Destino Aletsch Arena, vacaciones al sol ante un glaciar en los Alpes suizos
Nos dirigimos a Aletsch Arena, un lugar al que se llega cómodamente: tren desde los aeropuertos de Ginebra y Zurich hacia Brig, donde se cambia de tren y, desde allí, en 10 minutos se llegará a Morël, ya en Aletsch Arena. Pero, llegado a Suiza, el visitante que se dirige a Aletsch Arena aún no puede imaginar qué va a descubrir. Junto a un inmenso glaciar, el Aletsch, sentirá el impacto del Jungfraujoch, el Matterhorn, el Mont Blanc y 40 picos más que superan los 4.000 metros. Gigantes, cuya presencia definen y singularizan el lugar.
Aquí, el sol luce unos 300 días al año y en sus encantadores pueblos de montaña, sin tráfico de vehículos a motor, desprenden hospitalidad. Aldeas con las casas rurales del Valais, granjas alpinas, idílicos chalets... Y, todo ello, envuelto por la brisa alpina refrescante y aromática.
Aletsch Arena lo forman 3 pueblos: Riederalp, Bettmeralp y Fiesch-Eggishorn, los tres conectados entre sí.
Acceso a webcam sobre Bettmeralp: Imagen a tiempo real
Descubrirlos es una agradable experiencia. Desde ellos, se accede a escenarios impresionantes que cautivan a los amantes de la naturaleza en su estado más puro, de la tranquilidad, del senderismo, del trekking, del trailrunning, del biking, de las vías ferratas..., e incluso del golf.
Donde el silencio convive con la actividad
En los pueblos, los coches no pueden circular. Solo eso ya garantiza tranquilidad y, especialmente, a las familias. A la atmósfera silenciosa y calma de Aletsch Arena, contribuye la magnificencia de los titanes naturales que la rodean. Están permanentemente ahí. Son los que aportan gran parte de la magia al lugar.
En este contexto, plano en mano o consultando web, un sinfín de actividades a programar tanto en el propio valle como en lo más alto.
La experiencia inolvidable, sea cual sea la elección, está asegurada.
El transporte público permite una experiencia completa
El coche se puede dejar en casa porque esta zona (de hecho, igual que toda Suiza) se puede descubrir y disfrutar al completo moviéndose con la red de transporte. Se llega incluso a esos “puntos imprescindibles” como los miradores Hohfluh, Moosfluh, Bettmerhorn y Eggishorn. Trenes y teleféricos aseguran todos los destinos.
Entre el valle y el cielo, maravillas a distintos niveles
Pueblos en el valle, funiculares que suben a terrazas soleadas con pueblecitos de montaña y teleféricos que van aún más arriba, hasta los miradores. Desde allí, y dependiendo de lo que cada uno quiere y puede hacer, propuestas que llevan a bosques o a crestas.
A medio camino entre el valle del Ródano y el cielo se encuentran las terrazas soleadas de Fiescheralp, Bettmeralp y Riederalp. Seis funiculares aéreos transportan a los visitantes desde el valle hasta los centros vacacionales, a unos 2.000 m de altura, un campo base paradisíaco para realizar las mejores excursiones por la región de Aletsch. Desde aquí, se puede seguir hasta las montañas panorámicas más hermosas que, con sus miradores, aseguran vistas sobrecogedoras.
El glaciar Aletsch, un gigante de hielo Patrimonio Natural de la Humanidad
Con una superficie de 78,5km2, 20 km de longitud y 1.800m. de ancho, el glaciar Aletsch alberga unos 11.000 millones de toneladas de hielo. Impresionante. Sus masas de hielo discurren hacia el valle por el lado norte de los montes Eiger, Mönch y Jungfrau, en el Valais. Las aguas desembocan en el Ródano a través de la garganta de Massa. Indómita. Ya en 2001, la región Alpes Suizos Jungfrau–Aletsch fue incluida en la lista de Patrimonios Naturales de la Humanidad de la Unesco por su extraordinaria belleza. Espectacular.
Los miradores perfectos para admirar el glaciar
Si queremos subir al mirador del Bettmerhorn: Empezaremos yendo a Betten. Desde ahí, el teleférico nos llevará hasta Bettmeralp, un bonito pueblo a 1.957m. de altitud cuyas vistas son fantásticas. Se ven las principales montañas del valle de Valais. Además, tiene un lago en cuyas aguas se puede remar y, para los más atrevidos, ¿por qué no?, un baño.
De Bettmeralp sale el teleférico que conduce al mirador de Bettmerhorn (2.927 m.). Es ideal para ver el glaciar Aletsch, blanco e imponente. Acceso a webcam: Imagen en tiempo real
O vamos a Eggishorn: También desde Fiesch sale un teleférico que lleva al meandro del glaciar Aletsch, a su curva.
