Tres alpinistas mueren tras ser alcanzados por un rayo en el Tirol austríaco
La probabilidad de que una persona sea alcanzada por un rayo a lo largo de su vida, según datos de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA), ronda el 1 entre 15.000, aunque en condiciones de alta exposición —como practicar deportes al aire libre o trabajar en el campo— este riesgo puede aumentar notablemente.
Cada año, a nivel global, cerca de 240.000 personas sufren impactos de rayo, lo que equivale a una probabilidad anual aproximada de 1 entre 33.000 —y, de ellas, entre 6.000 y 24.000 fallecen—; en Europa, esta cifra suele ser más baja, de apenas unas decenas de muertes al año, pero el accidente ocurrido esta semana en el Tirol austríaco rompe todas las estadísticas.
El domingo por la tarde, pocos minutos después de comenzar su descenso de la popular montaña Mittagsspitze, un cambio brusco en la meteorología se convirtió en una trampa mortal para tres alpinistas.
Dos hombres de 60 años y una mujer de 62, acostumbrados a retos de alta montaña y reconocidos por su habilidad en terrenos escarpados, fueron alcanzados por un violento rayo cuando regresaban por el sendero que recorre las crestas hacia el valle.
El grupo había alcanzado la cima alrededor de las 12:30 horas bajo un cielo amenazador que, en cuestión de minutos, viró hacia nubes de desarrollo vertical cargadas de electricidad.
Aunque trataron de apresurar la bajada, hacia las 19:00 horas sus familiares, alarmados por la falta de noticias, solicitaron ayuda a la Policía Alpina de Landeck.
Un helicóptero de rescate llegó al lugar donde se había dado su última localización y, después de sobrevolar la zona y descender con el equipo de montaña, encontró los cuerpos sin vida de los tres alpinistas a unos 2.270 metros de altitud.
El médico de urgencias que intervino certificó que las víctimas fallecieron al instante, a causa de la descarga eléctrica.
Tormentas que se desplazan muy rápido
Las autoridades subrayan la rapidez con que se forman y desplazan las tormentas en esta sección de los Alpes occidentales, un área muy transitada en verano por senderistas y alpinistas de todo el mundo.
Aunque la Mittagsspitze es considerada de dificultad moderada, su exposición y la falta de refugios cercanos hacen que incluso los montañeros más experimentados queden a merced de la naturaleza cuando el tiempo se tuerce.
Los especialistas recomiendan extremar la precaución en días de calor, iniciar las rutas al amanecer y prestar atención a los boletines meteorológicos oficiales, así como a las previsiones locales en refugios y aplicaciones especializadas.
Retroceder ante los primeros indicios de tormenta—ráfagas de viento, nubes negras de rápido desarrollo o los primeros truenos—puede marcar la diferencia entre un susto y una tragedia.