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Subir esquiando al hotel más alto de Europa: alcanzar la Capanna Regina Margherita

Jue, 10/10/2024 - 19:43
Subir esquiando al hotel más alto de Europa: La aventura de alcanzar la Capanna Regina Margherita
Subir esquiando a la Capanna Regina Margherita es mucho más que una simple aventura alpina. La recompensa es el privilegio de haber alcanzado el hotel más alto del continente. (Foto: www.facebook.com/rifugimonterosa)
Una travesía alpina hasta los 4.554 metros de altitud, combinando esfuerzo, paisaje majestuoso y un refugio histórico.

Subir esquiando a la Capanna Regina Margherita, el "hotel" más alto de Europa, es una de las experiencias más extremas y fascinantes que un amante de la montaña y el esquí de travesía puede vivir.

Situada a 4.554 metros en la Punta Gnifetti, en el imponente macizo del Monte Rosa, este refugio ofrece no solo una oportunidad de exploración alpina sino también una inmersión en la historia y la ciencia de las grandes alturas.

Historia y ciencia en lo alto de los Alpes

Inaugurada en 1893 y bautizada en honor a la reina Margarita de Saboya, la Capanna Regina Margherita no es solo un hotel o refugio, sino también un laboratorio científico de gran renombre.

Desde su apertura, se han llevado a cabo investigaciones en fisiología y medicina, ciencias ambientales, glaciología y física atmosférica. Actualmente, es el laboratorio más alto de Europa, y sus estudios sobre los efectos del mal de altura y la aclimatación han tenido un impacto significativo a nivel internacional.

A pesar de su función científica, la cabaña también sirve como refugio para los montañeros que se aventuran a sus puertas.

Con 70 camas y comodidades como restaurante, bar y acceso a internet, es una parada obligatoria para quienes recorren los picos del Monte Rosa. Sin embargo, durante el invierno, las instalaciones oficiales están cerradas, pero el vestíbulo permanece accesible en caso de emergencia.

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(Foto: www.facebook.com/rifugimonterosa)

Preparación y rutas hacia la cima

Alcanzar la Capanna Regina Margherita no es tarea sencilla. Los riesgos asociados a la alta montaña, como las grietas, los repentinos cambios meteorológicos y el mal de altura, exigen una preparación física y mental exhaustiva. El equipo adecuado, que incluye esquís de travesía, arnés, cuerda, crampones y piolet, es fundamental, al igual que contar con la asistencia de un guía de montaña certificado UIAGM.

Existen varias rutas hacia el refugio:

1. Desde Capanna Gnifetti: Esta ruta, una de las más populares, sigue el glaciar Lys en una travesía de 4 a 5 horas. Los montañeros suelen detenerse en el Rifugio Gnifetti, donde se puede descansar y disfrutar de una comida antes de continuar el ascenso.

2. Desde Monte Rosa Hütte: Un recorrido de aproximadamente 5 horas a través del glaciar Grenz, que conecta el refugio suizo con la Capanna Regina Margherita. Es un trayecto técnico que combina la travesía glaciar con el esquí.

3. Cresta SE desde Bivacco L. Resegotti: Este es un itinerario alpinístico más técnico y reservado para expertos, con pasos expuestos y un nivel de dificultad considerable.

El desafío del esquí de travesía invernal

Si bien la Capanna Regina Margherita es un destino clásico en los meses de verano, cuando los montañeros disfrutan de cielos despejados y temperaturas más benignas, el invierno añade un nivel de complejidad.

Las nevadas profundas, las temperaturas bajo cero y el aumento del riesgo de avalanchas convierten la experiencia en un auténtico desafío. Sin embargo, para los esquiadores de travesía más audaces, alcanzar el refugio en invierno ofrece una recompensa única: el paisaje nevado del Monte Rosa y la tranquilidad absoluta de la alta montaña.

Durante la travesía invernal, el Rifugio Gnifetti es un punto de parada casi obligatorio. Con vistas espectaculares y una comida reconfortante, brinda un respiro antes de acometer la etapa final. La sensación de aislamiento y la inmensidad del paisaje alpino crean un ambiente místico, en el que el tiempo parece detenerse.

La experiencia de la altitud

El ascenso hasta los 4.554 metros exige un proceso de aclimatación para evitar el mal de altura, un problema común en estas altitudes. La falta de oxígeno puede generar fatiga extrema, dolores de cabeza y náuseas.

Por ello, muchos optan por dividir la travesía en etapas y pasar la noche en refugios como el Gnifetti antes de alcanzar la cumbre.

A la llegada a la Capanna Regina Margherita, los esquiadores son recibidos por un entorno único: desde las ventanas del refugio se abren vistas espectaculares hacia la cara sur del Monte Rosa, el Valle del Po, los Alpes Marítimos e incluso, en días despejados, los Alpes suizos al norte. El amanecer desde la cumbre es un espectáculo inolvidable, con la luz dorada tiñendo las montañas y los glaciares.

refugio Monterosa
(Foto: www.facebook.com/rifugimonterosa)

Más allá del esquí

Además de su función como refugio para montañeros y esquiadores, la Capanna Regina Margherita sigue siendo un importante centro de investigación. Los estudios que se llevan a cabo aquí, especialmente en el ámbito de la fisiología a gran altitud, tienen aplicaciones prácticas no solo en el alpinismo, sino también en la medicina y el deporte.

El refugio ha adoptado además una política de sostenibilidad, con esfuerzos por minimizar su impacto ambiental en este frágil ecosistema alpino. En las últimas décadas, se han implementado tecnologías para reducir el consumo energético y las emisiones, manteniendo el equilibrio entre la actividad humana y la preservación del entorno.

 

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