Vall de Núria, cuando el Cremallera se transforma en una "experiencia"
La Vall de Núria, uno de los enclaves más privilegiados del Pirineo catalán, se empieza a teñir de blanco. Con la llegada del frío, nuestros pensamientos viajan hacia sus pistas de esquí, uno de sus principales atractivos, pero no el único para el viajero.
Siendo una estación de esquí muy familiar ideal para principiantes, que cuentan con un entorno controlado y creado exclusivamente para ellos, Vall de Núria permite disfrutar de mucho más: desde hacer muñecos de nieve o alquilar trineos para pasar un rato divertido a simplemente relajarse mientras se admira el paisaje. Y si queda tiempo, merece una visita el Santuario de la Virgen de Núria o la ermita de San Gil.
Nos lo cuenta Ruth Bober, relaciones públicas de la Vall de Núria:
Una de las mayores particularidades de la Vall de Núria es su acceso, un espacio singular y sin coches, al que sólo se puede llegar a pie o con el emblemático Cremallera, uno de esos trenes que basa su funcionamiento en el acople mecánico del ferrocarril con la vía a través de un tercer riel dentado o cremallera.
En un recorrido de 12,5 km, el Cremallera supera un desnivel de mil metros y pasa por varios túneles, nueve puentes y viaductos y partes de montañas sumamente escarpadas, mezclados con verdes y bellos paisajes, cascadas, bosques y sendas por las que se pueden ver fácilmente caminantes con sus bastones, tanto grandes como niños.
No es extraño pues, que los 40 minutos de trayecto constituyan por sí mismos toda una aventura, incluso antes de llegar a la Vall de Núria, algo de lo que muy pocos destinos pueden presumir.
Para que el viajero disfrute del viaje en el cremallera, la división de FGC Turisme de Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya ha culminado un proceso de transformación digital con un nuevo billete de reserva on line.
Dicho sistema se traduce en un aforo máximo en el tren-cremallera (entre 2.500 y 3.000 personas diarias) que garantiza que todos los pasajeros de los vagones puedan ir sentados. El viaje deja así de ser simplemente un transporte para convertirse en una experiencia.
“La primera vez que ves Núria cuando llegas con el cremallera la recuerdas toda la vida”. Esta frase la ha escuchado miles de veces la gente de Ribes de Freser -el pueblo del valle desde donde se sube a Núria-. Porque si el viaje en el tren cremallera resulta balsámico, la espléndida vista del monasterio al llegar resulta impactante.
Este invierno, el viajero también puede subir en teleférico de la Coma del Clot hasta el mirador del Pic de l’Àliga situado a 2.120 metros y que, como novedad, va incluido en el precio del cremallera.
Se trata de un trayecto breve que también se puede hacer a pie y es uno de los lugares con mejores vistas panorámicas de todo el valle, toda una declaración de intenciones para los visitantes “no esquiadores” y no “montañeros”.
Veamos que nos sigue contando Ruth Bober sobre las experiencias de la Vall de Núria:
Los no esquiadores pueden disfrutar también de una visita a las exposiciones "90 anys d’història. El Cremallera de Núria", una muestra donde descubrir el sistema del tren Cremallera y sus características, así como el parque móvil y el motor actual (se puede visitar en la estación de Ribes Vila) o "Memorias de nieve": una magnífica colección de esquís de Jaume Gil Mayolas. Una cronología sobre la evolución del esquí desde sus inicios hasta la actualidad, complementada con elementos interactivos y vínculos de la historia del esquí con Vall de Núria.
La estación se encuentra a las puertas del Parque Natural de las Cabeceras del Ter y del Freser y ofrece un amplio abanico de actividades al aire libre y en plena naturaleza, como rutas de senderismo, excursiones guiadas de esquí de montaña o raquetas de nieve y espacios informativos de la fauna y flora de la zona con puntos de observación.
Otra posibilidad o ver a los animales que viven en el valle, como las vacas que pastan por la zona o los isards, subfamilia de cabras y muy común en los Pirineos. Y para los más pequeños se ofrece la posibilidad de disfrutar del Parque Lúdico -con pistas de trineos, tubbys, tirolina y juegos de equilibrio- o el Cau de la Marmota, donde podrán realizar diferentes actividades (tiro con arco, talleres de cuentos, muñecos de nieve, etc.)
Descubre todo lo que te ofrece Vall de Núria este otoño e invierno en este enlace.