10 paisajes de Europa en el que todo aventurero quiere una selfie
En el viejo continente, Europa, el abanico de lugares “increíbles” es infinito, por ello hemos seleccionado una docena. No están todos los que son, pero sí son todos los que están. Hemos elegido para vosotros diez lugares en diez países distintos, cada uno de ellos con un encanto especial, ya sean bosques, lagos, montañas, pueblos o incluso dunas. No siguen un orden del más al menos bonito, pero de alguna forma había que colocarlos.
1.- Islandia - Dettifoss
¿Sabríais decirnos qué famosa película interestelar comienza en este lugar para hablar sobre el origen de la humanidad? En Islandia existen multitud de cascadas y saltos de agua, de todos los tamaños y alturas que podamos imaginar. Dettifoss y Selfoss no iban a ser menos, siendo las cataratas más caudalosas del país y de las más espectaculares.
Una ruta fácil y cómoda, en la que podemos presenciar y disfrutar de un lugar lleno de encanto y con unas panorámicas sobre las cataratas espectaculares. La caída de 44 metros de altura de la cascada Dettifoss provoca una columna neblinosa que puede verse mucho antes de llegar al cañón Jökulsárgljúfur.
2.- Croacia - Lagos Plitvice
Un paraíso formado por 16 lagos en el parque natural de Plitvice en Croacia (Nacionalni Park Plitvička jezera), que van vertiendo sus aguas en espectaculares cascadas desde los 12 superiores -situados en amplios valles-, hasta los 4 inferiores -que se estrechan en un cañón de numerosas cuevas-. Patrimonio Universal de la UNESCO desde el año 1979, tiene una extensión de 30.000 hectáreas y un recorrido de más de cinco kilómetros y medio.
Hay caminos señalizados por toda el área del Parque. Algunos de ellos atraviesan incluso los lagos. Además de una abundante vegetación hay más de 150 especies de aves, lobos y osos.
El sistema de cuevas es tan complejo que aún no ha podido ser explorado por completo por los espeleólogos. Aun así, los visitantes pueden internarse en algunas de ellas como las de Golubnjača y Šupljara, a orillas del lago Kaluđerovac, así como las de Čudinka y Rodic, donde se han hallado restos del gigantesco Oso de las Cavernas, especie extinguida hace 10.000 años.
3.- Irlanda - Calzada del gigante (Giant`s Causeway)
La Calzada de los Gigantes de Irlanda del Norte está clasificada como la MEJOR atracción turística -seguida de la Mona Lisa de Da Vinci y las Cataratas del Niágara- por una encuesta de Irish Times de 2017.
Más de 40.000 columnas basálticas que han creado una especie de camino natural que se adentra en las frías aguas del océano atlántico. Su formación data de hace entre 50 y 60 millones de años, cuando emanaciones de lava volcánica surgieron por grietas en el suelo, dando lugar a este precioso enclave que recibe más de 1 millón de visitas al año, y se ha convertido en uno de los lugares más visitados del Reino Unido.
Según su leyenda, aquí era donde antiguamente vivía el gigante irlandés Finn que, enemistado con su vecino escocés Bennandoner, levantaba trozos de tierra para tirárselos. Al lanzar las rocas, estas quedaron sobre el mar como si se tratase de un camino que fue aprovechado por el gigante escocés para darle una lección a Finn.
4.- España - Las Bardenas Reales
¿Te resultan familiares las Bardenas Reales incluso si no has estado? Lógico, Daenerys, la “Madre de Dragones”, surcó este desierto en su camino al trono en la sexta temporada de “Juego de Tronos” y James Bond estuvo allí en “El mundo nunca es suficiente”.
Más de 40.000 hectáreas declaradas Reserva de la Biosfera por la UNESCO forman el llamado Parque Natural de las Bardenas Reales, en Navarra.
Las impactantes formas son el resultado de la erosión provocada por las lluvias y el viento a lo largo de los años en este terreno de yesos y arcillas. Grandes barrancos, torrentes secos e incluso algunas plantaciones que nacen junto a aisladas balsas de agua. Formaciones rocosas caprichosas y los matices de colores del desierto, con el único sonido de algún ave. Es un lugar para encontrarte.
Aquí habitan especies como el halcón peregrino, el águila real, el águila calzada, el buitre leonado o el alimoche. En total, conviven 24 especies de aves rapaces junto con mamíferos, otras aves y reptiles.
5.- Suiza - Cataratas Rin (Rhine Falls)
Pararse sobre el salto de agua más grande de Europa y sentir el estrépito del agua en todo el cuerpo: esto es posible en las cataratas del Rin en Schaffhausen.
Hace más de 15 000 años, durante la última era glacial, el Rin cambió su cauce y surgió la catarata. El salto tiene una anchura de 150 metros y 23 de alto, desde donde se precipitan 700 metros cúbicos de agua por segundo. Están situadas a tan solo 50 kilómetros de Zúrich y se puede acceder a ellas, incluso, a la enorme roca ubicada en medio del salto, en barco. Los barcos permiten también ir a los castillos Wörth y Laufen.
6.- Portugal - Laurisilva de Madeira
La Laurisilva o el bosque de laureles de Madeira es un verdadero jardín del Edén. Visitarlo es como viajar 3 millones de años atrás. Este archipiélago portugués cuenta con lo mejor de la belleza natural del Atlántico. Su principal característica es la riqueza de su vegetación, entre la que se puede encontrar tilos, laureles y la popular orquídea de Madeira, una especie única en el mundo.
