Seguimos la pista del aceite de oliva, entre paisajes y atractivas experiencias oleoturísticas en Lleida
Es tiempo de recogida de aceitunas, de aceite en los molinos, de primeras prensadas. De dar la bienvenida a ese oro líquido intenso, brillante o turbio de gran sabor. Único, tradicional y sorprendente porque cada año, según las condiciones meteorológicas que han vivido los olivos, contiene puntos de gusto peculiares. Lo imaginamos aliñando un “pa amb tomàquet” con sal, un buen aceite y acompañado de embutidos y quesos de las Terres de Lleida. Algo que se nos hace realmente apetecible.
Nos vamos. Primer paso: ¿a qué comarca? Tanto Les Garrigues, como La Noguera, El Segrià, l’Urgell o el Pallars Jussà nos ofrecen excelencia. Puede que ya lo sepamos por experiencia propia, porque nos lo ha dicho un conocido o porque lo hemos leído en los medios.
Nos dejamos llevar por una propuesta que, bajo el nombre “Oleoturismo en Lleida, el gusto por la tierra” invita a una experiencia completa, diversa, única y de prestigio mundial. Deleitaremos nuestro paladar y nuestra despensa, mientras descubrimos el territorio, su paisaje y la cultura asociada al aceite y al olivo.
38 experiencias memorables aliñadas con el mejor aceite en 5 comarcas de Lleida
Visitas a molinos y cooperativas de aceite, experiencias entre olivos y de contacto con el mundo rural, oleoturismo en familia, talleres con aceite, gastronomía, paseos entre olivos en bicicleta y también propuestas vinculadas con las construcciones de piedra seca, reconocidas como Patrimonio Cultural por la UNESCO. Y, hasta 38, muchas más experiencias.
En la comarca de Les Garrigues, tierra y leyenda de la arbequina
La comarca de Les Garrigues, la de más tradición en la producción de aceite con la denominación de origen más antigua del Estado, la DOP “Les Garrigues”. La legendaria variedad arbequina ha conquistado gourmets de todo el mundo por sus cualidades organolépticas y culinarias excepcionales. Nadie pone en duda que entre los mejores Aceites de Oliva Virgen Extra se encuentran los de arbequina y Les Garrigues.
En Les Garrigues, mucho por conocer: olivos centenarios, márgenes de piedra seca y cabañas de piedra, molinos de aceite y cooperativas modernistas -como el sindicato de Arbeca-, que unen hombre, olivares, aceite y buena mesa.
El Centro de Cultura del Aceite y Museo del Aceite de la Granadella, Cal Gineret y Espacio Macià de Les Borges Blanques, el Molino Argilés en Arbeca y el Ecomuseo del Aceite de la Pobla de Cérvoles son un buen punto de partida del descubrimiento oleoturístico de la comarca.
El visitante puede ponerse en la piel del campesino, pasear por las fincas de olivos, recoger aceitunas y disfrutar de un buen almuerzo con el aceite como protagonista. Y si es gourmet, disfrutar de una cata de aceites o participar en talleres de cocina.
O dejarse fascinar por la fortaleza ibérica de los Vilars, las pinturas rupestres de la Roca de los Moros de El Cogul, icono del arte rupestre mediterráneo y patrimonio mundial de la UNESCO desde 1998.
Una experiencia en este espacio que incluye visita, cata de aceites, “pa de ronyó” (pan de riñón), chocolate y sal.
En la comarca del Pallars Jussà, montaña, aceites de altura y variedades de oliva ancestrales
El Pirineo siempre resulta evocador y comarcas como el Pallars Jussà se asocian fácilmente a mil y una imágenes sugerentes: iglesias románicas, el agua que corre, pueblos de pesebre, lagos cristalinos, miradores naturales, vistas imponentes, leyendas fabulosas, castillos de frontera, senderos sinuosos, deportes de aventura, nieve en las crestas y un sinfín más.
Pero a menudo se olvida que buena parte del Pirineo ha sido históricamente, y todavía es, una montaña cultivada, agrícola y humanizada, y en el Pallars Jussà los productos gastronómicos, el vino y el aceite de oliva de calidad diseñan el día a día de esta tierra. Más allá de la célebre y celebrada arbequina, en la comarca se han identificado catorce variedades autóctonas ancestrales que no estaban catalogadas, y cinco de las cuales son potencialmente productoras de aceites gourmet y de gama alta. Un tesoro agrario.
