Descubre los 5 nuevos Pueblos Mágicos de Nayarit, México

Nayarit, uno de los estados más fascinantes de México, se enorgullece de presentar a los viajeros exigentes cinco nuevos destinos que han obtenido el prestigioso título de "Pueblos Mágicos".

Estos lugares cautivadores se suman a los ya existentes en el estado, elevando el total a nueve Pueblos Mágicos en Nayarit.

Desde playas vírgenes hasta emocionantes olas de surf en el puerto de San Blas, pasando por la rica historia de la Colonia Penal de las Islas Marías en Puerto Balleto, cada uno de estos destinos ofrece experiencias únicas.

Nayarit es un pequeño estado situado en el oeste de México, entre las montañas boscosas de la Sierra Madre Occidental y el océano Pacífico. 

El encanto de Nayarit radica en su diversidad natural y cultural. Los nuevos Pueblos Mágicos, Ahuacatlán, Amatlán de las Cañas, Ixtlán del Río, Puerto de San Blas y Puerto Balleto, representan perfectamente esta fusión de colores y tonos. Aquí, los exuberantes verdes de los bosques tropicales se mezclan con la terracota de las montañas y los acantilados, mientras que el cielo azul refleja el inmenso Océano Pacífico.

Estos destinos han mejorado recientemente sus servicios para brindar una experiencia fascinante a los viajeros. Ofrecen una combinación deslumbrante de playas vírgenes, imponentes montañas, islas llenas de aves migratorias y endémicas, y manantiales de aguas cristalinas donde uno puede sumergirse en una tarde de paz. Además, cada pueblo cuenta con una arquitectura novohispana encantadora y una tradición culinaria única en el mundo.

Ahuacatlán, Amatlán de las Cañas, Ixtlán del Río, Puerto de San Blas y Puerto Balleto: son los nuevos Pueblos Mágicos

Amatlán de las Cañas es un lugar ideal para comenzar la exploración. Aquí, se pueden encontrar restos geológicos del volcán del Ceboruco, cuevas que evocan su pasado minero en el pueblo cercano de "El Pilón" y calles empedradas cuidadas que invitan a pasear en bicicleta. Los visitantes pueden detenerse en el Templo de Jesús Nazareno, construido en 1750, y disfrutar de la pintoresca belleza de las casitas de techos rojos que parecen sacadas de una acuarela costumbrista. Durante el recorrido, es imprescindible probar el licor de jamaica, la producción de cacahuate fresco y los deliciosos guisados de pescado, mariscos o lengua de res. Además, se puede disfrutar de las refrescantes pozas del manantial en El Manto, donde el río se desvía ligeramente para crear un impresionante cañón.

Estancias eco-rurales, capillas antiguas, montañas espectaculares y manantiales de aguas termales nos esperan en Amatlán de las Cañas o en Ixtlán del Río.
 

A unos 50 kilómetros de distancia se encuentra Ixtlán del Río, un lugar perfecto para los amantes de la arqueología. Aquí se encuentra el sitio de "Los Toriles", que alberga uno de los pocos templos circulares descubiertos en Mesoamérica. Desde Ixtlán, se pueden contratar tours en bote para explorar ríos y avistar fauna endémica. Además, hay estancias y hoteles boutique en medio del bosque tropical que ofrecen una experiencia única. Pero la verdadera joya de Ixtlán radica en su gastronomía, famosa por sus sabores picantes, como la birria de chivo, el pollo de la Picha y sus fragantes postres, como los dulces de leche y la nieve de garrafa de coco o fresa.

A solo 20 minutos en automóvil desde Ixtlán, se encuentra el pintoresco pueblo de Ahuacatlán, que también deleita con su oferta gastronómica. Su Centro Histórico, con sus hermosas geometrías de color naranja alrededor del Templo de San Francisco de Asís del siglo XVII, ofrece un banquete visual. Los balnearios de aguas termales como Las Tinajas o Acatique son perfectos para darse un chapuzón. Y cuando llegue el hambre, los restaurantes locales ofrecen delicias como el menudo, las tostadas de pata, los tacos de tripa de cerdo y la torta de carne adobada. No se puede dejar de probar la deliciosa cajeta de mango, una especialidad local que dejará a los visitantes con ganas de más.

Un litoral de playas vírgenes, las mejores olas el surf en el puerto de San Blas y toda la historia

Para aquellos que buscan más aventura, el litoral del Pacífico ofrece cientos de kilómetros de playas vírgenes y lugares ideales para deportes extremos. El Puerto de San Blas, a una hora y media en automóvil desde Ahuacatlán, es conocido por su fusión de selva tropical, mar, playa, manglares y altas montañas con bosques de pino. Aquí, los amantes de la fauna pueden contratar guías para explorar varios ecosistemas y disfrutar de la observación de aves. Los amantes del surf también pueden deleitarse con las famosas olas, consideradas las más largas del mundo y perfectas para principiantes. Además, se pueden realizar tours para nadar junto a tiburones ballena, delfines y mantarrayas gigantes durante todo el año, y en invierno se pueden avistar las majestuosas ballenas jorobadas.

Por último, Puerto Balleto, ubicado en la Isla de María Madre, ofrece una experiencia única. Se puede llegar a esta isla a través de un barco desde San Blas, pero se requiere una reserva previa, ya que se trata de un equilibrio natural que debe protegerse. Puerto Balleto fue una Colonia Penal Federal y hoy en día ofrece rutas de caminata y bicicleta, estancias cortas en hostales con villas con terrazas y vistas al mar, así como una deliciosa oferta culinaria, todo en armonía con la flora y fauna local.

Una experiencia inolvidable para los sentidos

En resumen, una escapada a Nayarit, incluyendo los cinco nuevos Pueblos Mágicos, brinda una experiencia inolvidable para los sentidos. Los verdes de la selva, el blanco de la espuma del mar, el azul del Pacífico y el terracota de las montañas y valles llenos de historia y nuevas experiencias en México se combinan para crear un paisaje impresionante. Estos destinos te invitan a aventurarte y dejar atrás el ajetreo de la vida urbana, al menos por un tiempo.

Cabe mencionar que la designación de Pueblo Mágico es otorgada por el gobierno mexicano a aquellas comunidades que han conservado sus tradiciones, historia, cultura y arquitectura originales a lo largo del tiempo. Estos lugares simbólicos y llenos de leyendas conectan a los visitantes con la esencia misma de México.