Mirador Roc del Quer: Una increíble atalaya en Andorra que debes visitar
La visita al Mirador Roc del Quer es obligada si pasas unos días en Andorra. Se trata de un lugar donde las vistas son de las que no se te olvidan, te quedan grabadas en la retina.
A esto ayuda un espectacular mirador diseñado para que tengas la experiencia de estar suspendido en el aire -incluso hay secciones del suelo construidas en cristal bajo tus pies-. Pero lo que importa son las vistas y estas son espectaculares. Bajo tus pies se sitúan los valles de Montaup y del Valira d’Orient, con un intenso color verde en primavera o verano y blanco en la época invernal.
La palabra "Quer" en catalán significa roca, y "Roc" también significa un trozo de piedra o roca en el idioma catalán. vamos es el mirador piedra de piedra.
Desde este verano el acceso al mirador del Roc del Quer es de pago. La entrada general cuesta 5 euros. La visita también se puede realizar con el paquete que, además del mirador, incluye el nuevo puente tibetano la vall del Riu.
El abono combinado para ambas instalaciones cuesta 14,50 € e incluye el traslado en bus, que sale del pueblo de Canillo, al lado del Palau de Gel. La entrada es gratuita para menores de 6 años. Si vas en vehículo privado, deberás aparcar en el parking antes de llegar a pie de carretera y caminar un poco, está indicado.
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Te recomendamos comprar la entrada online, te evitarás problemas y aglomeraciones en la caseta de control que hay que pasar para llegar al mirador, piensa que en el mirador no se venden entradas y deberás acceder a internet (no hay wifi) para comprarlas, algo que no es fácil ni barato si no tienes un teléfono andorrano.
Un mirador a la inmensidad en verde o en blanco
El famoso -a pesar de ser relativamente reciente- Mirador del Quer o Mirador de Canillo, como mucha gente lo conoce, es en realidad una pasarela de 20 metros de largo, 8 de ellos se asientan en tierra firme, pero los otros 12 se adentran en la panorámica misma: esta parte de la pasarela es un saliente que está suspendida en el aire, por lo que provoca la sensación de estar levitando.
Unas vistas de impresión a las que se suma la sensación de estar flotando debido a que buena parte del pavimento es de vidrio transparente.
No podemos dejar de mencionar la emblemática escultura que preside el mirador. Se trata de la figura de un pensador, obra del artista Miguel Ángel González. Su actitud calmada y reflexiva invita al visitante a hacer lo mismo.
La figura representa a un pensador sentado sobre una viga, impertérrito, como si la altura del lugar no le infundiera miedo. Al contrario.
Sin embargo, todos los que subimos al Mirador -hay un buen camino de bajada desde la carretera hasta él- lo que queremos es disfrutar de sus espectaculares vistas panorámicas. No en vano bajo nuestros pues se sitúan los valles de Montaup y del Valira d’Orient, con un verde intenso en la época estival y blanco en la época invernal. Además, hay un sencillo panel que ayuda a conocer los puntos visuales más importantes que tenemos ante nuestros ojos
Cómo llegar
Si queremos ir en nuestro vehículo, hay que coger la carretera que sale de Canillo (CS-240) la que sube al puerto de Ordino, una vía de montaña en buen estado, pero con bastantes curvas, el mirador se encuentra en el km 6,5. Justo antes de llegar, a la izquierda hay una amplia zona de aparcamiento.
Desde aquí, el camino del mirador está a unos pasos. Es la misma carretera que unos km antes permite acceder al nuevo Puente Tibetano. El ayuntamiento de Canillo promueve un paquete que incluye la visita a los dos sitios con transporte desde el pueblo.
En el punto de acceso al mirador del Roc del Quer destacan la presencia imponente de las Estructuras autogeneradoras, un conjunto escultórico de tres tótems que realizó en 1991 el escultor y arquitecto mejicano Jorge Dubon.
Desde la zona, donde también hay un bar, a unos diez minutos de bajada, con un desnivel de 70 m, llegamos a la plataforma del mirador del Roc del Quer, situada a poco más de 400 metros. Se recomienda llevar calzado cómodo y de buen agarre para hacer el recorrido. Durante el camino de acceso al mirador principal hay diferentes plataformas para tomar fotos o descansar.
