Resurrección de lagos en el Sáhara: un fenómeno raro documentado por la NASA
En septiembre, intensas lluvias sorprendieron al desierto del Sáhara, provocando la "resurrección" temporal de algunos de sus lagos efímeros.
Amazing scenes of flooding in the Sahara Desert after 2 days in which the average annual rainfall fell.
— #EBluemountain1 🎗 (@EBluemountain1) October 15, 2024
For the first time in 50 years these lagoons formed. pic.twitter.com/kSqGONWU1U
El mayor desierto cálido del mundo, conocido por su aridez extrema, vio cómo sus ríos y lagos, normalmente secos, se llenaron gracias a unas precipitaciones inusualmente intensas que no se habían registrado en años.
Nuevas imágenes satelitales de la NASA, captadas antes y después del evento, muestran el impacto de las lluvias en el lago Sebkha el Melah, en Argelia. Comparando las imágenes del 12 de agosto y del 29 de septiembre, se observa que el agua cubrió 191 kilómetros cuadrados, con una profundidad máxima de 2,2 metros, llenando el lago a un tercio de su capacidad.
Este lago, ubicado en las sierras de Ougarta y alimentado por el torrente Oued Saoura, ha experimentado eventos similares en raras ocasiones. Según un estudio de 2020, esta sería la tercera vez en 24 años que las lluvias logran llenar Sebkha el Melah, tras eventos similares en 2008 y 2014, cuando se estima que el agua superó los niveles actuales.
Estos episodios de llenado son inusuales, transitorios y poco documentados, como señala Joëlle Rieder, coautora de un estudio reciente. La falta de estaciones meteorológicas en estas áreas remotas ha sido suplida por instrumentos satelitales como el OLI-2, a bordo del satélite Landsat 9, que permiten observar estos fenómenos desde el espacio.
El análisis de estos eventos también es clave para entender los cambios climáticos del Sáhara a lo largo de la historia. Aunque el desierto fue en el pasado un entorno más húmedo y vegetado, los datos climáticos sugieren que las lluvias no eran suficientes para sostener un "Sáhara verde".
Algunos expertos plantean que eventos de lluvias intensas como el de septiembre podrían haber sido más frecuentes en el pasado, lo que habría permitido la existencia de lagos y vegetación en la región.