Andrew Ushakov rompe récord en el Everest y cae por contrabando de divisas
Del récord al escándalo en solo unos días. Andrew Ushakov subió el Everest desde Nueva York en tiempo récord, pero fue detenido en Katmandú por contrabando de divisas.
Lo que parecía una proeza digna de portada en medios de aventura ha terminado en escándalo. Andrew Ushakov, ingeniero ucraniano-estadounidense, consiguió lo que pocos creían posible: subir desde el nivel del mar en Nueva York hasta la cima del Everest en solo 3 días, 23 horas y 7 minutos. Pero pocos días después, fue detenido en el aeropuerto de Katmandú por llevar 20.000 dólares en efectivo sin declarar. Y con eso, la historia dio un giro inesperado.
Una subida meteórica (literalmente)
El 19 de mayo de 2025, Ushakov llegó al techo del mundo tras una logística quirúrgica: vuelos exprés, entrenamiento en tiendas hipóxicas, oxígeno suplementario desde muy abajo y todo planificado al milímetro. Su ascenso no solo fue rapidísimo, sino que también dejó muy atrás el récord anterior de Roxanne Vogel, que en 2019 había hecho la misma travesía en 12 días.
El logro generó titulares y aplausos, pero también dudas. ¿Es esto alpinismo o simplemente eficiencia tecnológica llevada al límite? Y justo cuando la historia empezaba a recorrer el mundo, saltó la noticia de su detención.
Arresto, billetes escondidos y multa
El 25 de mayo, al pasar por los controles del Aeropuerto Internacional de Tribhuvan, la policía descubrió que llevaba 20.000 dólares escondidos en el equipaje. La ley nepalí es clara: no se pueden sacar más de 5.000 dólares sin declararlos. Ushakov dijo que era dinero que había traído desde EE. UU. y que solo lo devolvía, pero las autoridades lo acusaron de contrabando de divisas y le impusieron una sanción de 60.000 dólares. Casi nada.
Elite Exped, la empresa que organizó su ascenso, intervino para ayudar en su liberación. Desde el entorno del alpinista hablan de un “malentendido” y aseguran que están colaborando para aclararlo todo.
¿Récord válido o trampa legal?
Ahora el Departamento de Turismo de Nepal está revisando tanto la legalidad de su ruta como los métodos que usó para aclimatarse. No es el único: otros cuatro exmilitares británicos están bajo la lupa por usar gas xenón y tiendas presurizadas para acelerar su adaptación.
Y con eso, vuelve a estar sobre la mesa un debate que no es nuevo: ¿vale todo por batir un récord? ¿Dónde queda la ética en el alpinismo moderno? ¿Y qué pasa con las leyes locales que, a menudo, muchos pasan por alto?
Ushakov, de momento, está fuera del país, pero la polémica lo sigue de cerca. Y su ascenso, que pudo haber sido una historia de superación y audacia, ha acabado en un ejemplo perfecto de cómo en alta montaña, no todo es llegar arriba.
