La guarida helada de los Pirineos dónde hacer un viaje de hielo y cine
Durante estas vacaciones escolares, los Pirineos se visten de arte y fantasía. Frente a la escuela de esquí "La Tanière givrée" en Piau-Engaly, el reconocido escultor de hielo Stéphane Lesigne, en compañía de un talentoso artista ruso, presenta por tercer año consecutivo su obra maestra: una cueva de hielo que invita a un viaje por la cultura cinematográfica de los años 90.
La gigantesca estructura, bautizada como "Frosted Den", se extiende por 50 metros de galerías y alberga un fresco de 20 metros de largo por 15 de ancho, realzado con efectos de luz y elementos decorativos que recrean universos fantásticos y monstruos de hielo.
"Inflamos los calcetines y luego les echamos la nieve encima, y luego nos desinflamamos, como globos", explicó Lesigne a Actu.fr, revelando la inusual técnica que ha dado vida a esta obra sin necesidad de cavar en sus pasillos.
Ubicada estratégicamente cerca de las zonas de principiantes y de la pista de trineo, la cueva ofrece una experiencia íntima y exclusiva, limitada a 30 personas.
Con una entrada de 5 euros, los visitantes podrán recorrer este mágico espacio durante el horario de 10 a 12 h y de 14 a 17 h, excepto martes y sábados.
Además, en las vacaciones escolares, la cueva permanecerá abierta los miércoles hasta las 20 h para que los amantes del frío puedan disfrutar, incluso, de descensos con antorchas al caer la noche.
Con una trayectoria que incluye creaciones como el submarino inspirado en 20.000 leguas de viaje submarino en 2019 y una versión invernal del universo de Star Wars en 2020, Stéphane Lesigne, recientemente galardonado en el Concurso Internacional de Escultura en Hielo de Valloire en Saboya, continúa sorprendiendo al público.
Esta nueva instalación es una invitación para que los aficionados al esquí y al arte se adentren en un mundo helado donde cada rincón cuenta una historia cinematográfica.
Para acceder a esta experiencia única, es imprescindible reservar la entrada en la Oficina de Turismo de los Altos Pirineos y dejarse llevar por el ingenio y la creatividad que han convertido la nieve en un auténtico viaje al mundo fantástico.
