10 excursiones para hacer en familia cuando se derrite la nieve
La temporada de nieve toca a su fin y con ella las estaciones de esquí van cerrando sus pistas. Sin embargo, y con la Semana Santa a la vuelta de la esquina, son muchas las familias que quieren continuar subiendo, un poco más, a las comarcas de montaña.
Os proponemos sustituir los esquís por la bota de montaña y las pistas de esquí por senderos y adentraros en algunas caminatas en los alrededores de las estaciones; fáciles, divertidas y donde, con suerte, los niños todavía podrán tocar un poco de nieve.
Las comarcas del Pirineo catalán de la Cerdanya, el Ripollès, la Vall de Boí, el Pallars Sobirà y la Val d’Aran ofrecen un sinfín de itinerarios, para todos los niveles y gustos, así que no es fácil acertar.
Los 10 que aquí os proponemos siguen tres premisas: se pueden hacer con niños pequeños, no sobrepasan en ningún caso las 3 horas de duración (ida y vuelta) y no tienen ningún tipo de dificultad técnica.
Los hay de muy populares y otros donde, en este inicio de primavera, apenas encontraréis un alma.
La Cerdanya:
Estanys de La Pera: Todo un clásico del excursionismo familiar y uno de los parajes más visitados de la Cerdanya. A pesar de tratarse de un recorrido corto y con poco desnivel, permite ver bosques de pino negro, lagos, ríos e incluso marmotas e isards. Apto para toda la familia, aunque los fines de semana y festivos suele estar muy concurrido. Estos dos lagos están enclavados en un circo de origen glaciar donde destacan cimas como el Monturull (2.759m) o el pico de Perafita (2.752m).
Estany de l’Orri: Quizás la excursión menos fácil, que no difícil, de las que os proponemos en este glosario. La podemos realizar con niños a partir de 8 años (más pequeños si están acostumbrados). Una buena alternativa para alejarse de la masificada ruta de los estanques de Malniu, o el Prat del Cadí. Circular de 6,7 km que nos llevará a un lago escondido entre grandes bloques de piedra de origen glacial y en cuya orilla de poniente se forman unos meandros que nada tienen que envidiar a los de Aigüestortes.
El Ripollès:
El Catllar: Caminata por los alrededores de Santa Maria del Catllar que nos permite llegar también a Tregurà y en la cual podemos bañarnos (en verano) en el salto de agua de una cascada. Llegamos por la carretera de Setcases, en el kilómetro 9.650 aproximadamente, donde encontramos a la izquierda un camino que cruza el Ter y justo pasado el río dejamos el coche.
El sendero discurre hasta la ermita por una pista y a partir de entonces entre el bosque, hasta que el rumor del agua indica la proximidad de la cascada, muy atractiva por la cantidad de agua que baja. Es, sin duda, lo que atraerá más a los pequeños de la familia. También nos permite ver la esclusa del canal de Tregurà, una pequeña presa que capta la totalidad del agua del arroyo, pero no la deja seco dado que en este mismo punto el torrente de los Emprius vierte su caudal.
Santuari de Núria - Queralbs: Clásica excursión, después de visitar el santuario de Núria, que baja por las gargantas del río Núria, siguiendo el antiguo camino de los romeros. Tiene su origen en la Edad Media y todavía hoy se pueden observar restos de su enlosado original en algunos tramos. A pesar de tener un desnivel importante, es de bajada, y los niños llegan sin problema hasta el último kilómetro (la Creu d'en Riba), por lo que con paciencia es apto para toda la familia.
El punto de partida es el Santuario de Núria, donde se llega con el tren cremallera desde Queralbs. La ruta sigue parte del GR-11 y pasa por el Santuario, la la Creu d'en Riba, el Pla de Sallent, la gruta de Sant Pere, el salto del Sastre, el puente del cremallera, la pared de la Dent d’en Rossell y la Iglesia de Sant Jaume de Queralbs.
