El precio de los pisos en Andorra se dispara y se equipara a los de Barcelona y Madrid
En los últimos cinco años, el mercado inmobiliario andorrano ha experimentado un ascenso vertiginoso que ha situado los precios de la vivienda al mismo nivel que en grandes ciudades españolas como Barcelona y, en menor medida, en Madrid.
Según datos de esta misma semana y el estudio del catedrático Luis Alberto Fabra, el precio del metro cuadrado en Andorra la Vella ha alcanzado los 5.607 euros, mientras que en Escaldes-Engordany se sitúa en torno a los 7.135,55 euros. En comparación, Barcelona marca los 5.449 euros/m² y Madrid 4.673 euros/m².
La escalada de precios, que acumula un incremento del 60% en el último lustro, se explica principalmente por tres factores: la escasez de suelo urbanizable, el crecimiento constante de la demanda –potenciado tanto por población local como por la llegada de inversores extranjeros– y la limitada oferta de nuevas viviendas.
Este contexto ha convertido la búsqueda de un piso asequible en una misión prácticamente imposible para muchas familias y trabajadores.
“El acceso a una vivienda digna se ha convertido en un desafío mayúsculo. La constante subida de los precios, impulsada por una demanda desbordada y una oferta muy limitada, nos lleva a cuestionar si estamos ante una burbuja especulativa o una evolución real del mercado”, explica el catedrático Luis Alberto Fabra, cuya investigación destaca que en octubre de 2024 se registró un máximo histórico de 5.400 euros/m².
El análisis del mercado se vuelve aún más revelador al calcular el precio de un piso de 80 metros cuadrados. En Les Escaldes-Engordany, dicho inmueble superaría el medio millón de euros; en Andorra la Vella, bastaría con añadir poco más de 50.000 euros al precio medio para alcanzar la cifra; mientras que en Barcelona el costo rondaría los 375.000 euros.
En contraste, ciudades medianas cercanas como Manresa o Tolosa ofrecen alternativas a precios considerablemente inferiores, con cifras aproximadas de 130.000 y 320.000 euros respectivamente, en tanto que en París, la capital francesa, un piso similar sobrepasa los 850.000 euros.
Este panorama no es exclusivo del Principado. En el sur de Europa, la presión sobre el mercado inmobiliario se hace sentir en ciudades como Barcelona y Madrid, donde la demanda turística, la inversión extranjera y la insuficiente oferta de viviendas han provocado subidas sostenidas en los precios. Sin embargo, la aceleración que se observa en Andorra es especialmente llamativa y plantea serias dudas sobre la sostenibilidad de esta tendencia.
Con el mercado al borde de niveles comparables a grandes capitales, el debate se centra en si el fenómeno responde a un crecimiento real en la demanda o si es el reflejo de una burbuja que podría tener consecuencias a largo plazo.
Mientras tanto, las autoridades y expertos del sector instan a una revisión de las políticas de urbanización y regulación inmobiliaria para garantizar el acceso a la vivienda y evitar que esta situación se convierta en un problema estructural para la población.
