Denuncias por esquiar y escalar en zonas restringidas por la cría del quebrantahuesos
La naturaleza y los deportes de montaña van muchas veces cogidos de la mano, pero otras veces sus practicantes no respetan el medio.
Ocurre este invierno en el corazón del Pirineo aragonés, el valle de Tena, donde esquiadores de montaña y escaladores -no todos, ni mucho menos- ignoran las señales de restricción para la protección de la biodiversidad.
Agentes de Protección de la Naturaleza (APN) han levantado denuncias contra dos individuos que, a pesar de los claros carteles y medidas de restricción, se han adentrado en las proximidades del punto de nidificación del quebrantahuesos, especie catalogada en peligro de extinción.
La acción, considerada temeraria, vulnera lo establecido en la Ley 42/2007 del Patrimonio Natural y Biodiversidad, la cual prohíbe intencionalmente molestar a los animales silvestres, especialmente aquellos protegidos.
Los expertos señalan que durante el período reproductor, la presencia de escaladores y esquiadores en las inmediaciones del nido puede provocar que estos majestuosos rapaces abandonen la incubación o la crianza, con el riesgo inminente de la pérdida de la puesta o la muerte de los polluelos.
El Plan de Recuperación del quebrantahuesos identifica áreas críticas para la reproducción de la especie, recomendando la limitación de actividades deportivas en dichas zonas para garantizar un entorno libre de perturbaciones.
En este contexto, la intervención de los APN no solo busca sancionar a quienes transgreden la normativa, sino también concienciar a la comunidad de montañismo sobre la necesidad de preservar estos espacios naturales.
Mientras la disputa entre el disfrute de los deportes extremos y la conservación continúa, las autoridades hacen un llamado a la responsabilidad y al respeto por la fauna, recordando que la protección de especies en peligro es tarea de todos y no puede ponerse en juego el futuro de un símbolo de la biodiversidad pirenaica.