Pallars Sobirà:
Ruta de las Fuentes de Llagunes: Corto paseo circular por los alrededores del pequeño núcleo de Llagunes, que nos permite una primera cata del valle del río del Cantó -conocido como el valle de Siarb-, en el Parque Natural del Alto Pirineo. El itinerario está señalizado y no presenta ninguna dificultad. A lo largo de sus 2,7 kilómetros, pasaremos por dos fuentes -de ahí el nombre-, la de Canemassos y la de Fornicons.
La ruta se inicia en el refugio Vall de Siarb, situado justo en el centro de Llagunes. Con una parte del camino que discurre por la ladera soleada del valle y otra por el umbrío, es ideal para hacer en familia no sólo en primavera, sino durante todo el verano.
Estanys de Gerber: Excursión fácil pero larga para hacer con niños a partir de 5 años, en la que recomendamos llevarse algún tentempié y agua, sobre todo cuando aprieta el calor. A lo largo de sus 6,6 km, mezcla pendientes con zonas más llanas, bosque, una tartera, prados, lagos de origen glaciar… El itinerario comienza en el aparcamiento del Clot Grande, a medio camino del puerto de la Bonaigua, desde donde -si subimos por Esterri d’Aneu- ya se hace visible la cascada de Comials o Salto del Gerber, justo antes de la ermita de la Mare de Déu de les Ares.
El salto de agua, con más de 100 metros de caída y desde el cual el agua del valle de Gerber cae hacia la, es espectacular.
Vall de Boí:
Salencar de Barruera: Un paseo más que una excursión de apenas 1,5 kilómetros que podremos alargar o acortar unos metros a conveniencia. Apto para todas las edades, pero sobre todo para los más pequeños de la casa, ya que permite ver un pequeño embalse, atravesar una pasarela de madera, reposar en una zona de picnic antes de darse la vuelta y contemplar las aves que reposan en las aguas tranquilas de la presa de Cardet.
Camí dels Llanceros: Un recorrido a través de la historia, retrocediendo en el tiempo y reviviendo parte de la forma de vida de nuestros antepasados, cuando los caminos eran utilizados para ir de pueblo a pueblo, a la feria o a otros quehaceres. Es la única excursión que proponemos cuesta abajo (luego de puede regresar en coche o retrocediendo por el mismo sendero). Desde Taüll bajamos por la carretera de Boí hasta la primera curva, donde tomamos un desvío a la derecha que nos lleva hacia el antiguo Camí de Llanceros. Primero llaneando y luego en un corto descenso, vamos a encontrar el Camí de les Roquetes, que a la izquierda nos llevaría a Boí y hacia la derecha enfila hacia Caldes de Boí.
Val d'Aran:
Saut deth Pish: Si superas el trayecto en carretera, la excursión merece la pena, porque estamos ante la que, para la mayoría, es el salto de agua más bonito de la Val d’Aran. El Saut deth Pish está formado por dos cascadas, la principal y la más espectacular de unos 15-20m de altura, y la inferior de unos 5 metros. En tan sólo diez minutos desde que se cruza el puente de madera del parking, se llega a la cascada. El entorno es increíble, a la izquierda está la cascada y a la derecha el lago de Varradós y el bosque de Siesso, un lugar ideal para hacer un picnic.
Uelhs deth Jueu y Artiga de Lin: Los Uelhs deth Jueu son aguas procedentes del glaciar del Aneto que desaparecen en el Forat dels Aigualluts en el valle de Benasque, recorren 4 Km subterráneamente y reaparecen en este punto. Esta fácil excursión constituye uno de los paisajes más bonitos del Pirineo. El recorrido circular dura apenas una hora, un poco más andando tranquilamente con los niños. La excursión incluye la cascada de Uelhs deth Jueu (Ojos del diablo), la Artiga de Lin, conjunto de preciosas praderas, y la vista del Collado de Hòro (Còth deth Hòro).
En próximos artículos relacionados hablaremos de otras zonas del Pirineo y sus posibilidades para excursiones con la familia.
Nota: Los mapas fichas técnicas y parte del contenido son extracto de Wikiloc, www.rutespirineu.cat y mapas de la editorial Alpina.