpinismo se ha cimentado en expediciones asistidas y organizadas por su familia, que dirige dos de las mayores agencias de expediciones en Nepal, Seven Summit Treks y 14 Peaks Expedition.
En la próxima expedición, en cambio, Rinji enfrentará una experiencia completamente diferente. “Una ascensión alpina en invierno será un juego diferente,” señala Moro, quien reconoce los riesgos involucrados. Rinji deberá emplear todas sus habilidades sin depender de la extensa logística de sus anteriores retos.
Un invierno en el Manaslu, sin precedentes
El equipo de Moro y Rinji no comenzará la escalada hasta el 21 de diciembre, coincidiendo con el inicio del invierno astronómico.
Según los criterios de Moro, una auténtica ascensión invernal no debe comenzar antes de esa fecha, lo que añade una dificultad aún mayor, ya que las temperaturas serán las más bajas del año.
Durante este tiempo, Moro planea visitar el campo base del Manaslu para evaluar las condiciones de la montaña antes del intento.