Primer salto en kitesurf por encima de un avión volando
El pasado jueves 16 de enero, la playa Dolphin de Ciudad del Cabo, fue escenario de un momento histórico en los deportes extremos.
El kitesurfista holandés Lasse Walker, conocido por su destreza en el big air, completó un salto sin precedentes al sobrevolar un avión pilotado por el maestro de la aviación Łukasz 'Luke' Czepiela, en un a imagen que dejó a los espectadores sin aliento.
La hazaña, resultado de dos años de planificación meticulosa, combinó la experiencia y valentía de dos referentes en sus disciplinas.
Walker, uno de los nombres más destacados del kitesurf desde 2015, ya había sorprendido al mundo con saltos sobre cargueros y estructuras portuarias.
Sin embargo, esta vez elevó el listón al sincronizarse con Czepiela, un piloto polaco reconocido por su precisión y audaces maniobras, como su aterrizaje en el helipuerto del Burj Al Arab en Dubái.
La idea surgió de una reflexión del propio Walker: "Volvía de Estados Unidos y, al tener vientos en contra durante el vuelo, pensé: si un avión lento vuela contra el viento, puedo saltar sobre él". Con este concepto en mente, comenzó un riguroso entrenamiento en el que realizó miles de saltos y ajustes técnicos utilizando drones y sistemas de medición para perfeccionar su técnica.
El día del evento, las condiciones fueron ideales. Walker alcanzó una altura de 15 metros sobre el agua, logrando sobrevolar el avión de Czepiela con precisión milimétrica.
"Tuvimos el kicker y el timing perfectos. Luke volaba bajo, salté por encima, hice el bucle con mi cometa y miré directamente a la cabina. Todo salió a la perfección", relató emocionado el kitesurfista.
Por su parte, Czepiela, campeón de la Challenger Class de la Red Bull Air Race 2018, enfrentó el desafío de mantener la estabilidad de su avión en condiciones de viento de más de 50 km/h, maniobrando a baja altitud.
"Estás intentando no entrar en pérdida y el avión no es muy maniobrable. Entonces miro al frente y hay un tipo en el agua con una cometa encima. Tira y vuela por encima del avión. Fue muy surrealista", confesó el piloto.
La colaboración entre Walker y Czepiela marca un antes y un después en la historia de los deportes extremos.