Rescatado minutos antes de morir cuando escalaba el Mont Blanc en chándal
El ingeniero especial británico Feda Hussein fue encontrado por el equipo de rescate de montaña del Valle de Aosta, de Italia, el domingo por la mañana, después de intentar escalar el Mont Blanc sin el equipo adecuado.
Hussein ha escalado en lugares como Snowdon - la montaña más alta de Gales, con una altura de 1085 metros,- “un par de veces” y practica la escalada en interiores, pero nunca antes había intentado una cumbre con el Mont Blanc. Decidió hacerlo para celebrar su vigésimo sexto aniversario.
Feda Hussein fue rescatado a 3.000 metros con una temperatura corporal de 25 °C; cuando lo normal es de 36 °C. Estaba a solo cinco minutos de morir.
Había pasado la noche con temperaturas bajo cero en el lado italiano del pico, el más alto de Europa occidental.
El equipo de búsqueda no pudo socorrerlo el sábado por la noche porque el clima era muy malo y le dijeron por teléfono que "se quedase quieto" hasta la mañana siguiente.
A su inexperiencia en alta montaña sumaba, según la versión de los rescatistas, una pésima equipación. Cuando lo rescataron, solo iba con botas de montaña y un chándal y estaba envuelto en una sábana dentro de una tienda de campaña que apenas tenía una lona básica.
Él lo niega. En una entrevista desde su cama de hospital en Aosta con el Daily Mail, aseguró que “tenía el equipo adecuado, crampones, un arnés y una cuerda conmigo”.
“Cuando me encontraron todo mi equipo estaba cubierto de nieve. Todo sigue ahí arriba, me había quitado los crampones para poder meterme en el saco de dormir", contó Hussein, quien admite que "tal vez no fue una buena idea".
“Quería escalar el Mont Blanc”, relató. “Salí el viernes de Val Veny para completar la ascensión de la ruta normal italiana al Mont Blanc por el refugio de Gonella. Pasé la noche entre el viernes y el sábado en una tienda en el glaciar Miage. Al día siguiente reanudé mi viaje”, dijo.
Describió cómo las condiciones en la montaña habían empeorado hasta el sábado por la tarde. Estaba nevando y el viento era muy fuerte. Me perdí en el camino hacia Gonella, así que decidí retroceder hasta el refugio Durier. No estaba muy lejos, pero en esa situación era imposible alcanzarlo. Tuve que parar y traté de ponerme a cubierto”, agregó.
Él mismo hizo la llamada de emergencia diciendo que estaba perdido, pero que estaría bien, ya que tenía una tienda resistente a la intemperie, “pero era más una lona alquitranada y todo lo que tenía eran bastones para caminar”, afirmaron los miembros del equipo de rescate.
Por suerte, está a salvo, pero podría enfrentarse a una factura de 1.500 euros, que es lo que ha costado el rescate.