Los accidentes mortales de montaña ya superan a los de carretera en el Pirineo Aragonés

El verano de 2024 está dejando una estela de tragedia en el Pirineo aragonés, marcando un alarmante récord en la siniestralidad en la montaña.

Con 16 fallecidos entre junio y agosto y un aumento del 15% en los rescates, la montaña ha superado a la carretera como la primera causa de muerte accidental en la provincia de Huesca.

Las cifras son contundentes: 16 personas han perdido la vida en accidentes de montaña durante los tres meses de verano, igualando el total de muertes registradas en todo 2023 y superando las 11 y 12 víctimas de los veranos de 2022 y 2023, respectivamente.

Estos números reflejan una situación que ha encendido las alarmas tanto en la Guardia Civil como en el Gobierno de Aragón, quienes reconocen la necesidad urgente de reforzar las medidas de prevención y concienciación.

Este año, la siniestralidad en la montaña ha alcanzado niveles nunca vistos desde que se llevan registros. El incremento en el número de rescates, que ha superado la barrera de los 500 anuales desde la pandemia, y la creciente afluencia de visitantes al Pirineo aragonés, contribuyen a una situación que parece estar fuera de control.

Solo en julio, los hoteles de la región han reportado máximos de ocupación, lo que indica una mayor presión sobre el medio natural y, en consecuencia, un mayor riesgo de accidentes.

Perfil de las Víctimas

El perfil de las víctimas de este verano es variado, pero hay ciertos patrones que se repiten. La edad media de los fallecidos es de 53 años, con un rango que va desde un joven piragüista de 25 años que perdió la vida en Torla, hasta un montañero francés de 83 años que cayó en la ruta del Aneto tras quedarse solo.

La mayoría de las víctimas son hombres, provenientes de diversas regiones de España y del extranjero, incluyendo Chile, Francia, Holanda y Reino Unido.

Uno de los datos más preocupantes es el aumento de la edad de las víctimas, con tres personas de 70 años o más entre los fallecidos.

Además, la mitad de los accidentes mortales se produjeron en personas que se encontraban solas, ya sea porque decidieron emprender la actividad sin compañía o porque en algún momento se separaron de su grupo.

Esta circunstancia sugiere que la soledad en la montaña puede agravar las consecuencias de un accidente, al no contar con ayuda inmediata en caso de emergencia.

Variedad de los Accidentes

La diversidad de actividades que se practican en la montaña aragonesa añade complejidad a la siniestralidad en este entorno.

Aunque el senderismo, la actividad más común, ha sido responsable de un tercio de las muertes, otros deportes como el piragüismo, la escalada, el parapente y el barranquismo también han cobrado vidas este verano.

Otro factor alarmante es el aumento de las llamadas al 112 por dolencias cardíacas. Los infartos, probablemente causados por el sobreesfuerzo en un entorno tan exigente como la montaña, han sido responsables de al menos dos de las muertes este verano.

Supera a la carretera

El dato más impactante de este verano es que la montaña ha superado a la carretera como la principal causa de muerte por accidente en la provincia de Huesca.

Hasta el 25 de agosto, 27 personas habían perdido la vida en accidentes de montaña, más del doble que las 11 personas fallecidas en accidentes de tráfico en la misma provincia.

Este cambio de tendencia pone en relieve la peligrosidad del medio natural y la necesidad de tomar medidas urgentes para revertir esta situación.

Marta Ferrer, coordinadora de la campaña "Montaña Segura", destaca al diario Heraldo que, en general, hay una sobreestimación de las propias capacidades tanto entre los montañeros inexpertos como entre los veteranos. Para los primeros, la falta de planificación y equipación adecuada puede convertir actividades aparentemente sencillas en situaciones peligrosas. Para los más experimentados, la confianza excesiva puede llevar a relajarse y subestimar los riesgos.