Punto y final: el alpinismo está de luto por la muerte de la pareja de escaladores japoneses en el K2
El alpinismo mundial se encuentra de luto tras la confirmación de la muerte de Kazuya Hiraide (45) y Kenro Nakajima (39), los dos escaladores japoneses que el pasado sábado sufrieron una caída fatal en la escarpada Cara Oeste del K2 (8.611 m).
Los cuerpos de los reconocidos alpinistas fueron avistados inmóviles por un equipo de helicópteros militares paquistaníes, sellando así el trágico final de una de las mejores parejas de escaladores de nuestro siglo.
A última hora del miércoles, Ishii Sports, el patrocinador de los alpinistas, emitió un comunicado anunciando la cancelación definitiva de la operación de rescate.
La empresa explicó que el riesgo para los rescatadores en la peligrosa Cara Oeste del K2 era demasiado alto, con una alta probabilidad de desencadenar otra tragedia.
"Hiraide y Nakajima, que formaban la mejor cordada de nuestro siglo, ya no están con nosotros: el K2 los abrazará para siempre", expresaron con dolor.
El pasado 27 de julio, la alarma saltó en el Campamento Base del K2 cuando el piloto de dron francés Thibaut Marot comunicó que dos japoneses estaban perdidos en la inmensa Cara Oeste, una vertiente solo escalada con éxito una vez, por un equipo ruso en 2007.
Hiraide y Nakajima, quienes acumulaban entre los dos cinco Piolets d'Or, el premio más prestigioso en el mundo del alpinismo, pretendían abrir una nueva ruta en estilo alpino, sin ayuda externa de porteadores, sherpas ni oxígeno embotellado.
Tras la información de Marot, helicópteros militares paquistaníes sobrevolaron la zona y avistaron los cuerpos inmóviles de los dos japoneses.
El helicóptero no pudo aterrizar debido a las peligrosas condiciones del terreno, y la preocupación por los alpinistas crecía con cada hora que pasaba.
La última comunicación
El sábado 27 de julio, a las 9:30 de la mañana, Hiraide contactó con su equipo en Japón para informarles que él y Nakajima estaban a punto de avanzar en la Cara Oeste, haciendo un reconocimiento de la parte superior de su Campo 2.
Dos horas más tarde, llegaron noticias desalentadoras: Hiraide y Nakajima habían sufrido una caída desde una altura de 7.000 metros.
El domingo 28 de julio, un helicóptero militar, con el líder de una expedición en la ruta normal del K2 a bordo, volvió a despegar. Desde el aire, observaron que Hiraide y Nakajima seguían sin moverse, aumentando las dudas sobre si estaban gravemente heridos o muertos.
Ishii Sports intentó desesperadamente organizar un equipo de rescate, considerando opciones tanto por tierra como por aire, pero las condiciones eran extremadamente desfavorables.
Pavel Shabalin, uno de los escaladores rusos que ascendieron la Cara Oeste del K2 en 2007, señaló que el terreno era extremadamente arriesgado para un rescate.
El glaciar al pie de la pared estaba lleno de grietas, y la pendiente del K2 hacía imposible el aterrizaje de un helicóptero. Además, las dos personas japonesas que acompañaron a Hiraide y Nakajima en la expedición confirmaron que no había señales de vida desde el sábado.
El alpinismo mundial llora la pérdida de Kazuya Hiraide y Kenro Nakajima, dos alpinistas cuyo legado trasciende su grandeza técnica.
Fueron reconocidos por su humildad, honestidad, creatividad y valentía, cualidades que los situaron entre los más grandes de la historia del alpinismo, comparables a figuras legendarias como Albert Frederick Mummery, Hermann Buhl o Eric Shipton.
