Descenso de barrancos: río abajo rapelando y nadando
¿Qué sabéis del descenso de barrancos? ¿Lo habéis practicado alguna vez? ¿No? Pues este artículo le puede servir para afrontar vuestra primera experiencia. ¡Vamos!
Bajar por un desfiladero que combina saltos de agua y pozas y hacerlo rapelando, a tramos deslizándose igual que lo haríamos por un tobogán y en determinados puntos caminando o nadando. Muy en resumen esta podría ser la definición de lo qué es el barranquismo, una modalidad que combina deporte y ocio y que llegó a los Pirineos a mediados de los años 70 del siglo pasado.
Desde entonces el barranquismo ha vivido épocas de todo tipo, desde la expectación que provocó su práctica inicial, restringida a unos pocos pioneros que se arriesgaban a bajar tramos de ríos que nunca antes habían sido pisados por nadie, pasando por épocas en que los practicantes del barranquismo quedaron reducidos a un grupo de incondicionales, hasta la actualidad, un momento en el que se considera una modalidad consolidada o, incluso, en ligero crecimiento.
La práctica de los llamados deportes de aventura, de los que destacan el rafting, el barranquismo o el parapente entre los más populares, no ha dejado de crecer en los últimos años, aunque llegando a un punto de cierta estabilización.
Los Pirineos están considerados como un buen territorio para la práctica del barranquismo, aunque también lo son la sierra de Tramuntana en Mallorca, Sierra Nevada en sus dos vertientes, los Picos de Europa y la serranía de Cuenca. Son zonas muy valoradas porque reúnen todas las condiciones para adaptarse a medida de los que se quieren iniciar, para los que se pueden considerar practicantes de nivel medio y también para los que se pueden considerar practicantes de nivel alto o expertos.
¿Cómo iniciarse?
Como ocurre con todos los deportes de aventura, el barranquismo requiere tener unas prevenciones y conocimientos mínimos si se quiere poner en práctica por primera vez, ya que está considerada una actividad que puede implicar riesgo. Además, hay que tener presente que para practicar el barranquismo es necesario material específico, tales como casco, un neopreno completo, arnés con anillo ventral horizontal, mosquetón y descensor tipo 8, cuerdas, cintas, cordinos y, muy importante, un seguro. Aparte de mochilas, botas o un botiquín, entre otro material.
Así pues, lo más conveniente para nuestra primera experiencia será contratar un guía para que nos pueda facilitar el material y al mismo tiempo minimizar los riesgos por falta de preparación básica y técnica. Eso sí, en los deportes de aventura el riesgo cero no existe, más aún cuando se trata de una actividad que puede venir condicionada por la meteorología. Hay que evitar los barrancos en días de lluvia o de previsión de tormentas en la cabecera del barranco.
Hay que tener asumido que una vez nos adentramos en un desfiladero hay que estar concienciado en que quizá experimentaremos situaciones que pueden generar presión psicológica y requerir cierta forma física. Eso sí, las emociones intensas están garantizadas, más aún si tenemos en cuenta que la actividad se desarrolla en espacios salvajes, poco concurridos, a menudo sombríos y de aguas frías, pero siempre de gran belleza.
El mejor momento
El cuándo siempre vendrá condicionado por nuestro nivel y por el caudal de agua que lleve el río o torrente. Lo más habitual, sin embargo, es que los practicantes noveles lo hagan los meses de pleno verano, mientras que los más avanzados lo pueden hacer todo el año, incluso en barrancos helados.
¿Qué técnicas?
En sus inicios el barranquismo combinaba técnicas que provenían de la espeleología, la escalada y el alpinismo. Actualmente ya se aplican técnicas y materiales propios.
El organismo de referencia para la formación e información es la FEDME a nivel estatal, pero las federaciones autonómicas, especialmente la aragonesa y la catalana, son referentes en esta modalidad.
Pues bien, ya lo sabéis, si están interesados en iniciarse en el barranquismo ya tenéis algunas pautas básicas para hacerlo. Podéis localizar asociaciones montañeras en vuestro entorno o empresas de guías que os permitirán hacerlo con garantías. Y ya sólo me queda deciros que, una vez en el barranco disfrutad del agua y respetar el entorno.
¿Vamos?