Quienes quieren acercarse más pueden recorrer el sendero del glaciar hasta el icónico lago Märjelen y regresar por Fiescheralp. Acceso a webcam: Imagen en tiempo real.
Desde el mirador de Hohfluh.
Si optamos por la popular ruta del Moosfluh. Haciendo esta ruta, descubriremos que la fantástica vista del glaciar Aletsch es solo uno de sus atractivos.
Acceso a webcam: Imagen en tiempo real
Después de haber disfrutado las vistas desde el mirador, se sigue por el Härdernagrat, inmerso en el fascinante paisaje de alta montaña del Patrimonio de la Unesco y, de camino a Riederalp, se encuentra la victoriana Villa Cassel. Una maravilla de otro orden que, después de haber sido residencia de un banquero inglés, Ernest Cassel, hoy es el Centro Pro Natura Aletsch.
El Centro Pro Natura Aletsch
Se inauguró en 1.976 y fue el primer centro de conservación de la naturaleza suizo. Trabaja en la preservación de la naturaleza en Aletsch Arena, de su fauna y flora únicas. Exposiciones, eventos, excursiones guiadas durante el verano y mucho más hacen de la visita a Villa Cassel en Riederfurka una experiencia gratificante e instructiva. Se puede visitar después de una corta caminata desde Riederalp y es el punto de partida de varios senderos temáticos como el Cassel Trail, el Moraine Trail o las rutas en altura en la región del Aletsch.
El bosque de Aletsch
Este bosque, que vale la pena recorrer, se originó en la morrena lateral meridional del glaciar y ha proliferado como reserva ecológica única.
Es uno de los bosques más antiguos de Europa. Algunos de sus árboles tienen más de 900 años. En el bosque de Aletsch, anchos senderos y los cuatromiles de la cordillera Mischabel y el Cervino siempre a la vista.
Un destino familiar con privilegios
Aletsch Arena es una Award family destination que cuenta con actividades y precios muy atractivos para familias.
Los peques pueden hacer un treking con cabras o participar en el programa “Gletschti”, que es un programa para niños de 4 a 12 años, donde pueden observar animales, visitar una granja o hacer su propia pomada de hierbas.
Rutas de trekking con guías locales
Entre junio y octubre se pueden hacer recorridos de uno o dos días por la zona glaciar conducidos por guías locales, con quien se descubren los fascinantes fenómenos del hielo perpetuo.
Las visitas guiadas a los glaciares están disponibles todos los días en los destinos turísticos de Riederalp, Bettmeralp y Fiesch-Eggishorn.
El trailrunning en Aletsch Arena, todo un desafío
Sí, en verano, el trailrunning en Aletsch Arena es una experiencia desafiante que exigen al runner ser un todo terreno. Hay que sortear caminos pedregosos y raíces de árboles, así como correr por campos nevados.
Para los amantes de la bici, la Stoneman Glaciara Mountainbike
Son 127 km de pura mountainbike.
Esta ruta se puede hacer en uno, dos o tres días. Cada uno lo hace a su ritmo y según su nivel físico. Una ruta que, tras acercarse al glaciar, acaban siguiendo el río Ródano hacia Obergoms, pasando por pueblos antiguos, descubriendo monumentos históricos y acogedores cafés que hacen muy agradables las paradas.
Practicar golf “de altura”
Sin duda alguna. Jugar a golf a 2.000 m. el campo más alto de Suiza. Jugar, tanto si se es principiante como veterano.
O participar en las dos semanas de torneos de golf que tienen lugar en agosto y septiembre donde comparar las habilidades propias con las de los demás. Desde la zona, aconsejan: "si le gusta el golf, el mejor lugar para alojarse es el Golfhotel Riederhof. El alojamiento da derecho a lecciones de golf con descuento, un green fee reducido y un descuento en la tienda de golf".
Aletsch Arena en invierno
En invierno, Aletsch Arena es otro mundo. Ofrece 104 kilómetros de pistas de esquí entre las cotas 1.845 y 2.869 m. Esquiando se pueden hacer rutas también extraordinarias para admirar la magnificencia del entorno.
Es una estación muy soleada que apuesta por facilitar el esquí a familias y jóvenes. Forfait para menores de 20 años gratuito cada sábado. No se permiten coches y el acceso a pistas desde los pueblos del valle se realiza a través de teleféricos y telecabinas. La gran mayoría de los alojamientos se encuentran a pie de pista.Esquiadores, raquetistas y senderistas suelen cerrar el día ante una deliciosa raclette o una fondue acompañada de una copa de vino blanco del Valais. En invierno, apetece y, en verano, ¿por qué no?
