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Japón toma medidas drásticas contra el sobreturismo en el Monte Fuji

Dom, 11/08/2024 - 11:54
Japón toma medidas drásticas contra el sobreturismo en el Monte Fuji
Majestuosa vista del Monte Fuji. (Foto: de phuong vu en Pixabay)
Con un nuevo impuesto y límites diarios de visitantes, Japón enfrenta el reto de equilibrar turismo y conservación.

El Monte Fuji, el icónico volcán y símbolo sagrado de Japón, ha sido uno de los destinos más afectados por la creciente masificación turística que experimenta el país. Este majestuoso pico, reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, ha visto un incremento masivo de visitantes en los últimos años, lo que ha provocado una serie de problemas ambientales y sociales.

Ante esta situación alarmante, las autoridades japonesas han implementado nuevas medidas drásticas para proteger el Monte Fuji y garantizar su preservación para las futuras generaciones.

Desde el 1 de julio, los montañeros que deseen ascender el Monte Fuji deberán pagar una tarifa de 2.000 yenes por persona (aproximadamente 13 euros), con un límite diario de 4.000 visitantes. Este nuevo impuesto tiene como objetivo reducir el número de turistas y mitigar el impacto ambiental causado por la afluencia masiva de personas. En 2019, el Monte Fuji recibió alrededor de cinco millones de visitantes, un incremento significativo en comparación con los dos millones registrados en 2012. Este auge turístico ha provocado un aumento en la acumulación de basura, mayores emisiones de CO2 y problemas con turistas imprudentes que no respetan las normas locales.

Japón se ha consolidado como uno de los destinos turísticos más populares del mundo, alcanzando un récord de 32,3 millones de visitantes en 2019, lo que aportó unos 359 millones de dólares a su PIB. Sin embargo, este gran flujo de turistas acrecentado en los últimos tiempos por la debilidad del yen, ha despertado preocupaciones sobre el impacto ambiental y la sostenibilidad en los principales destinos del país.

Koutaro Nagasaki, gobernador de la prefectura de Yamanashi, destacó que estas medidas son esenciales para proteger el Monte Fuji, no solo como un sitio turístico, sino como un lugar de gran importancia cultural y espiritual.

Además de la tarifa de escalada, se está promoviendo la recuperación de la tradición religiosa Fuji-ko, que implica la escalada desde la base del monte, integrando prácticas espirituales en la experiencia de ascenso. Las nuevas regulaciones también incluyen la presencia de guías en los senderos para gestionar la seguridad y educar a los montañeros sobre la etiqueta adecuada y los comportamientos respetuosos hacia el entorno.

Imagen de Ben Thai en Pixabay
(Foto: de Ben Thai en Pixabay)

Otras zonas de Japón afectadas por la masificación turística

El problema del sobreturismo no se limita al Monte Fuji. En todo Japón, la masificación turística está teniendo efectos negativos en varias regiones, lo que ha obligado a las autoridades a considerar o implementar medidas similares para gestionar el flujo de visitantes.

En Kioto, una de las ciudades más visitadas del país, la saturación turística ha llevado a la introducción de restricciones en áreas históricas como el distrito de Gion, conocido por ser el hogar de geishas y maikos. Debido al acoso constante de los turistas en busca de selfies, se ha prohibido el acceso a ciertas zonas de Gion desde abril de 2024. Esta medida busca proteger a las profesionales de la cultura tradicional japonesa y reducir el impacto del turismo masivo en la vida cotidiana de los residentes. Además, la acumulación de basura y la congestión en las estrechas calles de Kioto han exacerbado los problemas ambientales, lo que ha llevado a las autoridades a considerar la implementación de más regulaciones.

En Nara y Miyajima, otros destinos turísticos populares, los visitantes han causado daños significativos a los ciervos sagrados al intentar tomarse fotos con ellos. Los residuos plásticos dejados por los turistas han provocado heridas e incluso la muerte de algunos de estos animales, lo que ha generado una fuerte reacción en la comunidad local y un llamado a tomar medidas más estrictas para proteger la fauna local.

Sistema de precios dual: Un debate en Japón

Para hacer frente al creciente número de turistas y los costes asociados, un número cada vez mayor de operadores turísticos en Japón están adoptando un sistema de precios dual, donde los turistas extranjeros pagan más que los locales. Este enfoque, común en algunos destinos turísticos de países en desarrollo, está generando un debate en Japón sobre su impacto en la imagen del país como destino turístico premium.

Por ejemplo, en la ciudad de Himeji, el alcalde ha propuesto aumentar significativamente la tarifa de entrada al castillo de Himeji para los turistas extranjeros, pasando de los actuales 1.000 yenes (6,50 euros) a alrededor de 30 dólares (27,50 euros), mientras que los residentes locales pagarían solo alrededor de 5 dólares (4,60 euros). Esta medida tiene como objetivo financiar el mantenimiento del castillo, que es un tesoro nacional y Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, sin afectar a los lugareños que consideran el castillo un lugar de descanso y recreación.

De manera similar, la prefectura de Osaka está discutiendo la introducción de un impuesto específico para los visitantes extranjeros, previsto para coincidir con la Exposición Mundial que se celebrará en abril de 2025. El objetivo de este impuesto sería financiar medidas para gestionar el aumento del turismo y reducir el impacto negativo en las infraestructuras locales.

Percepciones y reacciones en Japón

Una encuesta realizada en febrero de 2024 por Loyalty Marketing Inc. reveló que casi el 60% de los japoneses están a favor o algo de acuerdo con la implementación de un sistema de precios dual. Sin embargo, más de la mitad de los encuestados expresaron preocupación por el posible impacto negativo en la percepción de los turistas extranjeros. Muchos sugirieron que si se van a implementar tarifas más altas para los turistas extranjeros, estas deberían acompañarse de servicios adicionales de valor, como guías multilingües, hospitalidad mejorada o regalos especiales, para justificar los costos adicionales.

En resumen, Japón se encuentra en un momento crítico en su gestión del turismo. Mientras busca atraer a millones de visitantes, también debe equilibrar la protección de su patrimonio cultural y natural. Las medidas implementadas en el Monte Fuji y otras regiones son un reflejo de este esfuerzo por encontrar un equilibrio sostenible que permita disfrutar de los tesoros de Japón sin comprometer su preservación para las generaciones futuras.

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