Es tiempo de vendimia y nos vamos al Somontano
Elegir la mejor ruta de vino en España es todo un reto. De hecho, un imposible. Todas las rutas del vino españolas (más de 30) tienen su qué. Todas las vendimias son un espectáculo. Los viñedos, el resto del año, también.
El catador decide: qué tipo de sabor busca, cuál es su origen preferido y que si un tinto, un blanco o un rosado…
En lo referente al entorno y al paisaje, depende del tipo de aventura que se busque. Hemos optado por belleza natural, combinación de sencillez rural y arquitectura magnífica, con qué podemos maridar el vino porque nos atrae la gastronomía y esas historias que convierten la tradición en algo muy genuino e irrepetible.
Conocedores de que el universo del vino en España es inmenso, como cata, en este caso brindaremos con la Denominación de Origen, D.O., Somontano, en que sus bodegas proponen una aventura enoturística de máxima expresión y por ello se ha convertido en uno de los destinos enoturísticos cada vez más deseados de España.
El Somontano no es un destino solo por sus bodegas. Lo es también por su exotismo natural o, como dicen los autóctonos, “porque Somontano es cultura, patrimonio y naturaleza, pueblos con encanto, restaurantes, bares de vinos, alojamientos de calidad, senderos…”. Todo ello nos ayuda a entender la esencia de sus vinos, una suma de encantos.
Ruta del vino de Somontano. Entre bodegas y otros encantos
Somontano significa a pie del monte. Así, en Huesca, bajo los Pirineos y la Sierra de Guara -magia paisajística para empezar con aguas puras procedentes del deshielo que riegan la tierra-, se producen unos de los extraordinarios vinos de España. La D.O. Somontano, garantía de la calidad que hoy ofrecen bodegas jóvenes y dinámicas, es una suma de vinos jóvenes, crianzas y reservas; blancos, tintos y rosados; vinos de autor y elaboraciones especiales.
Reconocida y consolidada reputación vinícola
En solo unos 20 años, Somontano se ha ganado una reconocidísima y consolidada reputación vinícola y es considerada una zona de elaboración de vinos de muy alto nivel. Se trata de vinos puros, con personalidad, frescos y afrutados, de aromas delicados, colores profundos y gran intensidad. Vinos que se han hecho un lugar entre las exquisiteces de la cocina contemporánea. La imagen de la D.O. Somontano es moderna y cosmopolita. Ha sabido trabajar variedades de uva foránea para que se adapten a la perfección a su tierra. Pero también trabaja en la recuperación de uvas tradicionales.
Si vas al Somontano hay lugares que no puedes perderte y, una vez vistos, no los olvidarás
Barbastro, ciudad del vino, gastronomía y mucho más
Barbastro es un punto de partida ideal para empezar una ruta con buen sabor. Aún no hemos entrado en ninguna bodega, pero ya podemos probar vinos en bares y restaurantes y saborear la chireta, el ternasco, la empanada goguera típica de la zona de Barbastro y, de postre, los crespillos.
En este caso con el tomate rosa de Barbastro, del que los aragoneses dicen que es: “El tomate que sabe a tomate”.
Lleno de sabor, rica gastronomía y calor humano, Barbastro es uno de los muchos lugares del Somontano que invitan a regresar.
Bodega Enate, buque insignia del Somontano
Empezar las catas y los maridajes con un Enate es un comienzo de lujo. La bodega Enate, en pleno corazón del Somontano, te permite adentrarte en la naturaleza del vino y descubrir la exquisitez de sus aromas.
Es un inicio que saborea la esencia real de los vinos de esta tierra y cuenta porqué su fama es internacional.
Además, esta bodega que apuesta por el enoturismo ha unido arte pictórico y vitivinícola. Enate no es solo vino, es hibridación cultural. Su interesantísimo e inspirador etiquetaje es fruto de la colección de pintura privada que se inició en 1992 y que hoy asocia un pintor de prestigio a cada uno de sus vinos, con una obra ad hoc realizada por los artistas.