El parque conserva una caldera volcánica considerada como una reserva de reposo y silencio. Un lugar mágico donde disfrutar de la naturaleza del Atlántico.
La mayor parte del bosque probablemente nunca ha sido talado. En consecuencia, hay algunos viejos árboles que han estado creciendo desde mucho antes del descubrimiento de la isla.
7.- Italia - Lago Misurina
El Lago Misurina es uno de los más bellos de Italia y se encuentra en Cadore, en la provincia de Belluno. Es un lago natural a 1.754 metros sobre el nivel del mar con un perímetro de 2,6 kilómetros y unos 5 metros de profundidad. En verano es un importante destino turístico y en invierno, generalmente el lago se congela por completo y se vuelve transitable.
La leyenda cuenta la historia de Misurina, la única hija del rey Sorapiss. Misurina era una niña mimada, caprichosa y rencorosa, pero también muy bonita. Cuando tenía ocho años, supo de la existencia de un hada que vivía en Monte Cristallo y que poseía un espejo mágico. Misurina rogó a su padre que le consiguiera el espejo. A cambio del espejo, el hada pidió que Sorapiss aceptara convertirse en una montaña para proteger el jardín de hadas con su propia sombra. Miientras Misurina contemplaba el espejo, Sorapiss comenzó a transformarse. Misurina se halló de golpe de pie en lo alto de la montaña que había sido su padre, se sintió aturdida y cayó al vacío.
El rey Sorapiss, en sus últimos momentos, fue testigo de la trágica muerte de su hija y de sus ojos brotaron tantas lágrimas que formaron un inmenso lago. El espejo, cayendo, se rompió entre las rocas y los fragmentos fueron arrastrados río abajo por las lágrimas del rey, donde aún hoy dan reflejos multicolores y hacen del Lago de Misurina un lugar único en el mundo.
8.- Austria - Hallstatt
Esta pequeña villa alpina de 800 habitantes, situada en los Alpes austriacos, es uno de los lugares favoritos de las cuentas de viajes y de las más fotografiadas en Instagram.Quizás es el pueblo más bonito a orillas de un lago, con una arquitectura de postal y la mina de sal más antigua del mundo.
Rodeado de montañas de más de 3.000 metros, Hallstatt, a orillas del lago homónimo, se lo debe todo a la sal, hasta su nombre (hall significa sal en alemán), ya que posee ricos depósitos que han sido explotados desde época prehistórica y que constituyeron la base de la prosperidad de esta región hasta mediados del siglo XX. En 1997, el paisaje cultural de Hallstatt fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Su belleza es tal, que una compañía estatal minera china, Minmetals Land, clonó el pueblo en la provincia de Cantón replicando con todo detalle las casas, la plaza del mercado y alguno de sus edificios más representativos. Sus habitantes mostraron una mezcla de orgullo y descontento por ser el primer pueblo copiado de la historia y, finalmente, su alcalde decidió firmar un acuerdo de cooperación con su gemelo chino para promover el turismo a la villa original.
9.- Francia - Duna du Pilat
2,7 kilómetros de largo, 500 metros de ancho, de 100 a 115 metros de alto, es la Duna du Pilat, la más alta de Europa. Situada en el pinar inabarcable del Bosque de las Landas, se levanta una inmensa manta de arena que es el segundo sitio más visitado del país tras Mont Saint-Michel-, aunque es prácticamente desconocido por los viajeros españoles.
La duna de Pyla o Pilat no debe su origen a una catástrofe geológica perdida en tiempo: la culpa la tiene el colapso, en el siglo XVIII, de un gran banco de arena oceánica en este punto del litoral de Aquitania (toda esta costa, conocida como la Costa de Plata, es arenosa, con más 1.500 dunas).
En pocos años el viento arrastró los sedimentos tierra adentro y la mano del hombre hizo el resto, entre la forestación que hizo posible el Bosque de las Landas y las medidas que se tomaron a lo largo de toda la costa aquitana durante siglos para detener el avance de las dunas. A mediados del siglo XIX la duna medía unos 35 metros y hoy, cuando se asciende a la cúspide, bien mediante una escalera de plástico industrial encajada en la arena, bien subiendo por la duna al natural, se hace hasta una altura de 105 metros. Contemplar y subir a lo alto de la duna es una experiencia difícil de olvidar.
10.- Noruega - Nærøyfjord
Naeroyfjord, en los fiordos noruegos, es posiblemente el fiordo más estrecho y espectacular de Europa. Declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. National Geographic también lo consideró el “espacio natural” número 1 junto al Fiordo de Geiranger. Quizás ese sea el motivo por el cual apenas asoman construcciones por la ribera del mismo, apenas algunas granjas y granjas que, si no fuera por el tránsito de barcos turísticos, ponen en entredicho el paso del tiempo.
La magia de Naeroyfjord reside en sus estrechos canales de navegación rodeados de enormes desfiladeros y numerosas cascadas. Sus pueblos, aislados en otra época, vieron en el fiordo su vía de comunicación.
El Nærøyfjord puede que sea el más bello de los fiordos del país, pero no es ni el más largo ni el más profundo. Para explorarlo, lo mejor es comenzar en Flam, la localidad donde se encuentra el tren más empinado del mundo. No es ni un cremallera ni un funicular y tarda 45 minutos en llegar a Myrdal.