Un oso pardo ataca a una turista española que quería hacerle una foto en Transilvania
¿Osos sí o osos no? El debate está servido y más cada vez que se registran ataques de estos plantígrados a los humanos. Los últimos tres casos conocidos ocurrieron esta semana en Rumanía, en apenas 24 horas, y en uno de ellos la víctima ha sido una turista española.
Este miércoles alrededor de las 13:00 horas, una turista española de 74 años resultó herida por un oso pardo mientras intentaba fotografiarlo desde su vehículo cerca del Hotel Posada, en la comuna de Arefu, a la entrada de la famosa carretera Transfăgărășan, en el corazón de Transilvania.
La víctima sufrió varias mordeduras en la mano y fue trasladada de urgencia al hospital tras recibir los primeros auxilios en el lugar, donde una patrulla de gendarmes de montaña escoltó su coche hasta la ambulancia, dado que el animal ya había abandonado la zona.
Esta agresión marca el tercer ataque de oso pardo registrado en menos de 24 horas en el distrito de Argeș. El martes por la tarde, un turista polaco de 77 años resultó herido de gravedad con mordeduras en el brazo y el abdomen después de intentar alimentar al animal desde la ventanilla de su coche; por su parte, un alemán de 53 años sufrió lesiones similares en circunstancias casi idénticas.
Tras el segundo incidente, se activó un mensaje de alerta Ro-Alert para advertir a residentes y visitantes de la presencia de osos en las inmediaciones.
La sobrepoblación de osos en Rumanía podría estar detrás del aumento de ataques

Los ataques de osos pardos a seres humanos han aumentado en Rumanía en los últimos años, coincidiendo con el crecimiento del turismo rural y de montaña. Entre 2004 y 2024, 26 personas perdieron la vida y 274 resultaron heridas en encuentros con estos animales, según datos oficiales del Ministerio de Medio Ambiente de Rumanía.
En Rumanía, los ataques de osos pardos han dejado 26 muertos y 274 heridos en dos décadas, en paralelo al auge del turismo rural y de montaña.
Los expertos atribuyen este repunte a la sobrepoblación de osos, estimada actualmente entre 10.419 y 12.770 ejemplares, muy por encima del número óptimo de 4.000 defendido por las autoridades ambientales nacionales.
Ante la escalada de incidentes, el Gobierno de Bucarest ha abierto un debate público para agilizar la actuación de las autoridades en casos de peligro inminente. Hasta ahora, el protocolo exige alejar al oso de la zona urbana, reubicarlo en hábitats alejados de los asentamientos y, únicamente si persiste un comportamiento agresivo, proceder a su abatimiento.
El nuevo proyecto permitirá eliminar a ejemplares peligrosos sin necesidad de agotar todos los pasos previos, con el fin de garantizar la seguridad ciudadana.
Además, se ha iniciado el proceso legislativo para desproteger temporalmente a los osos pardos y aumentar las cuotas de caza en 2025. En 2022, el Parlamento autorizó el sacrificio de 426 osos hasta finales de 2025; ahora, las autoridades barajan incrementar esta cifra ante la imposibilidad de controlar el crecimiento poblacional por otros medios.
Varias administraciones municipales en las zonas más afectadas han instalado cercas eléctricas en los perímetros urbanos y puntos de acceso a rutas de senderismo, con el objetivo de disuadir a los osos de acercarse.
Asimismo, las agencias de turismo han sido convocadas a campañas de sensibilización para evitar actividades de "safari fotográfico" que animen a los visitantes a aproximarse demasiado a los ejemplares salvajes.
Las autoridades insisten en no alimentar, ni fotografiar ni grabar osos a corta distancia, prácticas que incrementan de forma crítica el riesgo de accidentes
spotmedia.
Recomendaciones a turistas y residentes
- Mantener siempre las ventanillas subidas al atravesar zonas boscosas o rutas conocidas por la presencia de osos.
- No abandonar restos de comida ni acampar fuera de zonas habilitadas, ya que los olores pueden atraer a los animales.
- En caso de avistar un oso, retroceder con calma sin hacer movimientos bruscos y alertar a las autoridades marcando el 112.
- Respetar los perímetros protegidos y seguir las indicaciones de guías expertos y de la señalización oficial.
Con la llegada del verano y el previsible aumento de visitantes en los Cárpatos, las autoridades rumanas llaman a extremar la prudencia.
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