Pintores como: Antoni Tapies, Eduardo Chillida, Rafael Canogar, Antonio Saura, José Manuel Broto, Víctor Mira, Pepe Cerdá, Salvador Victoria, José Beulas, Gustavo Torner, Frederic Amat, Eduardo Arroyo, y muchos otros pintores forman parte del grupo de artistas que han colaborado con Enate. Hoy, más de 100 obras de arte originales conforman una de las pinacotecas más importantes de Arte Contemporáneo de España y es la única que relaciona directamente arte contemporáneo y vino. Calidad, se mire por dónde se mire.
Alquézar, un pueblo de los realmente encantadores
Un buen vino sigue acompañándonos aunque la copa ya esté vacía. Ahora, lo hará en un paseo. Caminamos por las calles empedradas de Alquézar y vamos descubriendo que es un pueblecito de postal, entendiendo porqué ha sido catalogado como uno de los pueblos más bonitos de España.
Y, puestos a hablar de imprescindibles como este, lo es también su Castillo de la Colegiata y lo son también las vistas del Somontano que se disfrutan desde su plaza central.
Parque natural de la Sierra de Guara: maravillas, barrancos y un paréntesis aventurero
Espectacular. Es un paisaje de roca esculpida por un agua de un turquesa intenso que ha creado estrechos cañones y barrancos muy profundos por donde discurren los ríos sin escatimar sorpresas como cuevas, cascadas y sifones. Es un gran destino aventurero.
Pasarelas del río Vero
Para emociones menos fuertes que el barranquismo, está la también extraordinaria opción de pasear por las Pasarelas del Río Vero, en Alquézar.
Son unas construcciones mínimas adosadas a la roca que permiten ir caminando al pie del barranco mientras disfrutas viendo cómo se ondula el río. Es un trayecto sencillo que se puede hacer incluso en familia. En total, son unos 4 km y el desnivel positivo es solo de unos 200m. Muy, muy agradable.
Bodega Viñas del Vero
Viñas del Vero, una de las bodegas históricas de la zona, toma su nombre precisamente del río por el que acabamos de pasear. Conocerlas es altamente interesante. Con la historia de Viñas del Vero, conocemos también buena parte de la historia de la D.O. Somontano. Con sus aromas, la sentimos.
El enólogo de Viñas del Vero, José Ferrer cuenta cómo consiguen su mejor vino: el Blecua, que se produce en otra bodega del grupo Viñas del Vero, la bodega Blecua.
Salto de Bierge
Aunque este paraje se visita más en verano porque es un lugar en que apetece un baño, lo cierto es que es un placer disfrutarlo en cualquier época del año.
En otoño, por ejemplo, también es extraordinario porque, realmente, el entorno natural es precioso. Un salto de agua imponente crea una extensa cascada. La naturaleza en movimiento cautiva.
Bodega Sommos, tecnología e investigación constante
Las viñas de Sommos son vendimiadas a la luz de la Luna, cuando la temperatura es baja y se pueden recolectar los frutos manteniendo sus propiedades intactas. Tiene un toque romántico. Aprecio por la preciosidad. El contraste: La tecnología, presente en todas las fases de producción: vanguardia al servicio del vino. La bodega Sommos está soterrada a 27m bajo tierra. Se ha diseñado para vinificar por gravedad bajo tierra y, de esta forma, preservar las condiciones naturales de elaboración de unas uvas únicas. Esta no es una práctica exclusiva de Sommos, aprovechar la gravedad es un método, pero sí lo es su gran profundidad.
La sala de barricas de roble francés, ese lugar donde cada detalle es controlado, es espectacular.
Bodega Laus, una visita muy “zen” entre uvas, vino y flores
La bodega Laus, fundada en 2002, se autodefine como: “Una 'isla en el Somontano', rodeada de agua, viñedos, flores, sol, aire...vida. LAUS proviene del latín y significa ‘Elogio, Alabanza, Consideración’. Nombre que refleja perfectamente el espíritu de esta bodega del Somontano”.
Los Laus son sabrosos, pero también dinámicos y atrevidos. Sus viñedos están en diversas zonas del Somontano, con diferentes suelos y altitudes (entre 350-400msnm), que caracterizan la uva y consiguen vinos con una personalidad muy propia.
Blancos, tintos y también el goloso Laus rosado que, elaborado con mosto flor de uvas Syrah y Garnacha sabe a fresa, frutos rojos y violetas. Flores y Laus son indisociables. Toda una experiencia y un buen brindis como broche.
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