Sin cuerdas entre cielo y la pared: La audacia de Alex Huber en la Aguglia di Goloritze
El mundo de la escalada vertical se estremece nuevamente con la hazaña del legendario escalador alemán Alex Huber, quien a sus 54 años continúa desafiando los límites de la verticalidad.
En una nueva gesta, Huber completó una escalada en "free solo" en la Aguglia di Goloritze, una imponente aguja de 160 metros de altura en la isla de Cerdeña.
La escalada, que tuvo lugar en octubre, formó parte de la filmación de un documental de Servus TV Bergwelten, en colaboración con Timeline Production.
Con sus pies de gato, un poco de magnesio para mejorar la adherencia de las manos a la roca, y un corazón lleno de determinación, Huber se lanzó a la ascensión de la Aguglia di Goloritze sin arnés ni cuerdas que lo aseguraran.
Modesto pero apasionado, el escalador alemán describió su logro como algo no necesariamente el más difícil o destacado, pero estéticamente único.
Esta no es la primera vez que Alex Huber deja al mundo con la boca abierta. Con más de 30 años de experiencia, Huber proviene de una familia de escaladores y ha heredado la pasión por las montañas y las paredes verticales de su padre.
Junto a su hermano Thomas Huber, ambos han dejado una huella imborrable en la historia de la escalada, marcando una generación extraordinaria de alpinistas.
Aunque Alex Huber ha escalado en diversas partes del mundo, desde el Yosemite hasta la Antártida, su enfoque en el free solo y el solo integral lo ha destacado como uno de los pocos valientes que se aventuran en esta disciplina extrema.
Escalar en solo integral implica prescindir de cualquier protección de seguridad, incluyendo arnés y cuerda, convirtiéndolo en uno de los deportes al aire libre más comprometidos y desafiantes del planeta.
Entre sus proezas más notables se encuentra la escalada en solitario libre del clásico Hasse-Brandler de 18 largos en Cima Grande en los Dolomitas en 2002, una ascensión de 500 metros con niveles de dificultad de hasta 5.12a. En ese momento, Huber describió la ruta como "mentalmente, lo más difícil que he hecho en montañismo", resaltando la importancia de un equilibrio emocional y una fortaleza mental inquebrantable.
En abril de 2004, Alex Huber hizo historia al escalar en solitario la ruta Kommunist 5.14a, una escalada que describió como una "búsqueda de sus límites". Los movimientos largos y exigentes requerían una escalada poderosa que no dejaba espacio para dudas o reflexiones. Para Huber, esta escalada representó un encuentro directo con sus propios límites físicos y mentales.
El alemán, además de sus proezas en la roca, ha compartido su filosofía sobre la escalada en solo integral a través de dos libros.
En "Free Solo: Escalada sin protección y sin límites", explora la intensidad de enfrentarse a la roca sin ninguna protección, describiéndolo como una entrada a otra realidad, un espacio entre el ser y el no ser. Reconoce la presencia del miedo, pero lo considera un amigo que le advierte y protege, transformándolo en una herramienta para saber cuándo emprender o detener una escalada.
Cuando se le preguntó sobre algún amuleto para estas peligrosas escaladas, Huber respondió de manera característica: "El amuleto más importante es mi cerebro, siempre lo llevo conmigo. Me lo regalaron mis padres y trataré de conservarlo hasta el final de mi vida".
Este enfoque pragmático y centrado en la mente es solo una pequeña muestra de la mentalidad única de Alex Huber, el escalador que desafía la gravedad y sus propios límites con cada ascensión.
