Así es la experiencia en un bike-park de descenso
¿Habéis bajado alguna vez por una pista de esquí con una bicicleta de descenso? ¿Como es la experiencia? ¿Es peligrosa? ¿Qué hay que saber? En este artículo os explicamos lo básico para descender por un sendero especialmente diseñado en un bike-park para bicicletas DH (down hill).
El descenso en bicicleta, conocido también por la abreviación DH, proveniente del inglés Down Hill, consiste en bajar por un sendero o camino a alta velocidad. Esta modalidad ha crecido en popularidad y practicantes en las estaciones de esquí que, como el caso de La Molina, La Pinilla, Manzaneda, Vallnord o Sierra Nevada, durante los meses estivales y parte del otoño adaptan los remontes a esta modalidad deportiva. Con ello se facilita el acceso a los trazados de descenso de forma ininterrumpida y rápida, exactamente igual que lo haríamos en invierno para esquiar.
Su práctica se inició en los años 70 en Norteamérica, pero no se popularizó hasta los 90. Por lo que se refiere a practicantes, y según datos de la Real Federación Española de Ciclismo, el nombre de licencias (datos de 2017) era de poco más de 78.800. Sin embargo se desconoce cuántos de estos federados se dedican a la modalidad del descenso, ya que en su mayoría lo son por el ciclismo de carretera y las licencias son comunes para todas las modalidades (carretera, BTT, BMX, ciclo-cros, pista, trial, paraciclismo o cicloturismo).
Una de les federaciones también muy potentes es la catalana, que cuenta con algo más de 15.800 licencias. Según estimaciones, ya que igualmente son licencias comunes para todas las modalidades, se calcula que poco más de 800 son practicantes del descenso.
¿Y por dónde empezamos?
Lo primero que hay que saber es que las bicicletas para descenso tienen como característica especial unas cubiertas más anchas y un manillar también más ancho que una bicicleta BTT convencional. Sí, habéis acertado: nuestra bicicleta de paseo o BTT de toda la vida, la que tenemos aparcada en el garaje, no es la mejor opción para el descenso.
Para nuestra primera experiencia en un bike-park de descenso lo más recomendable es alquilar la bicicleta. El alquiler de estas no es económico, ya que no baja de los 70 euros. Además, hay que dejar en depósito una franquicia de entre 150 y 300 €. Más económico es alquilar el imprescindible equipo de protección (unos 15 euros). Hay que contar también con el forfait para acceder a los remontes, unos 25 euros, pero siempre se puede intentar contratar un pack completo y todo resulta mucho más económico.
Es importante hacer la reserva de alquiler de bici unos días antes de nuestra visita, ya que la práctica del DH no es tan popular como el esquí, así que los equipos van escasos. Por lo demás, podemos ir vestidos cómodamente, con unos pantalones deportivos, una camiseta y calzado cómodo. Si nos gusta la experiencia ya habrá tiempo de comprarnos ropa del mundillo de DH. Y nuestra última sugerencia, contratar un seguro antes de subirse al remonte.
Subida por el telesilla, bajada según nivel
Una vez equipados ya nos podemos subir al primer telesilla o telecabina, donde sus conductores nos ayudarán a colocar la bicicleta. Para hacer un primer descenso se requiere tener una mínima forma física, reflejos a la hora de ir en bici y, si es posible, contratar un profesor o contar con el apoyo de algún experto.
Para pasarlo bien sin acabar con el cuerpo lleno de arañazos, golpes, heridas o peor aún, con un brazo escayolado, es recomendable hacerlo en compañía de alguien que de verdad entienda y nos pueda prevenir de cuáles pueden ser los riesgos en un descenso.
Para que nos quede claro, el DH es como en el esquí, si los primeros pasos los hacemos con el apoyo de un profesional conoceremos mejor la bici, la posición del cuerpo respecto a ésta, como poner los brazos y manos para no perder nunca el control del manillar o cómo se deben posicionar las piernas en diferentes situaciones. Eso nos dará seguridad y progresaremos con una buena base.
Las pistas de descenso también se clasifican según dificultad y por colores, al igual que en el esquí. Así que las verdes son las fáciles, las azules son de dificultad media, las rojas son difíciles y las negras muy difíciles. Como es lógico nos iniciaremos por las pistas verdes en nuestro primer contacto y si resulta satisfactorio nos atreveremos a probar las pistas azules.
Naturaleza y ambiente biker
Bueno, queda poco más que añadir. Si el debut os resulta satisfactorio lo siguiente será compartir la experiencia con los demás practicantes y es que, como se explica al inicio del artículo, los bikers que practicamos descenso somos más bien una gran familia que no un colectivo.
En la zona de estacionamiento del bike-park siempre hay mucho ambiente de familias, bikers con furgonetas descansando, arreglando pinchazos o comentando la jornada con otros compañeros.
Y finalmente hay que añadir que la práctica del DH es una modalidad de bicicleta que puede entrañar riesgo por su velocidad en senderos abruptos, pero no es menos cierto que con él disfrutamos de los paisajes de alta montaña, temperaturas frescas en pleno verano y panorámicas casi aéreas.
En resumen, una opción de ocio, deporte y aventura con la que ponemos a prueba nuestra capacidad física, nuestros reflejos y con la que producimos adrenalina. Y muy importante, el DH lo podemos practicar solos, en compañía de amigos, en familia o en pareja. ¿A qué esperáis para probarlo?