La oferta oleoturística se complementa con propuestas de interés vinculadas al patrimonio natural e histórico como el Parque Nacional de Aigüestortes y Estany de Sant Maurici; el Geoparque Mundial UNESCO Orígens -yacimiento de dinosaurios; las Tiendas-museo de Salàs; o el Castell de Mur.
En la comarca del Urgell, el aceite de la Ruta del Císter
Si vamos al Urgell, es que apostamos por una comarca en que agricultura y naturaleza conviven de forma armónica y que, a cada paso encontramos olivos que dan cuenta del presente y del pasado. Lo descubrimos siguiendo la pista del olivo y el aceite, entre cultivos, bancales y márgenes de piedra seca, al abrigo de pueblos de origen medieval.
En la comarca del Urgell, el aceite de la Ruta del Císter, que agrupa algunas de las mejores muestras monásticas de la arquitectura gótica en Cataluña que, junto con pequeños pueblos medievales, hace siglos cautivaban a los peregrinos del Camino de Santiago y hoy a sus visitantes.
- El elixir dorado
La historia de la comarca nos habla de un tiempo en que el aceite del oliva ya era un producto de primera necesidad, un codiciado elixir dorado, hasta el punto de que monasterios como el de Vallbona de las Monges (el único monasterio femenino de la ruta del Císter) hicieron de la producción de aceite de oliva uno de sus puntales, de lo que da fe el molino que aún se conserva.
Esta comarca propone experiencias para descubrir el origen y los paisajes del aceite de oliva virgen extra.
En la comarca de El Segrià, paisaje y aceite genuinamente rurales
A pocos minutos en coche de la capital, Lleida, el Segrià presume de un paisaje genuinamente rural, al que han dado forma a los agricultores a base de trabajarlo de sol a sol, cultivando olivos y levantando pacientemente construcciones de piedra seca, verdaderas maravillas arquitectónicas de la piedra seca, las llamadas "catedrales de los pobres", que la UNESCO ha reconocido como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad y que son un elogio a la constancia, el esfuerzo y la tenacidad.
Un buen ejemplo de experiencia oleoturística en el Segrià son los Caminos del Oro líquido, que se celebra durante algunas semanas puntuales al año. Turismo, cultura y experiencia gourmet. El Aceite de Oliva Virgen Extra es - ¿cómo no?- el gran protagonista.
En la comarca de La Noguera, aceite de día y de noche
La Noguera es una comarca grande y diversa, atractiva y antigua, salpicada de ermitas, castillos, colegiatas, yacimientos, dólmenes, monasterios, pinturas rupestres e iglesias de todos los tamaños.
También es tierra de pueblos milenarios, habitados por hombres y mujeres que han cultivado la tierra durante siglos. Y, por supuesto, el paisaje: montaña inhóspita y cultivos; llanura y montaña; amable y agreste. Un paisaje que muestra cómo el hombre lo ha dominado ganando terreno en pendientes “imposibles” y en cuyo diseño está el olivo. La Noguera cuenta con el considerado "el mejor cielo de Cataluña", para su observación.
"Nogueramente bueno" es el eslogan gastronómico de la comarca, el de una cocina sencilla: embutidos, encurtidos, “coques de recapte” y caracoles, que podemos maridar con vinos DO Costers del Segre.
El aceite en Lleida, motor de actividades que se adapta a la situación actual
La actividad pro turística de cooperativas, venta de aceite, campaña de aceite de todo el año, fiestas y ferias vinculadas, a pesar de la situación actual provocada por los efectos de la Covid, se mantienen, adaptándose. El formato digital, por ejemplo, adquiere un gran protagonismo. Tanto para reemplazar la fiesta o feria física -si es preciso- como para suministrar aceite vía compra on line.
Como la aventura es cuestión de, en la medida de lo posible, no perdérsela, aprovisionar a distancia puede ser una buena fórmula para rememorarla y seguir manteniendo alegres despensa y paladar.
- Enlaces de interés: https://www.aralleida.cat/es/oleoturismo/
