Los 5 cenotes de Yucatán que debes conocer en tus próximas vacaciones
Para los antiguos mayas, los cenotes, o “Dzonot”, que significa abismo, eran considerados lugares sagrados y representaban una fuente de vida, proporcionando el más puro de los líquidos vitales. El agua de los cenotes, nunca corrompida por la luz, era un elemento central en muchos rituales. Además, se creía que eran la entrada a Xibalbá, el otro mundo y un centro de comunión con los dioses.
En la actualidad, los cenotes siguen desempeñando un papel importante en la cultura maya, llenos de misticismo y leyendas. Son algunos de los escenarios más cautivadores de la Península de Yucatán, atrayendo a visitantes con sus aguas cristalinas y la exuberante vegetación que los rodea.
En tus próximas vacaciones, visita el maravilloso estado de Yucatán y déjate enamorar por sus casi 400 km de playa, hermosas haciendas henequeneras, magníficas zonas arqueológicas que forman parte de las grandes maravillas del mundo, Pueblos Mágicos y su bella ciudad cosmopolita, capital gastronómica y cultural del sureste mexicano. Pero, sobre todo, disfruta de sus mágicos cenotes. Aquí te presentamos cinco opciones que no puedes perderte y que son ideales para recargar energía en cualquier época del año.
1. Mucuyché y el Cenote Carlota
En Mucuyché, además de recorridos guiados que reviven el auge de una de las haciendas más prósperas de Yucatán durante la época del henequén, es posible nadar en el cenote "Carlota", que recibe a sus visitantes con espléndidas aguas cristalinas. Este cenote debe su nombre a que, en 1865, la emperatriz de México, Carlota, visitó Mucuyché durante su viaje a la Península de Yucatán, convirtiéndose en la primera persona en bañarse en sus aguas.
2. Cenote Chunkuy en Cuzamá
El cenote Chunkuy forma parte de la red de cenotes de Cuzamá, siendo uno de los nuevos tesoros de la población que abrió sus puertas al público en 2021. Para llegar a él, se debe bajar a una cueva mediante unas escaleras de madera. El gran tamaño del lugar y la tonalidad de su agua, junto con sus espectaculares formaciones de piedra, impresionan a cualquiera.
3. Eknakán y el Cenote Paraíso Papakal
Eknakán, conocido por su iglesia de San José de Eknakán, alberga el cenote Paraíso Papakal, un tesoro escondido en la naturaleza. Aquí se puede realizar nado libre nocturno y contemplar la belleza de sus aguas cristalinas, mientras se disfrutan las increíbles estalactitas, estalagmitas y estalagnatos que se han formado durante años. Además, después del nado nocturno, se puede disfrutar del calor de una fogata y descansar en una cabaña o acampar a mitad de la selva maya.
4. Cenote Sambulá
El cenote Sambulá es una hermosa formación subterránea con una abertura en el suelo que marca su entrada. Se debe descender por unas escaleras que dirigen directamente a sus aguas poco profundas, perfectas para quienes viajan en familia. En época de calor, la parte más profunda llega a medir 1.60 metros, mientras que en época de lluvias, la profundidad aumenta a 2 metros. Además, se puede disfrutar de un recorrido en bicicleta desde este cenote hasta el pueblo cercano.
5. Cenote San Antonio
A tan solo 45 minutos de la ciudad de Mérida, se encuentra el increíble cenote San Antonio, dentro de una antigua hacienda henequenera en ruinas. Para acceder a él, hay que bajar por una escalera de aproximadamente 5 metros. El cenote sorprende con una profundidad que va desde medio metro hasta catorce metros, siendo una de las mejores opciones para aquellos que desean sumergirse y explorar la belleza de esta maravilla natural. Además, se pueden realizar recorridos guiados que narran la historia de la ex hacienda y el árbol sagrado de los mayas.
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